La contingencia se registró a las 2 de la mañana del lunes 4 de marzo de 2019 y durante 26 horas se vertió un estimado de 35 mil m3 de aguas negras, mismos que fueron contenidos por el estero El Salado
Luego de un año del colapso de uno de los tubos del colector Centro-Norte de Seapal Vallarta, se han tomado medidas para mejorar la conducción de las aguas residuales a la planta de tratamiento norte, sin embargo, aún existen e riesgo de que vuelva a suceder y derrame como el ocurrido la madrugada del 4 de marzo de 2019.
El hecho
Esa madrugada, los vecinos de la Parque Las Palmas fueron despertados por un fétido olor, al momento que comenzaron a ver que por la calle había aguas negras que amenazaban con entrar a sus hogares. El origen, fue la esquina que conforman las avenidas Las Palmas y México, debido a que uno de los tubos del colector centro-norte de Seapal se rompió.
Se estima que durante 26 horas se derramaron unos 35 mil metros cúbicos el aguas negras, mismos que fueron a parar al estero El Salado, quien contuvo este cúmulo y evitó un desastre tanto natural como económico para la ciudad.
Luego de que se presentó la contingencia, personal de Seapal Vallarta comenzó a atender el derrame, al momento que atendía, como podía, las múltiples quejas tanto de vecinos, como los conservacionistas que de inmediato llamaron a rescatar al estero.
El colapso sucedió el lunes, pero fue hasta el viernes 8 que se logró reparar y sustituir la tubería, en tanto los días previos se llevaban a cabo trabajos de saneamiento en el estero como en la zona aledaña al derrame. De estos hechos, fueron interpuestas al menos cinco denuncias, cuyo final se desconoce.
A un año
A 366 días (por ser este año bisiesto) Seapal Vallarta señala que desde que se presentó la contingencia, “se tomaron las acciones necesarias para poder acelerar el proceso de ampliación del nuevo colector”, ese que se dirige desde la zona del colapso hacia la planta de tratamiento. Sí, esa obra que está en marcha y que conduce por la avenida Las Palmas, frente a la Fiscalía, hasta conectarse a la carretera Federal 200 y continúa hasta su destino final.
A un año del colapso, Seapal Vallarta aceleró los procesos de ampliación del colector, toda vez que a pesar de que el proyecto estaba presentad desde mediados de la década pasada, la obra no se ejecutó, lo que trajo consigo la ruptura del tubo, esto en cuanto a la infraestructura, destaca Osvaldo Granados, jefe del departamento del comunicación social del organismo operador.
Asimismo, se tomaron las acciones y medidas necesarias para que también el estero El Salado quedara saneado al 100%. “Y no lo decimos nosotros, se contrató una empresa para que hiciera el análisis y el estudio donde se determina a través de los exámenes de laboratorios y de las normas oficiales que el Estero quedó bien quedó saneado. Que no hay vestigios de esa fuga”, asegura.
El riesgo
Sin embargo debido a que el sistema de conducción de Seapal Vallarta es muy viejo (Mediados de la década de 1970), no se descarta que un derrame vuelva a suceder.
Se trata de más de 2 mil kilómetros de tubería de distribución de agua potable y una cantidad similar de drenaje, mismas que datan de 1977, cuando fue creado el organismo y al año siguiente (1978) entró en operación la red. “Entonces esa infraestructura en lo general es vieja”, añadió Granados, al destacar que se requiere “y siempre se dijo desde la gestión del ingeniero Javier Rojas, que se requería esa parte del colector, se requería rehabilitar o mantener la planta Norte 2 y que otros de los retos era generar nuevas fuentes de abastecimiento”, de las cuales han sido perforados 2 nuevos pozos, mismos que en días pasados fueron puestos en operación.
Por tal razón, el riesgo de que un nuevo colapso vuelva a suceder está latente, pero irá disminuyendo conforme sean sustituidos esos miles de kilómetros de tubería vieja, pero ahora ya será responsabilidad de la autoridad local, una vez que el organismo pase a sus manos, tras una larga controversia constitucional por la cual la Suprema Corte de Justicia de la Nación resolvió que Seapal Vallarta sería administrado por el municipio y no más por el estado.