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Gerardo Sandoval Ortiz |

Los generalotes y los negocios de las drogas

CONTEXTOS

Gerardo Sandoval Ortiz

 

 

 

En un ranchito del norte de Nayarit, en el primer lustro de la década 1980, con cierta regularidad se apostaban frente a la casa de un personaje, por el jardín derecho del campo de beisbol, varias unidades militares y pacientes esperaban el arribo de automóviles Grand Marquís. Todos sabían que había llegado Don Manuel Salcido, “el cochiloco”, afamado jefe desde San Ignacio, Sinaloa hasta el norte de Nayarit.

Aquellas escenas dejaron después de la primera de 1996. Un viernes por la tarde, los militares irrumpieron en una ranchería donde era a abundante el cultivo de mariguana. Por un callejón polvoriento los “boludos” llegaron al campo de beisbol y rodearon una casa pero ya el escape se había consumado. Éste último, vive en Sonora y jamás ha sido detenido. Cuatro años después, otros miembros de la pandilla huyeron al país gabacho precisamente cuando en Residencial Victoria, Guadalajara, mataron al jefe regional, Oscar Cosío.

(Como a las 6 de la tarde se escuchó la balacera por la calle Cruz del Sur huyeron como panteras, dice el corrido de Oscar Cosío cantado por Lalo “el gallo” Elizalde).

Si la memoria no nos traiciona, ya antes hemos escrito pormenores anecdóticos que hemos presenciado, militares y mafiosos juntos. En lo intrincado de la sierra de Sinaloa-Durango-Nayarit son comunes atestiguar un encuentro y diálogo amigable de “verdes” y “agricultores”.

Pues bien, esas son las tropas bajo el mando de altos jefes militares, como el general Salvador Cienfuegos Zepeda, detenido la tarde de este jueves 15 de octubre en el aeropuerto de Los Angeles, California. Lo acusan de varios delitos relacionados con la llama da delincuencia organizada, delitos relacionados al mercadeo de drogas y hasta lavado de dinero.

No, el ejército no es tan limpios como cada presidente de la república suele presumir. A la mancha de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, se le suman muchas otras, y las más comunes apuntan a la protección a los varones de las drogas, como es el caso del titular de la Sedena en el sexenio anterior, el de Enrique Peña Nieto.

Corre mucho riesgo a ser posteriormente ridiculizado el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador que en su mañanera de este viernes 16 elogió a su secretario Cresencio Sandoval por actuar “con honestidad y lealtad” al pueblo de México. Algo así decía Peña Nieto, también la autoridad gabacha, del general Cienfuegos. Y ahora nos enteramos que, como el general Gutiérrez Rebollo, el zar antidrogas preso y ya muerto por proteger a Amado Carrillo, prestó servicios a los jefes del hampa.

En regiones donde los lugareños tienen pocas opciones para una vida medianamente digna, como en las remotas comunidades de las sierras de México, lo normal es alternar la siembra de alguna milpa, con el cultivo de enervantes, mariguana, amapola y hasta peyote, como en Nayarit, para obtener ingresos que extras les permita vivir el ciclo anual. Son regiones donde ocurre el contacto y las relaciones de lugareños, sobre todo compradores de sus siembras, con representantes del gobierno, con jefes militares de mandos medios.

Entonces, lo extraordinario de hoy es constatar otra vez que las ligas de los capos de las drogas es una “sociedad” prospera y permea tanto con la alta jeraquía de la milicia como con un pelotón de soldados capaz de hacer sus arreglos al pie de los coamiles para tolerar siembra y cosecha.

Sucede que los soldados, desde el momento de representar a las clases más empobrecidas del país, son enviados a combatir a los narcotraficantes y destruir los plantíos, hallando que los agricultores, contrabandistas o narcomenudistas vienen de su clase social. Ese origen alienta los fáciles acuerdos, pactados a veces al pie del sembradío.

No se sabe a ciencia cierta los puntos precisos de los delitos que se le imputan al general, aunque todo se resume a acusaciones por delitos de narcotráfico, tráfico de heroína, cocaína, mariguana y metanfetaminas. La DEA quien pidió su arresto y lo presentaron ya al juzgado de Nueva York, el mismo del juicio a Joaquín “el chapo” Guzmán Loera, proceso sentencia por delitos de la misma naturaleza.

En las horas posteriores al arresto del general, trascendió que la acusación podía proceder de Nayarit y estar vinculado al caso del ex fiscal de Nayarit, Edgar Veytia y al ex gobernador y jefe de Veytia, Roberto Sandoval Castañeda. El vínculo de Cienfuegos sería con tener como origen el supuesto vínculo con Juan Francisco Patrón Sánchez, alias “el H-2”. El “cartel del H-2” sería quien pagaba sobornos al distinguido nuevo preso el Nueva York.

Se ha sido particularmente insistente en la conexión del con la banda de los Beltrán Leyva. Por ahí un colaborador de López Obrador sugirió que el encarcelamiento removería las cenizas del caso de los 43 estudiantes de Ayotzinapa. Cienfuegos fue general de la región militar con sede en Acapulco, cuartel de los hermanos Beltrán Leyva cuando convivían con El Chapo Guzmán y hasta su muerte en Cuernavaca en diciembre de 2009.

Cuando los Beltrán Leyva rompieron con El Chapo, con mucha sangre regada los primeros lograron retener la plaza de Nayarit. El control lo asumieron “los mazatlecos” con Santiago Lizárraga Ibarra, “el chaguín”, ejecutado abril del 2010 por las fuerzas armadas en una residencia de la avenida Jacarandas de la colonia San Juan. “El chico”, como en la sierra de Mazatlán apodaban a “el h-2” y también de aquella pandilla de amigos nacidos en San Marcos, La Noria, Sinaloa quedó al frente. Al parecer fue cuando se dio el contacto con el general que despachaba en la Región Militar con sede en Acapulco.

Cuando Roberto Sandoval llegó a la gubernatura, con su fiscal Edgar Veytia controló los negocios y desplazaron a la célula de “los mazatlecos”, a quien ejecutó la marina con artillería pesada en febrero del 2016. Un año después, en San Diego, la justicia estadunidense aprehendió a Veytia. A Sandoval le retiraron la visa y como Veytia y el general Sandoval, ha sido colocado en la lista negra del país del norte.

Las investigaciones en Estados Unidos, todo el proceso judicial al general Cienfuegos echarán la vista a Nayarit y se revivirá el caso del “fiscal zeta”, o “el diablo” Veytia. El ex gobernador Sandoval también está en capilla.

Los gabachos están dando una lección a nuestras autoridades al procesar a altos funcionarios y generales, que se creían intocables. Que se manche la imagen de estos representantes de gobierno, la del gobierno mismo, que vaya a segundo término. Si antes hubo un narco-estado, como lo sugiera el propio López Obrador, que ni éste mañana se diga asombrado. Que no diga luego “yo no supe nada”. Está advertido. El titular de la Sedena hoy, el general Sandoval fue un operador militar de primer nivel en la era de Cienfuegos.

Revolcadero

 

El lunes pasado adelantamos en este espacio que el regidor con licencia, José Adolfo López Solorio esta alisto para desde el miércoles despachar en la oficina de Vinculación Regional Costa Sierra Madre Occidental y relevar a Juan Ignacio Calderón Ibarría. Incluimos que “el grinch” salía en estas fechas de una cuarentena por contagio del Covid-19 y que eso pudiera posponer la fecha. Bien, el cambio se dio el jueves. A media mañana de este jueves 15 de octubre, Calderón Ibarría  publicó el siguiente texto: Quiero hacer de su conocimiento, mi renuncia irrevocable como Jefe de Vinculación Regional Costa Sierra Madre Occidental a partir de este 15 de octubre, puesto en el cual me desempeñaba desde casi dos años. He decidido darle un giro a mi vida profesional y personal desde otras trincheras. Les comparto que me voy satisfecho del trabajo desempeñado, donde logramos consolidar los programas sociales en Puerto Vallarta y la región beneficiando a un sinfín de ciudadanos”. Dejémoslo en eso, en una tersa renuncia. Detalles y detallitos, se pueden consultar en la colaboración del inicio de semana.****** El diario de circulación nacional, El Universal, publicó el jueves una nota informativa bajo el título “Usted no nos llega ni a los talones: Estalla madre de desaparecida en reunión con legisladores”. En un breve texto. Dice “La madre explotó contra el senador de Morena, José Alejandro Peña Villa, luego de que este tomara una llamada mientras otra mujer le imploraba que su partido no desapareciera fideicomisos a víctimas de violencia”. El senador Peña Villa es el jefe político de nuestro diputado local, de Morena por supuesto, Bruno Blancas Mercado.****** Por cierto, en el escrito del lunes mencionamos a Samuel Torres. Es el nombre de pila de “el chameco”. Pues bien, nos dicen que no es de a gratis su apoyo al Movimiento Ciudadano y que la “coordinadora de coordinadores” de Desarrollo Social, Marilú Dávalos lo promueve para ser el futuro delegado municipal de Ixtapa. Sin embargo, el amigo Ramón Chavarín Zepeda, coordinador de la zona de Idipe, La Colonia y una parte del centro de Ixtapa, tiene las mismas aspiraciones y reclama mejores cartas que “el chameco”. En sus perfiles de redes sociales, Chavarín publica todos los días las actividades que lleva a cabo.****** Concluimos la semana con una mala doble noticia. El lunes falleció el amigo de la vida, Saúl López Partida. Compartimos con él vivencias infantiles y adolescentes, y muchos momentos en las pocas veces que nos saludamos en las tres últimas décadas. Juntos, y con otros amigos, recorrimos de lunes a sábado alrededor de 30 kilómetros cada día para ir a una secundaria. Jugamos por varios años en el mismo equipo de beisbol. La última vez, hace dos años nos saludamos en el estadio de Tecuala en una final de campeonato. Ya estaba enfermo. Fue y me entregó un paquetón de cervezas. Abrí un bote y repartí a los amigos. La cerveza Tecate light es intomable pero a los paisanos les encanta. El sábado 21 de marzo, ocurrió el último baile masivo y se presentó la Banda Firme. Saludamos a uno de los músicos, hijo de Saúl “el chocholitos”. Nos confió que su padre estaba y enfermo. Este pasado lunes 12 de octubre publicó que su padre, había muerto. Ya descansa de su intenso trajín mi amigo Saúl. Y del sur nos llegó la otra noticia murió Enrique Jarquín. Un extraordinario amigo sin duda “el Kike”.