CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
Los ex tesoreros de Bahía de Banderas, de la pasada y la antepasada administración, Oscar Sánchez Martínez y Carlos Alfredo Ríos Hernández, han sido sancionados con una inhabilitación para desempeñar cualquier cargo público y entre ambos resarcir 27 millones de pesos a la Hacienda Pública Municipal.
Se trata de los hombres de confianza que los cuñados Rafael Cervantes Padilla y José Gómez Pérez depositaron la salvaguarda del dinero de los badebadenses en sus respectivos trienios.
Bien, que las autoridades hacendarias de la vecina entidad reclamen reembolsos de dinero y castiguen a dos ex tesoreros solo confirman e infame manejo de las cajas del dinero en el gobierno de Bahía de Banderas.
El charro Rafael Cervantes Padilla fue presidente municipal del vecino municipio entre el 18 de octubre del 2011 a octubre del 2014. Oscar Sánchez fue su tesorero desde el primer día y siempre prodigó un trato déspota a subordinados, empleados y ciudadanos. Fue en su oficina cuando Ismael “El Maylo” Duñalds perdió los estribos y armó un escándalo que le costó ir a conocer las celdas. Si a un ex regidor daba trato, un simple y mortal ciudadano no podía esperar trato digno del ahora. Cuando el zafarrancho, “el maylo” iba acompañado de su hija Mariel, ella sí regidora en funciones en esos días.
Supimos de varios trabajadores despedidos que al acudir a la oficina del tesorero de Cervantes Padilla, apenas los atendía, loa trataba con la punta del pie. A nadie de los que despidió le pagó su justo finiquito.
Al señor Oscar Sánchez lo seguían los escándalos. Una noche de octubre de 2012 él y sus amigos agarraron una borrachera en un “teibol” de Puerto Vallarta. Al tesorero en esos días lo seguían varios funcionarios municipales, entre ellos Alfonso Ramírez Morena, comandante de Protección Civil, y Ramón Alvarez, titular de vialidad y Joel Cerón Palacios, asesor jurídico de Cervantes Padilla y antiguo jefe de la policía. Por ir armados fueron pasados por una rigurosa revisión de personal de la Armada y armados pidieron ingresar al antro frente a Marina Vallarta. Luego escandalizaron al negarse en principio a pagar el consumo, el personal de la Marina les negó una segunda oportunidad y los presentó a la barandilla de Las Juntas. El alcalde de Bahía de Banderas abogó por ellos y solo así pudieron ver la luz del nuevo día.
Rafael Cervantes intentó primero ser candidato del PRI a la alcaldía pero cuando le cerraron las puertas, el Partido Acción Nacional le ofreció la diputación local por las dos vías, proporcional y relativa. Perdió la elección por mayoría pero pudo ser diputado local plurinominal y hasta coordinador de la fracción panista en el Congreso de Nayarit. En el 2011 ganó la alcaldía por el PAN y meses después, renunció para regresar al PRI.
Cervantes Padilla murió en mayo de 2017, a casi tres años de dejar de ser presidente. A su ex tesorero le inhabilitan 11 años para desempeñar cualquier cargo público. En dos semanas se cumplirán 6 años de concluir su gestión y a quien fue su tesorero lo condenan a resarcir a la Hacienda Pública Municipal 25 millones 725 mil 404 pesos con 91 centavos. Es probable que si Cervantes Padilla viviera también le hubieran fincado el mismo castigo administrativo. Él en su momento jefaturó una de las administraciones más infames en le historia del joven municipio que no va mucho más de tres décadas.
Rafa Cervantes le entregó la administración de Bahía de Banderas a su cuñado José Gómez Pérez. Entre los cuñados, casi nadie se pone de acuerdo en que de entre ellos ha sido el peor presidente municipal.
Allá por noviembre del año pasado, José Gómez fue a dar a la cárcel de Bucerías. Arrastraba algunos pendientes con la justicia, todos acumulados en su paso por la alcaldía. En por lo menos uno de esos expedientes aparecía Carlos Alfredo Ríos Hernández. Este fue su tesorero municipal.
A Ríos Hernández la Hacienda Pública Municipal le reclama rembolsarle 11 millones 489 mil 160 pesos con 71 centavos. Se le fincó responsabilidad administrativa por el desaseo cuando manejó el dinero de la tesorería en la era del “cheché” Gómez, una gestión tanto o igual de escandalosa que la de su cuñado y antecesor, Rafa Cervantes. El Diario Oficial del Estado, ya publicó el edicto que inhabilita a esos dos ilustres personajes, los dos ex tesoreros para ejercer ese y cualquier otro cargo público.
Ríos Hernández se le relacionó en aquel juicio judicial que llegó a la cárcel a Gómez Pérez y a quien fue su secretario general, Juan Carlos Fortanel en noviembre pasado pero pudo salir libre de ser vinculado. No se sabe a ciencia cierta si el monto a resarcir corresponde a parte de los 7.4 millones de pesos asignados a la construcción del puente-vado en el río Ameca. En principio, también a él le fincaron probables delitos de abuso de autoridad, coalición de servidores públicos ejercicio indebido de funciones falsificación de documentos en general y peculado, por los mismos que encarcelaron al ex alcalde y al ex secretario general del Ayuntamiento.
En aquel escándalo por el reclamo de un monto de 139 millones, asunto que se mantiene vigente, mucho se habló de la probable responsabilidad de Oscar Sánchez Martínez por su calidad de tesorero con José Gómez. De él dijeron haber sido quien rescindió el contrato con la empresa Administradora de Recursos Empresariales S.C., misma que tiene en jaque a las autoridades del municipio, incluyendo al actual alcalde Jaime Cuevas Tello. De acuerdo a esa historia, la jugada del tesorero de José Gómez fue entregarle el contrato de arrendamiento de “a presidencia de cartón” a la firma Grupo Minero Imex SAPI, de CV. Ese contrato de arrendamiento obligaba la paga de una renta mensual de 35 mil pesos por 25 años en un edificio, nuevo sí pero que se caía a pedazos.
De ese tamaño suelen ser las dagas que se cometen en el próspero municipio de la Riviera Nayarit y lo raro es saber ahora que se aplica castigo a dos ex funcionarios. Eso es una alentadora noticia.
Revolcadero
Vaya. Dimes lectura de apasionados defensores de la 4t que se confiesan decepcionados, muy molestos y hasta indignados porque la mayoría de sus diputados federales votaron en favor de la planilla encabezada por la priista Dulce María Sauri quien ahora presidirá la Cámara de Diputados. Es tanta el fervor que les costará mucho esfuerzo abrir algún día los ojos de que los morenos no son diferentes a priistas, panistas, perredistas, ecologistas, por la simple de unirlos a todos un mismo oficio: la política. Y todos, bueno, dos tercios de todos, como políticos razonables coincidieron en votar por la dama yucateca así honrar el acuerdo fundacional, como le llaman al acuerdo de rotar la presidencia entre los tres partidos con más legisladores. Que hubo manoteo presidencial, pues si, seguramente don santo Amlo, dio línea y hasta nuestra diputada federal del Distrito 04, la maestra Lorena Jiménez “votó por el PRI”. Que nadie se sonroje, porque sus pasiones los matan. Que ya sepan que hasta su deidad Santo Amlo hace acuerdos con los malosos y perversos priistas. ****** Por cierto, del segundo informe de Andrés Manuel López Obrador nos quedamos con las dudas de que tan ciertas y reales es su afirmación de que en materia de seguridad pública vamos bien. Hay serias dudas de si los números van a la baja, como afirmó nuestro presidente. Apenas unas horas después de entregar por escrito su informe y rendir informe en el Palacio Nacional, se reportó una balacera en un velorio que se celebraba en Cuernavaca con por lo menos ocho muertos. Uno de los Lebarón de Sonora y Chihuahua, ofendido por la afirmación de que ya no había matanzas, publicó su reclamo por semejante insulto. En Guanajuato todavía la vida no vale nade y se siguen matando todos los días. La organización Causa Común lleva un registro y ahí se obtiene que de enero a julio de este año, van 428 masacres. “Dice López Obrador que ya hay masacres. ¿Se olvida que la de mi hija y nieto fue durante el año que informa? Y las tantas ejecuciones del país, ¿Esas tampoco cuentan?¿Creerá que si no las menciona no existimos? Quiero vivir en su México, ahí todos seríamos felices” fue la publicación de Adrián Lebarón. ****** Quién será ese sobrino de Luis Reyes Brambila del que tan mal hablan quienes, sin identificarse con nombres, se dicen empleados defraudados por “el güerito de ojos azules”. Lo llaman por nombre de Omar Jonathan Reyes Guzmán, del que para mayores señas dicen que se pase en un lujoso automóvil Mercedes Benz color rojo y vive en una suite de las torres de Península. La historia que por escrito relatan es larga.
Los articulos de opinión son responsabilidad exclusiva del autor y no reflejan la línea editorial