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José Fernando Ortega |

Miden capacidad de respuesta con simulacro de ataque armado en la terminal marítima de Puerto Vallarta

Pusieron a prueba el adiestramiento del personal y de otras autoridades participantes en simulacro por explosión de embarcación y ataque a Capitanía de Puerto

 

Este viernes en el polígono del recinto portuario de Puerto Vallarta se llevó a cabo un ejercicio de protección portuaria nivel III, con la participación de los tres órdenes de gobierno, la iniciativa privada y la sociedad en general, consistente en un simulacro con hipótesis de explosión de una embarcación y un ataque a las instalaciones de Capitanía de Puerto.

Como lo informó previamente la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) de Puerto Vallarta, encabezó el ejercicio la Secretaría de Marina (Semar), así como la Capitanía de Puerto y la propia Asipona, al frente del despliegue operativo en el que participaron además personal de Protección Civil del Estado y Municipio, policías municipales e incluso socorristas del municipio vecino de Bahía de Banderas, Nayarit.

A las 11 de la mañana dio inicio el simulacro, sonaron las sirenas de las unidades de seguridad y socorro que arribaron por la Av. Francisco Medina Ascencio, lo cual naturalmente atrapó la atención de muchas personas que se encontraban en el área, tanto locales como turistas.

De acuerdo a la Secretaría de Marina, esta práctica se lleva a cabo en cumplimiento al Código de Protección a Buques e Instalación Portuarias (PBIP) emitido por la Organización Marítima Internacional (OMI), así como los acuerdos y tratados internacionales de salvaguardar la vida humana en el mar y derivado de los procesos de certificación en el ámbito marítimo internacional en temas de seguridad y protección marítima y portuaria en los que México forma parte.

Se trató de una práctica en escala real, con la que se pone a prueba el nivel de adiestramiento de su personal y también a las diferentes autoridades participantes. La metodología de planeación y ejecución se basa en la creación de posibles escenarios con potenciales amenazas al puerto y para ello se activa un plan para garantizar la seguridad y la protección.

Asimismo se ponen a prueba las comunicaciones, la coordinación, la disponibilidad de recursos y la forma de hacer frente a un suceso y obtener una visión más clara de las actividades que se requieren ante un hecho real.