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Gerardo Sandoval Ortiz |

En los remanentes del proceso electoral y las iniciativas de reformas

 

CONTEXTOS

 

 

 

A tono con el debate nacional de reforma al Poder Judicial, que propone elegir a los señores de la toga -jueces, magistrados y ministros- por elección popular, el diputado local jalisciense, Julio Cesar Covarrubias Mendoza alista una propuesta que del derecho de votar y llevarlo a una obligación con todas las consecuencias y sanciones que ello implica.

Hará cosa de dos lo tres décadas, las discusiones giraban en el cansancio del electorado por campañas y elecciones año por año y el despilfarro de dinero. Fruto de aquello fueron modificaciones a los calendarios electorales y aterrizar las elecciones concurrentes.

Recordemos que hasta principios de la década de los 90 en Jalisco, los comicios para elegir presientes municipales y diputados locales se celebraban en febrero. Y antes de terminar aquel siglo campañas y comicios se convocaban para el mes de noviembre. Para el 2003, elecciones locales y federales de 2003 se empataron.

Entonces, mucho antes de la irrupción de Morena a la escena electoral al gobierno, los impulsores de esta última elección nacional, los mexicanos debatían con pasión reducir la carga de cansancio, gasto de dinero y de tiempo ir de una campaña a otra.

Cuando aquellos debates, Morena no existía, pero sí el Partido de la Revolución Democrática, el embrión de los morenos y de donde partió la inmensa mayoría de los fundadores del movimiento que gobierna, incluyendo a su gran figura Andrés Manuel López Obrador.

El hartazgo de antaño, hábilmente se tradujo a una imperiosa necesidad de y transformar el Poder Judicial. Y quienes machacaban la urgencia de ahorrar dinero, alegando la escusa de abolir los despilfarros y hasta de retirar el subsidio público a los partidos, con júbilo alegría avalan nuevas elecciones nacionales.

Todavía no se conocen pormenores de las campañas, tiempos ni topes de gastos de campaña, pero si se parte de que la cifra de jueces, ministros y magistrados a elegir por elección abierta supera el millar, se infiere que será una campaña en forma y masiva. Sería otra elección constitucional, no muy distinta a los comicios de elegir a 300 diputados federales (y 200 plurinominales) y 128 senadores por entidad (dos por mayora y un tercero de primera minoría). Cada seis años hay campaña para votar por el gobernador de cada entidad y las calles de poco más de dos mil municipios se tiñen de la colorida propaganda electoral (de 2469, poco más de 400 municipios eligen a su autoridad por usos y costumbres, el método de alzar la mano que tanto gusta a Amlo).

Por si fuera poco, e esta última elección, a excepción de una entidad, en todas las demás se renovaron los congresos locales. Para votar a mil 98 nuevos legisladores, también debieron hacer campaña sus adversarios, una cifra imaginaria que puede ascender a otros miles ruidosos aspirantes que lo mismo invaden la intimidad de los hogares que organizan fiesta pública en calles, plazuelas o parques públicos.

A cada campaña, más bien dicho, a cada candidato, se le impone un tope de gastos. Y aunque no hay forma de calcular el total de gastos reales, la forma ideal para evadir la fiscalización y las debidas sanciones, las campañas electorales se aderezan con una danza de millonarios gastos. Ese gasto, proviene en una parte del subsidio público del que postula al candidato que se trate partido y el resto tiene un origen desconocido. Con regularidad el recurso es aportación propia del abanderado o de amigos, un financiamiento que en las últimos años se sospecha viene del narcotráfico. Ahí esta la sospecha ahorita del dinero sucio que colocó en el gobierno de Sinaloa a Rubén Rocha Moya, un gobernador de Morena

Para gastos propis y subsidios a los partidos políticos, para el actual año Ejercicio Fiscal, el Instituto Nacional Electoral aprobó un presupuesto por un monto superior a los 22 mil millones de pesos. Es dinero público. A esa cifra se le suma el financiamiento directo a los partidos, monto arriba de los 5 mil millones de pesos. Un año antes, 2003, año ni electoral, el presupuesto del INE aprobado fue de 13 mil 987 millones de pesos. El presupuesto demandado había sido mayor pero le fue recortado en las discusiones de la Cámara de Diputados.

López Obrador se convirtió en figura de oposición de priistas y panistas con discursos críticos a todo lo que oliera a gobierno. Una de sus cuestionamientos fue el alto costo de la democracia mexicana. Le parecía un exceso el gasto en general, las partidas a partidos pero también los salarios de magistrados electorales, de consejeros ciudadanos y en general, la nómina de todos los organismos electorales del país. Ya después, le dio por reducir sueldos a todo el poder judicial, federal o estatal. Esa era la tendencia de sus reformas de prohibir que ningún servidor público devengara un sueldo superior al de él.

La rebelión de los señores impartidores de la justicia colocó al presidente Amlo en la posición que hoy asume, la que algunos afirman que cada golpe que asesta al Poder Judicial es un acto de venganza.

Fue Amlo uno de los primeros quien en proponer desaparecer a los 200 diputados federales plurinominales. Los mexicanos le tomaron la palabra a cada una de sus iniciativas. Pero esta visto las iniciativas de Amlo realmente no nacieron de un deseo legítimo de ya no dilapidar el dinero del pueblo en campañas. El espíritu de las reformas electorales que abrieron espacio a las diputaciones plurinominales fue de abrir espacios a los partidos minoritarios. Así, cuando un partido político arrasaba en unos comicios, se reducía su posibilidad de colocar diputados de su lista de candidatos pro representación plurinominal. El reparto asignado por el INE, el que seguramente irá al Tribuna Electoral del Poder Judicial Federal beneficio a Morena y sus aliados con más diputados y solo así alcanzará la mayoría calificada y entrarle a las reformas constitucionales.

Al contener las reformas al Poder Judicial campañas electorales y elegir por voto popular a jueves, ministros y magistrados, lo que significará gastar más miles de millones de pesos del erario público, López Obrador parece haber engañado y mentido a los mexicanos cuando tachó de lo caro que resulta la democracia, del despilfarro de las campañas, de ya no dilapidar el dinero de los mexicanos en partidos garrapatas. Más bien, sus acciones lo dibujan como un ser vengativo.

 

Revolcadero

 

Hasta hoy jueves 22 de agosto han transcurrido cuatro semanas, casi un mes de la detención en un suburbio de El Paso, Texas, de Ismael “el mayo” Zambada y de un hijo de Joaquín “el chapo” Guzmán, Joaquín Guzmán López, alias “el güero moreno”. El célebre “Mayo Zambada” aterrizó en una pequeña aeropista en una nave que los transportó desde algún lugar del territorio nacional. En un mes, poco a poco se desenreda la madeja que une a personajes del narcotráfico con políticos y gobernantes. Cuatro semanas. Los protagonistas, todos son paisanos, de la conocida como “la cuna del narco mexicano”, Badiraguato, Sinaloa. Ese jueves 25 de julio ocurrió el del maestro Héctor Melesio Cuén Ojeda, diputado federal electo por el bloque opositor PRI-PAN-PRD. Lo mataron en un intento por robarle su camioneta Raptor en una gasolinería, afirmó en los días posteriores, la fiscal sinaloense Bruna. Cuando la interrogaron dijo tener testimonios de dos empleados del expendio de combustible y al divulgarse una carta pública de Zambada, que afirmó que a su amigo y paisano lo mataron en el mismo lugar donde él gente de “los chapitos” lo sometieron, lo golpearon, lo amarraron y lo echaron en el avión rumbo al gabacho, la fiscalía hizo circular un video del momento del supuesto ataque al ex rector de la UAS.    Asesinato. El breve video ni sirvió de nada. Se observa a la Raptor en la estación de Pemex y el arribo de una motocicleta con dos tripulantes y uno baja y abre la puerta del copiloto. Se supone que fue en ese momento cuando matan al maestro Cuén. La imagen permite ver al despachador relajado, sin reaccionar al ruido de un disparo de arma; no intenta cubrirse ni agacharse y da unos pasos a la Raptor. La camioneta acelera y avanza, haciendo caer la manguera dispersando combustible.******* El contenido  de la carta de “El Mayo” resultó ser veneno puro para el Palacio Nacional pero sobre todo para el gobernador Rubén Roca Moya. De ningún frente se pudo ser rebatir. Se conocieron acusaciones hechas en vida por Cuén. Habló de los millones que Rocha Moya recibió en su campaña para ser gobernador y que él sus hijos se hicieron de suntuosas residencias con los remanentes. También trascendió la ruta del avión que ese mismo jueves 25 de julio trasladó al gobernar Rocha y a toda su familia a Estados Unidos. Semejante coincidencia desertó sospechas fuera de Sinaloa. Porque en aquella entidad, las dudas son una especie de sospechas probadas del cómo los paisanos y amigos de Badiraguato alcanzaron el poder, unos del mundo criminal y los otros el poder político. Los reporteros hicieron su trabajo y no hubo consideraciones para un gobernador que los ha vilipendiado, maltratado e insultado. Hallaron que en aquel apurado viaje familiar de los Rocha, se treparon en un avión propiedad de Chuy Vizcarra, el adinerado dueño de Su Karne, alguna vez alcalde de Culiacán y que cuando quiso ser gobernador lo frenaron con una fotografía donde aparece al lado del “señor Zambada”, como se refiere Amlo al ahora ex invicto varón de las drogas. El vox populi de las calles culichis dice que Vizcarra y “El Mayo” son compadres. Y ahora se sabe que el dueño de Su Karne es amigo de Rocha Moya. Tanto que le presta su avión para salir del país. Dijo que de pasea a California. En Culiacán creen que por miedo a represalias de los Zambada o de “los chapitos”. Por algo o de algo se cuida el gobernador moreno.******* Las autoridad del país gabacho tiene marcaje especial a un oscuro personaje que hoy despacha como Secretario de Seguridad Pública del Estado de México. Se trata de Cristóbal Castañeda Camarillo un militar de carrera. Hace poco más de dos meses le dispendió ese nombramiento la maestra Rufina. Antes, desempeñó el mismo cargo en Sinaloa y a él le tocó el primero de dos “culiacanazos”, el ocurrido el “jueves negro”, el 17 de octubre de 2019 primero de dos aquel episodio de cuando Amlo ordenó liberar a Ovidio Guzmán, otro hijo de “El Chapo”. (El segundo “culiacanazo” se registró el 5 de enero de 2023). A finales de agosto del año pasado, Cristobal Castañeda renunció en Sinaloa. Tenía miedo a que atentaran contra él debido al “culiacanazo II”. Además, había quedado en medio de la pugna entre la “chapiza y “la mayiza”. La designación Enel Edomex se interpretó como un buen gesto de los de la 4t para los de Badiraguato. El otro al que le tienen marcaje personal es al alcalde de aquel serrano municipio. Se llama José Paz López Elenes. Sospechan de ser el enlace allá arriba con los que gobiernan la entidad.****** ¿Y que hay con la iniciativa del diputado local del PRI, Julio Cesar Covarrubias Mendoza? Pues el legislador local aduce que obligar a los jaliscienses dedica un domingo cada tres años a ir a votar es el método mas eficaz para acabar de una buena vez con ese elector antipático que nomás no quiere ir a las casillas por preferir el ocio, la calle, la parcela, el trabajo o la playa, o hacer lo que sea pero jamás ir a sufragar. Tiene sus datos el diputado, Que para elegir gobernador, en 2012 solo asistió el 54 por ciento, en 2018, se redujo al 58.6 por ciento y en junio pasado, votó sólo el 52 por ciento de los electores con credencial. Que para frenar ese descenso, habrá que modificar el Código Electoral del estado de Jalisco y aplicar ejemplares a esos desabridos electores. Dijo que en varios países ese método ha resultado efectivo para erradicar el abstencionismo y hace más difícil al fraude electoral. Además, asusta a quienes recurren a las tácticas de desincentivar la participación ciudadana en los comicios.

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