CONTEXTOS
Al diputado Luis Munguía le llevó seis encuentros para convencer a Carlitos Andolini Ruiz Hernández de unirse a su proyecto político en el Movimiento Ciudadano. Previamente, y también este año sumó a Fernando Carrillo y a Gabriel Padilla, todos del grupo político que en los últimos años fortaleció a Cesar Abarca Gutiérrez bajo los colores del PRI.
A principios de septiembre, por extrañas razones en la más absoluta discreción, se registró el relevo en la dirección del Conalep, plantel Ixtapa. José “Pepe” Pelayo Martínez, reconocido como uno de los últimos operadores políticos del Partido Revolucionario Institucional, relevó a Gibrán Aldana.
Bien, podemos enredarnos y ofrecer por lo menos una docena de nombres -la mayoría impetuosos jóvenes con ganas y aspiraciones de emprender una carrera política- que se han fugado del PRI y se han ido al MC. Por ahí algunos se convirtieron en morenos.
Sí, en Puerto Vallarta el PRI sufre un continuo vaciado y a ese paso se van a quedar solos “el Gío” y “el lucas” porque ya hasta aquel cansado, viejo y enfermo velador del edifico de la calle Río Grande se les murió.
Cesar Abarca y los hermanos González Reséndiz, Rafita y Chavita, son tal vez de las últimas figuras del tricolor. Los tres avisaron desde hace tiempo a sus principales operadores seguidores sus planes de perpetuar su inverno político y hacer una pausa indefinida. Consultamos a varios amigos priistas y todos nos dijeron sentirse liberados de sus respectivas ataduras con el tricolor.
A media mañana del jueves, el diputado local Luis Ernesto Munguía González publicó una imagen trepado en una lanchona con rumbo a Yelapa, Corrales, Chimo y Pizota. “…lo primero era exhortar al ejecutivo federal a liberar urgentemente los recursos del FONDEN para reconstruir nuestras comunidades y ahora”, añadió.
Más allá de haber ciertos engaños en ese tour por los siniestrados pueblos de la bahía del lado de Cabo Corrientes, a nosotros, lo primero en llamar la atención fue el rostro de quien iba a la derecha del legislador. Era Carlitos Andolini Ruiz Hernández, “lito” para sus amigos de Ixtapa y más allá de esa demarcación. Estaba a la derecha de Munguía y fue nuestra confirmación de un rumor que supimos hace algunas semanas.
Hasta el año pasado “el litos” fue quizá uno de los más allegados a Cesar Abarca. Podemos definirlo como el “asistente personal” y de confianzas del ex regidor, ex director del Seapal y ex candidato del PRI a la diputación federal en el pasado proceso electoral.
Por conocer y saber de “el litos” desde hace ya varios, desde cuando cursó primaria y secundaria, podemos decir de él que será de mucha valía para Munguía. Forma parte de un leal su grupo de amigos. Consultamos a varios amigos y con él no hay muchos secretos; hará cosa de unos cuatro meses lo buscó Munguía y lo invitó a unirse a su proyecto político. Ya se sentía libre del compromiso con Abarca pero fue hasta la sexta vez que aceptó ir la aventura naranja con el legislador. Tiene tareas políticas, la de promover a Munguía en Ixtapa y más adelante es prospecto a cubrir una plaza de “auxiliar técnico B” en el Congreso del Estado. El plan urgente es matricularse en el CUC y hacer estudios de Ingeniería Civil.
Pero nuestras atenciones no es fijarnos en el ex asistente personal de Cesar Abarca. Más allá de lo individual se impone la percepción de atestiguar un lento pero constante proceso de migración de priistas al MC, y en menor medida a Morena. El PRI vive la tragedia de ser un partido desplazado de los poderes públicos y se está vaciando. En realidad, lo grave no estriba en la fuga de sus militantes sino que se le están yendo los talentos y cuadros jóvenes y secan sus ofertas para el futuro inmediato.
La gravedad de la crisis del PRI se acentúa no por la distancia al partido de un Andrés González pero se disparan las alertas si se expone que sus hijos, Andrés y Sara, se emplean en el Tecnológico de Puerto Vallarta y en el Seapal respectivamente. Andrés ya dio lo que tenía que dar al PRI.
No vamos a detenernos en los diarios coqueteos del locutor Giovanni Padilla a Munguía pero sí nos la atrae la atención el caso de Gabriel Padilla. Fue el coordinador general de fracasada campaña de Cesar Abarca y antes fue uno de sus colaboradores más allegados en el Seapal. Aunque no nos merece ningún reconocimiento, Gabriel Padilla algo debe de tener que Abarca Gutiérrez le tenía muchas consideraciones. Lo hizo jefe de Cultura del Agua y se lo llevó a la campaña en plan estelar. Quienes lo conocen nos lo definen como un líder aceptable, organizado y aplicado, buen cuadro del PRI. Sin embargo, el grupo de Andrés González Palomera lo tachó de traicionar a Andrés y hasta de ocultar propaganda política en la una bodega de la colonia Guadalupe Victoria en aquella campaña del 2012. De acuerdo a esa versión, desde aquella elección ya existían vínculos de Gabriel Padilla con emecistas por lo que no les extraña convertirse en naranja.
En lo personal ignoramos si de verdad tiene preparación, conocimiento y capacidad en eso de la alquimia electoral. Fue parte de aquel equipo de Juanito Olvera en el Frente Juvenil y de ahí lo jaló Abarca al equipo de jóvenes con Aristóteles. De la mano Abarca saltó al Seapal y se le considera de los creadores de los aguamáticos. De hecho, coordinó todo lo relacionado a ese programa y ese dato le llenó el ojo a Munguía a tal grado de hacerlo suyo y confiarle tareas de logística y organización en su proyecto personal. Eso sí, nos dicen que ya en el plano personal Padilla es “sangris y de primera”.
Fernando Carrillo es otro tricolor revestido de naranja. Se agarró de la greña con Faustino de la O en el Frente Juvenil priista, también con Cesar Abarca y al no entenderse con su amigo Jorge Luis “el gío” García Delgado se acercó a Dávalos. Trató de integrarse al equipo de Arturo Dávalos pero parece ser que no dio el ancho en el Instituto Municipal de los Jóvenes y le dieron de “baja”. Luis Munguía que a todas va, lo reclutó y lo llevó a su equipo, primero con chamba en el Seapal y ahora en la organización y logística de su “precampaña”. Con esa zigzagueante trayectoria el pronóstico es que el Fer Carrillo no ayudará a Munguía, no sumará y sí restará. ¿Por qué? Por no hacer ninguna tarea confiada a él. Con Javier Rojas al frente del Seapal lo nombraron jefe de un departamento y a los dos días los subordinados se le inconformaron y solo duró días.
Pero el caso de Pepe Pelayo es el que mejor ilustra el éxodo de tricolores al MC. Es considerado quizá el último y más efectico de los operadores electorales del PRI y en los últimos tres años fuertemente vinculado a Cesar Abarca en el Seapal.
Al concluir el ciclo escolar 2018-2019, el último día de junio pasado, dijo terminó el compromiso contractual del director del Conalep Ixtapa, David Gibrán Aldana Barragán y se reincorporó a la oficina de Presidencia Municipal, de donde había saltado al Conalep en diciembre del año pasado para sustituir a Hirám Fernández Abundis. La entrega la oficializó Brenda, la jefa de Finanzas del plantel y por dos meses y días fungió como encargada de la dirección. Ya entrado septiembre cuando se le otorgó el nombramiento de director a José Pelayo Martínez.
La figura de Pepe Pelayo emergió en el priismo vallartenses desde aquel retorno del PRI en el 2003 que con Gustavo González Villaseñor recuperó la alcaldía. Siempre en Desarrollo Social en donde escaló de ser un coordinador hasta la titularidad. En el Seapal fue uno de los gerentes más influyentes. Con la caída del PRI en el 2012 vino una seguidilla de derrotas y olfateó que pasarán varios años en levantar a un muerto como él ve al tricolor. Ha visto futuro del lado del grupo de Dávalos y le dan la bienvenida con la dirección del Conalep de Ixtapa.
Revolcadero
Son nombres poco conocidos pero se nos antoja exponer el caso de Lupita Guerrero, por muchos años despachando en las oficinas del partido de la calle Río Grande, que del PRI saltaron al MC. Siempre fiel y leal cuadro del PRI, identificada en los últimos años como allegada a Cesar Abarca Gutiérrez. La hemos visto trabajar para los naranjas y todo indica que se fue a echarle porras a Luis Munguía. No. Es otra Lupita Guerrero, homónima de la regidora Guadalupe Guerrero Carvajal, ésta fundadora del MC en el municipio. Otro talento joven fugado es José García, hijo de Esteban García Aréchiga, el hombre fuerte del ejido Puerto Vallarta quien hace dos o tres meses se religió como presidente por segunda vez. Nos salta el nombre de Sulma Yamilé Tarabay Orozco. Como pocas ella sabe trabajar a pedido y al contentillo de su jefe en turno. En el PRI se destacó por organizar todo tipo de reuniones y eventos de carácter político. Cesar Abarca la llevó al Seapal e inclusive fue jefa de un departamento. La asignó a la oficina de Ixtapa. Algo salió mal y la movieron a la UNIRSE hasta instalarse de nuevo en el Seapal. Mostró sus dotes cuando logró base sindical y ahí estaba cuando se contactó con Munguía y ya trabaja para él.****** Como que desde el fin de semana, lunes, martes y miércoles le sonaron las orejas al gobernador Enrique Alfaro y también le retumbaron los tímpanos al diputado Luis Munguía. Este jueves se aparecieron por Yelapa y otros balnearios afectados por los desbordamientos y crecientes de ríos y arroyos. No llevaron muchos apoyos, o más bien casi nada, pero hicieron acto de presencia e hicieron algunas promesas. Ya decenas de ciudadanos, el DIF, al alcalde Arturo Dávalos, el subdelegado del IMSS, Javier Bravo, mandos de la Armada de México, Marina y ejército, funcionarios municipales se habían organizado para recaudar donativos y apoyos a las comunidades de Yelapa, Chimo, Pizota, Corrales y otras comunidades de Cabo Corrientes azotadas por el mal tiempo. Al que exhibieron fue al diputado Munguía por ir con las manos vacías y llevar a su grupo de amigos a tomarse la foto con el gobernador. La gran promesa de Alfaro Ramírez es apoyar con un cheque nomas allá del 15 de este mes por un total de 240 millones de pesos para los damnificados. Late que este recurso no será del gobierno del estado, sino de prometer dinero del Fondo para desastres, del FONDEN. En fin, de donde venga pero que se cumpla en dar apoyos.****** De los que en definitiva no se sabe nada es de los diputados morenos. El diputado local, Bruno Blancas debe de estar pellizcándose el ombligo y de la diputada federal, Lorena Jiménez, pues tal vez esté dictándole a alguno de sus asistentes su primera iniciativa. Ellos viven en su burbuja y de ahí no los mueven. Pero bueno, ya es fin de semana y en una de esas se aparecen por las playas, en sábado y domingo, y se toman la foto en la palizada del río de Yelapa.