Tiene más de 20 años de uso el 47% del parque vehicular en este municipio, dice la dependencia con miras a la verificación
Aunque por ser una ciudad porteña con brisa constante, en Puerto Vallarta hay contaminación del aire provocada por automotores por el elevado promedio de vida del parque vehicular –de 18 años-, cuya tecnología ya no es eficiente y emiten más contaminantes de los que permiten las normas federales. Y esos contaminantes tienen efectos perjudiciales en la salud de las personas.
Así lo manifestó Abraham Torres, director general de Calidad del Aire de la Semadet, como preámbulo al presentar detalles del programa de Verificación Responsable, que a partir del primer día de abril empezará a aplicar en Puerto Vallarta con la apertura del primer centro de verificación.
El funcionario hizo un resumen de las condiciones de temas de calidad del aire vinculada a las fuentes móviles en el estado, aterrizando algunos datos en la región.
De entrada, refirió que en Jalisco los automóviles contribuyen con 65% del monóxido de carbono que se desprende en el estado, y 55% de los óxidos de nitrógeno, ambos muy perjudiciales para la salud humana.
“Aunque en Puerto Vallarta las condiciones geográficas permiten un poco la liberación de la concentración de contaminantes, es una realidad que todos los días tenemos los escapes prácticamente en nuestras rodillas y respiramos esos contaminantes”.
Detalló que el monóxido de carbono es incoloro e inoloro, entonces aunque no lo veamos, un vehículo puede estar emitiendo ese contaminante. “Los óxidos de nitrógeno cuando se concentran vemos una pequeña nata medio naranja y café en la atmósfera, y cuando entran en contacto con la radiación solar se descomponen y convierten en ozono, el cual irrita nuestras vías respiratorias y nuestros ojos, por eso lloramos cuando hay concentraciones elevadas de ozono”.
Advirtió que cuando están irritadas nuestras vías respiratorias entran con mayor facilidad tanto el monóxido de carbono como partículas suspendidas de polvo o arena, que suelen acarrear bacterias, virus, gérmenes que provocan muchas enfermedades en el corto plazo.
“El monóxido de carbono en el corto plazo genera mareo, dolor de cabeza, irritación, pero al largo plazo se pega a nuestra sangre, a la hemoglobina y eso provoca que nos llegue menos oxígeno al cerebro, al corazón, a los pulmones, etc. Estas son repercusiones que se tienen y desafortunadamente quienes más lo sufren son las personas más vulnerables, quienes no tienen un auto, porque tienen que caminar para abordar el transporte público y todos los días respiran esta concentración de contaminantes”.
Dijo que la edad promedio del parque vehicular en Puerto Vallarta es de 18 años y el 47% tiene más de 20 años, esto nos habla de que su tecnología no es tan eficiente como la de los vehículos actuales y si han pasado estos 20 años sin recibir el mantenimiento adecuado, con afinación, mantenimiento correctivo de su sistema de control de emisiones, están contaminando más de lo que tienen permitido de acuerdo a normas federales.
Puerto Vallarta tiene el 26% de los vehículos que se concentran en las ciudades medias de Jalisco.
“En Jalisco se estima que los contaminantes generados por vehículos provocan alrededor de 256 muertes al año por cada millón de habitantes. Es difícil hacer estas estimaciones, hay estudios que correlacionan las diferentes causas de la muerte con los temas de calidad del aire, sin embargo, en los certificados de defunción no se especifica que ocurrió por la mala calidad del aire. Existen muchas cifras negras de personas que tienen padecimientos relacionados con la mala calidad del aire”.
Apuntó que en términos económicos, se pierde una gran cantidad de dinero en temas relacionados con la mala calidad del aire, de personas que tienen que gastar en consultas, estudios, medicamentos, porque enfermaron de las vías respiratorias, de la cabeza, del corazón, o porque no pueden acudir a trabajar porque están enfermos. “Todo lo anterior se pierde por no controlar la calidad del aire”.
En la región Costa-Sierra Occidental, Atenguillo, Cabo Corrientes, Guachinango, Mascota, Mixtlán, Puerto Vallarta, San Sebastián del Oeste y Talpa de Allende se tienen 145 mil vehículos registrados, aunque hay que considerar una cifra negra que no se tiene en cálculo específico de vehículos que llegan de la zona metropolitana de Guadalajara y de los municipios colindantes.
Cabe señalar que todos estos argumentos los emplea la dependencia para tratar de convencer a la población de que es indispensable la aplicación del programa de verificación responsable, el cual ha tenido rechazo casi generalizado porque la gente considera que Puerto Vallarta está muy lejos de presentar una problemática como la que enfrenta la zona metropolitana de Guadalajara.