No requerir identificación y carencia de folios, no dan certeza de resultados, así como preguntas ambiguas o inducidas, externan tras participar
De una veintena de personas que participaron en la mesa que se instaló al ingreso de la Presidencia Municipal para la encuesta para definir el futuro del estero de El Salado, surgió el escepticismo sobre la confiabilidad que tendrán los resultados por el método del levantamiento de la encuesta que inicio este lunes en siete sedes, así como vía internet.
Debido a que no se les requirió una identificación, ni existe un folio sobre el número de cuestionarios que puedan dar certeza que sean ciudadanos vallartenses y el número de los que realmente participen en la encuesta, además que al utilizarse dispositivos móviles por parte de los encuestadores, surgen dudas si marcan la opción que los ciudadanos indican.
Después de responder el cuestionario en aproximadamente 15 minutos, también pusieron de manifiesto que hay preguntas inducidas que serían manipuladas para sacar adelante la intensión del gobierno estatal se hacer desarrollos comerciales.
La preocupación e interés sobre la conservación del ecosistema de El Salado y la oposición de que se hagan construcciones en ese estero fue el factor en común que motivo a una decena de ciudadanos consultados que se detuvieron en la mesa que abrió más de hora y media tarde del horario programado.
De los primeros en participan este lunes, en la mesa instalada en la presidencia municipal, Héctor Ramírez Betancourt, ironizó “podría ser una encuesta patito como la del Tren Maya”.
Ramírez Betancourt, que remonta su activismo desde 1997 precisamente entre en el movimiento social que pugnó para la declaratoria del Área Natural Protegida, comentó que el hecho de que no pidan identificación y que no existan folios, pueden inflar la cantidad de encuestados y manipular los resultados.
Subrayó que él no permitió que el encuestador llenara el cuestionario en el dispositivo “porque podría poner lo que “él quisiera aunque fuese diferente a mi opinión”.
Más tarde, apareció el regidor, Juan Solís García, quien refirió que su participación era como un ciudadano más preocupado por el estero el Salado.
Abriría la puerta a construir en el estero
“Hay preguntas que no quede muy convencido, ya que son amigas”, dijo Juan Solís al considerar que con esas preguntas se “está abriendo la puerta a que haya un mercadito, que haya un restaurante, que haya áreas deportivas; hablan de ampliar las zonas y si no se está bien informados habría que ver con calma esos detalles”.
Abundó que hay muchas preguntas parecidas “y algunas si son como inducidas; y es ahí como ciudadano que da un poquito de desconfianza por la falta de claridad”.
Refirió que esta encuesta según se hizo tras las mesas de trabajo de los foros del Diálogos por el Salado, y que lleva de 15 a 20 minutos responderla,
Externo escepticismo sobre la certeza de esta encuesta “en lo personal no confió mucho, porque no se pidieron una identificación, ni me dieron un folio de mi participación, el supuesto folio que me dieron a mí fue solo decir que fui el 125 que Juan Solis García, dice que no o dice que sí”
“No hay un control. Creo que sí hace falta que vengan foliadas las encuestas. Porque igual la encuestas como son las políticas; salen copeteadas por quien las manda a pagaa..Y en este caso podría haber mano negra”, manifestó Juan Solis.
Sin embargo, de los ciudadanos consultados, también en su totalidad, coincidieron que aún las dudas y desconfianza es importante la mayor participación para que en este cuestionario quede patentizada su sentir sobre la conservación del estero de El Salado.