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Gerardo Sandoval Ortiz |

Alfaro acciona “el botón” y su arma contra el Covid

CONTEXTOS

Gerardo Sandoval Ortiz 

 

Inquietos por la amenaza del “botón rojo”, atrapados en la incertidumbre del fin de semana, varios amigos preguntaban ansiosos qué pasaría si el gobernador Enrique Alfaro se salía con la suya, paralizaba la actividad económica y ordenaba un nuevo aislamiento en casa.

La escalada de contagios en las últimas semanas hizo ineludible el cumplido de accionar el temido “botón rojo” y condena a los habitantes de la entidad a limitarse durante las siguientes dos semanas a ir de casa a trabajo y viceversa.

A menos sea una empresa de servicios o productos esenciales, no habrá trabajos nocturnos. La diversión nocturna se restringe a no más después de las ocho y media de la noche. A las nueve de la noche se detiene el servicio del transporte urbano; taxis Uber y otras plataformas, se someten a la prohibición total los dos fines de semana.

El gobernador Alfaro Ramírez asume las consecuencias de la decisión que regirá a partir de este fin de semana pues como político, sabe que no tomar decisiones es peor que cometer errores.

Esta mañana de miércoles 28, el ejecutivo anunció su ordenamiento y de inmediato los ciudadanos inundaron las redes sociales con sus opiniones, unos a favor otros en contra. En suma, las opiniones contienen una gran dosis de política, en correspondencia a la ración política que le imprimió Alfaro a la toma de decisión.

Se aproximan días difíciles para Alfaro y su gobierno. Recién reabrió un frente contra el ejecutivo federal, Andrés Manuel López Obrador, aunque aliado a otros nueve gobernadores que reclaman las injusticias del reparto del presupuesto federal y amenazan romper el pacto fiscal.

Desde su aparición allá a mediados de marzo, no ha sido domado el virus del Covid-19 y en las últimas semanas se dispararon los casos en Puerto Vallarta y todo Jalisco. Es la razón médica de Alfaro.

En el corte de apenas este martes 27 se informó que por segundo día se rompió el record de contagios en la entidad al contabilizarse 904 personas contagiadas ese día para sumar un total de 89 mil 988 casos. De acuerdo a la Secretaría de Salud estatal, hasta el martes hubo 3 mil 967 jaliscienses fallecidos, y ya para el miércoles se rebasó la barrera de los cuatro mil muertos. Un día antes, el lunes, se registraron 916 nuevos contagios pero desde el viernes 23, se detectó un incremento consistente. La SSJ registró el martes 16 nuevos contagios. Para ese día, los contagiados eran arriba de los 4 mil casos y 458 muertos.

Fueron estas cifras las que apuraron la decisión de Alfaro de tomar nuevas medidas a entrar en vigor este viernes 30. Se consideró el porcentaje de saturación que registran los hospitales de la entidad. Tres hospitales públicos se reportaron saturados, entre ellos la clínica del ISSSTE aquí en Puerto Vallarta, la 45 del IMSS en Zapopan y la enfermería militar de Zapopan.

Por como mandatario se está dando a conocer Alfaro, por sus constantes choques con López Obrador y jugarle a contracorriente, Alfaro no parece ser esa especie de coyote que cuando todos aúllan, también debe aullar con ellos, para no temer lo confundan con un gato.

Jalisco es la única entidad con semáforo rojo a partir del fin de semana y por los siguientes 14 días. No hay toque de queda pero su mandato contempla aislarse en casa después antes de las nueve de la noche. Porque el 80% de la economía local, acá en Puerto Vallarta es flexible los horarios. No hay orden a los policías de arriar a casa a quienes anden en la calle pero los inhibe al retirar el transporte público, camión y taxis de plataforma.

La vida será sencilla de este viernes 30 de octubre al viernes 14 de noviembre. Del trabajo a casa aunque por cierta generosidad del gober, se podrá ir un rato a la playa, abiertas hasta las tres de la tarde. Del lunes a viernes, pueden abrir las cadenas de grandes supermercados y cerrar a las 20:00 horas pero los fines de semana esas tiendas como Walmart, Sorianas, anclas de los grandes centros comerciales, paran actividades. Es la forma hallada por Alfaro para intentar persuadir las sociales visitas de paseo, que no de compras, a los suntuosos centros comerciales de las ciudades.

Los tianguis paran. Los mercaditas municipales y privados, cierran puertas. Las tiendas de abarrotes del barrio tienen permiso de abrir. Del lunes al viernes, los caminos urbanos circulan desde las seis de la mañana hasta las 9 de la noche y quien requiera transportarse los fines de semana, con vehículo personal tendrá como única opción taxis amarillos. Las fiestas familiares en casa con más de 10 personas pudieran ser interrumpidas por la autoridad.

Los grandes hoteles permanecen intocables y apenas se les ordene cerrar sus áreas comunes, albercas, áreas verdes, sus salones. Los visitantes podrán mantener sus reservaciones aunque se les hace saber que no tendrán sus eternas diversiones nocturnas.

Hay generosidad también con los restaurantes. Al expedir alimentos, entran a la categoría de ser establecimientos esenciales, no se ordena su cierre pero deben someterse a restringir horarios y ser más estrictos en solicitar a sus comensales en las medidas preventivas.

La ley es dura pero es la ley y en Jalisco, los mandamientos del ejecutivo son ley y deben cumplirse. No ordena paralizar la actividad económica ni mucho menos ordenó cerrar las fuentes de trabajo. Más bien ataca el entretenimiento social al restringir en su totalidad la diversión nocturna y encuentros cotidianos que suceden todas las noches en restaurantes, clubes sociales, campos deportivos, centros culturales, cines, iglesias.

¿Hay culpables y son nuestras autoridades? No habrá acuerdos aceptado para obtener una respuesta unánime a la pregunta anterior. No sabemos a ciencia cierta si tienen derecho, unos a armas su fiesta, otros a recriminar a los enfiestados, supuestos orígenes de los contagios.

Quizá vale recriminar a los gobiernos la ausencia de iniciativas de apoyos a las familias que son sentenciadas al desamparo y a cortar el suministro de sus alimentos. El gobierno municipal, como el de mayor proximidad hizo un esfuerzo por proveer una despensa alimentaria en los primeros meses de la pandemia. El gobierno estatal cooperó con muy poco. El gobierno federal, López Obrador, quedó a deber toda ayuda y negó aprobar una iniciativa que por ley lo obligaba dar apoyo en efectivo.

 

Revolcadero

 

Los presidentes municipales geográficamente hermanados, Arturo Dávalos Peña de Puerto Vallarta, y Jaime Cuevas Tello de Bahía de Banderas, cada que se reúnen hacen gala de la armonía y coordinación de los dos gobiernos en materia  urbana. Sin embargo, quizá por los mandamientos de sus respectivos gobernadores, se han batido en la descoordinación total en sus respectivas estrategias para defenderse de los embates de la pandemia. Puerto Vallarta fue el primero ordenar su aislamiento total y cerrar negocios como por ejemplo venta de bebidas alcohólicas. Famosos aquellos autos atorados con cajuelas repletas de cerveza. Luego, el papel se invirtió, los vallartenses cruzaban el río Ameca para abastecerse de cerveza mientras allá se impuso la veda. Más reciente, mientras Nayarit mantenía cerrada sus playas, acá se abrieron. El flujo del turismo doméstico fue de Bahía de Banderas a Puerto Vallarta. Las cruzadas al norte del río, volverán este fin de semana. Promotores de eventos deportivos ya se alistan para reanudar sus competencias en campos de poblados vecinos de Bahía de Banderas.***** ¿Y qué con el otra frente de Enrique Alfaro, su pelotera contra Andrés Manuel López Obrador? Pues es real y no simulada esta reyerte de Alfaro y mueve gobernadores más contra o  Santo Amlo. Es otro round de aquellas épicas batallas que desde el primer día del México Independiente, desde los rincones del país reclaman por un trato más justo y equitativo a quienes desde el “centro” distribuyen los recursos. El criterio de un “centralismo” injusto al momento de retribuir a las entidades el presupuesto siempre ha estado presente en las sublevaciones regionales, de los estados. No será la primera vez que un gobernante de Jalisco exige atención a su demanda de trato justo. Tampoco es el primer estado que amenaza con romper el pacto fiscal o republicano. Si acaso será la primera vez que un grupo de diez gobernadores se unen para emplazar al presidente de la república. Se vienen jornadas de mucha agitación política.****** Y hablando de política, el gran acertijo que todos intentan descifrar es saber qué aviesas intenciones oculta Ramón Guerrero Martínez al ordenar una serie de pautas publicitarias de antiguos videos donde aparece en posición estelar y paladín del desarrollo del destino. Hace gala de su buen oportunista olfato político al hacer circular un video en donde una vez desde la tribuna del Congreso local lanzó su iniciativa de abrir por ley las ventanas al mar. Es decir, con su video dice a los legisladores federales de Morena que varios años antes él impulsó la iniciativa de abrir accesos a las playas. ¿Oportunismo?  Porque días atrás los morenos presumen ser autores de una ley que reafirma el carácter de ser públicas las playas y obliga mantener accesos libres y abrir accesos cerrados por desarrollos privados. Y pues bueno, en eso “el mochilas” nos recuerda que fue pionero en eso. Y no, no sabemos si el de Ayutla hará otro intento por recuperar el feudo que una vez fue suyo, la alcaldía de Puerto Vallarta.