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Javier Frias |

Devastación de su hábitat agrava riesgo de extinción del cocodrilo en la bahía

Este 23 de agosto se celebra el día del cocodrilo, el cual a pesar de existir desde hace millones de años en lo que hoy es Puerto Vallarta, en la actualidad enfrenta a su más grande depredador: el hombre

El crecimiento desmedido y sin planeación de la mancha urbana agrava el riesgo de la extinción del cocodrilo en Puerto Vallarta, según señaló Armando Rubio Delgado, licenciado en derecho ambiental e investigador con 20 años de experiencia en cocodrilos.

Y es que la población se ha mantenido difícilmente estable desde el 2000 en que ha sido estudiado en la zona, pues en la actualidad existen unos 250 ejemplares en toda la Bahía de Banderas, entre Nayarit y Jalisco, de los cuales 35 son adultos, 15 son hembras y 20 machos. “Estamos hablando de animales de más de 3 metros. Los demás son juveniles, de no más de dos metros”, detalló Rubio Delgado.

La conmemoración
Desde el 2002, el 23 de agosto México celebra el Día Nacional del Cocodrilo, en memoria de Miguel Álvarez del Toro, uno de los grandes investigadores del cocodrilo en el país, a la par de que la fecha fue decretada para concientizar a la población sobre la importancia de conservar a los que hoy son los reptiles más grandes de la Tierra, y que han sobrevivido desde hace 240 millones de años.

Y es que pese a ello, existe el mito que indica que en Puerto Vallarta estamos invadidos por cocodrilos, que existen ya muchos y que éstos ponen en riesgo al ser humano, cuando en realidad, es todo lo contrario.

Armando Rubio Delgado, licenciado en derecho ambiental e investigador con 20 años de experiencia en cocodrilos.

“No podemos hablar de una sobrepoblación, cuando a pesar de que la población se ha mantenido en casi 20 años, ésta es baja”, expresa Armando, quien refiere que existen datos históricos de investigadores que indican que aquí en la bahía habitaban miles de cocodrilos.

“Lamentablemente su hábitat se encuentra hoy en día fragmentado, destruido. Se le ha construido encima del hábitat del cocodrilo y pues él tiene memoria genética y tiene que buscar los cuerpos de agua donde pueda habitar. Es por eso que lo hemos visto en ríos donde anteriormente, entre comillas, no se les veía”, explica Armando.

Gracias a las redes sociales, se puede saber de la presencia del cocodrilo en ríos como El Cuale, El Pitillal, Palo Santa María, Nogalito. “Son animales muy dinámicos, se mueve mucho y más ahorita en temporada de lluvias se mueven de un lugar a otro, es por eso que parece que están en todos lados, pero recordemos que Puerto Vallarta está construida sobre el hábitat del cocodrilo”, destacó.

De bajo riesgo
Del 2006 a la fecha se han registrado 30 casos de mordedura de cocodrilo registrados en la zona, comparados con miles de casos de picaduras de alacranes, cientos de mordedura de víbora, por lo que representa solo el 1% en comparación con el resto de casos. Durante este mismo periodo, se han registrado solo 3 muertes por interacción con estos reptiles, siendo estas en 2010, 2017 y 2018.

Al señalar que las cifras de cocodrilos son bajas, pero estables, el investigador explica que su no crecimiento con el paso de los años deriva de varios factores. Principalmente por falta de espacio, aunado a que su autoregulación.
Aunque el porcentaje de eclosión (nacimiento) es del 90% promedio, lo que representan unos 400 ejemplares cada año, solo uno de cada 10 llega a un metro de largo y solo uno de cada mil podría llegar a adulto. “Son animales con mucha depredación. Las aves rapaces, animales salvajes, domésticos, incluso ellos mismos al ser caníbales”, detalla Armando.

Difícil futuro

El panorama a futuro para el cocodrilo en la bahía es difícil, explica Rubio Delgado, debido al crecimiento desmedido y desorganizado de la macha urbana.

“La tiene difícil. Si sigue este desarrollo sin organización, sin planeación del hombre con sus múltiples edificaciones su crecimiento va a mermar la población (…) queda muy poco donde puedan llegar a reproducirse, a cuidar a las crías y desarrollarse para que llegasen a adultos.

Tal vez en unos 30 o 40 años, quizás, el cocodrilo se extinga aquí en la zona y solo lo conozcamos en otras partes de la república, porque aquí ya no le están dejando mucho a donde ir”, puntualizó.

Medidas alternativas

Desde hace tiempo, existe la intensión de crear un cocodrilario en Puerto Vallarta, como el existente en La Manzanilla, municipio de Cihuatlán, el cual vendría a preservar la población de cocodrilos en la bahía y tal vez hasta incrementarla.

Armando comenta sarcásticamente que la bahía está invadida de cocodrileros en lugar de cocodrilos. “Somos más de 45 personas que trabajamos con cocodrilos en Puerto Vallarta y Bahía (de Banderas)”, señala Rubio Delgado, al agregar que se ha trabajado en protocolos, pues existe coordinación entre los “cocodrileros”.

Destaca la existencia de especialistas en la materia, tal es el caso de los existentes en el Centro Universitario de la Costa de la Universidad de Guadalajara, donde incluso se cuenta con un cocodrilario, por lo que la creación de un más en Puerto Vallarta “es factible”, destaca el investigador.

En meses recientes, tras la muerte de cocodrilos en la zona, así como su rutinario avistamiento en áreas como playas, el alcalde Arturo Dávalos Peña, retomó la iniciativa de crear un cocodrilario, en el cual no se confinarían a los cocodrilos, sino que se delimitaría el espacio para su investigación, reproducción e incluso apreciación, siendo este un atractivo turístico más de la ciudad.

“Este lugar puede ser una opción incluso para los ejemplares que se han vuelto perniciosos, aquellos que han sido capturados más de veinte veces, debido a que la gente los ha acostumbrado a su presencia, los alimenta, entonces este lugar sería idóneo para estos”, expresa Armando, al agregar que además el cocodrilario contribuiría al desarrollo, reproducción e investigación de la especie existente en la zona, que es el cocodrilo de río.

La creación de un cocodrilario requiere de un gran trabajo, destacó el especialista, quien explica que para ello debe crearse un plan de manejo y desarrollo, a la par que debe autosustentable, por lo cual, de concretarse este proyecto, vendría a disminuir el riesgo de extinción del cocodrilo, en incluso su reproducción.

El dato
En México existen tres de las 23 especies existentes: cocodrilo de río o real (Crocodylus acutus), cocodrilo de pantano (Crocodylus moreletii) y caimán (Caiman crocodilus).