CONTEXTOS
Semanas atrás, un familiar sufrió un accidente menor y dada la proximidad del Hospital Regional, obligó llevarlo a su área de urgencias. El costo de la atención médica, acaso la hora y media que ocupó un mueble, fue poco más de mil pesos.
En otros tiempos, bastaba el desaparecido Seguro Popular para que la atención médica, incluyendo medicinas, si era necesario cama y hospitalización, todo el servicio podía ser totalmente gratuito. Claro, solo era necesario acreditar la afiliación a dicho programa de gobierno, trámite también gratuito.
En su “mañanera” de este jueves 1 de julio, Andrés Manuel López Obrador reconoció lo que no es usual en él, que el servicio de salud, es uno de sus grandes tropiezos de su gobierno. A dos meses y tres semanas por concluir su gestión, AMLO habrá incumplido su promesa de ofrecer servicios médicos gratis para todos los mexicanos y de una calidad “como la de Dinamarca”.
Cuando se nos dio el costo de la atención médica de nuestro paciente, particularmente no hubo sorpresa que por algún gel para una quemadura menor y la debida la receta de un analgésico y antibiótico el costo superara los mil pesos. La atención fue oportuna y de primera, en cierto modo, mejor que un hospital administrado por el gobierno federal -ISSSTE, IMSS-. Por lo demás, el Hospital Regional es administrado por el gobierno estatal.
A diferencia de sus antecesores, Claudia Sheinbaum tomará posesión y rendirá protesta el martes 1 de octubre y no el 1 de diciembre, de acuerdo a una reforma que entró en vigor el mismo día López Obrador hizo lo propio en diciembre de 2018. Es decir, AMLO concluye su mandato el 30 de septiembre
En el ocaso de su sexenio, López Obrador para dedicarse a un proceso de expiación, de redimir sus culpas. Sin embargo, suponer semejante conjetura pudiera ser engañosa pues si algo ha demostrado es que nuestro presidente, no posee esa humildad como para asumir culpas, las ajenas ni las propias. Cuando dice que no es hombre de venganzas ni de odios, en realidad, parece decir y todo lo contrario.
El jueves, un periodista le elogió que por resultado de la Financiera para el Bienestar desapareciera Telégrafos Mexicanos y sus “giros” postales de dinero de tanta demanda por la clase estudiantil hace unos años. “Pero no todos han sido el mismo caso, tenemos el Insabi…”, le soltó el reportero, Alejandro Alemán, no sin catalogar al Insabi como una institución bastante gris, que no solucionó problemas y que debió desaparecer y dar paso al IMSS-Bienestar.
Luego de darle vueltas tratando de esquivar, soltó y un comentario que asombró a los periodistas alineados a él: En el caso de la salud, lo que me planteas, que tienes toda la razón, ahí no funcionó lo que teníamos pensado. Desde el principio, ¿eh?, teníamos pensado lo del IMSS-Bienestar porque yo traía la experiencia, yo fui director del Instituto Nacional Indigenista, en Tabasco, cuando salí de la escuela, joven, en 1977…”.
Y como para redimirse, enseguida AMLO se aventó sus peroratas, que pensó en la exitosa experiencia de sus años en su natal Tabasco cuando en los gobiernos priistas le confiaron aplicar programas en comunidades a través del Instituto Nacional Indigenista, cooperativas de transporte, créditos “a palabra” a ganaderos, vacas, becerros, crías… pero su Insabi fracasó.
Recordó en su “mañanera” que por aquellos años se creó el Coplamar sin embargo pudo haberse perdido en los tiempos. “Estamos hablando del gobernó de López Portillo, 1982, 76-82 el sexenio, y Coplamar… “.
En Tabasco, Amlo le reportaba a Leandro Rovirosa, que en efecto fue gobernador de Tabasco a partir de 1977 pero desde el primer día del gobierno de Luis Echeverría Álvarez despachó como titular de la Secretaría de Recursos Hidráulicos (1 de diciembre de 1970 al 22 de agosto de 1976). En algún libro que dimos lectora meses atrás se cuentan detalles de las andanzas de aquel de cuando cultivo contacto con las clases más necesitadas y abandonadas de su estado. Porque como presidente de la república, se aisló y en la última visita a su tierra natal no se atrevió a darles la cara en la calle.
En algún momento, al cabo de uno de sus extravíos en diversos temas, AMLO, regresó al asunto de la salud, pero ya recurriendo a las clásicas cuartadas, como con ganas de mantener inmaculada su purificación: “Entonces, eso no funcionó del todo. Un secretario de Salud de entonces se opuso a que en la descentralización de salud se incluyera a lo que fue al principio el IMSS Coplamar y entonces se quedó centralizado en el Seguro, fue lo único que quedó centralizado. Bueno, pero entonces, regresando al tema, decidimos: A ver, vamos a aplicar esto. Hubo muchas resistencias y entonces cometimos… No cometimos, decidimos crear el Insabi buscando así resolver. Pero los de Insabi, y además las inercias, llevaban a que al final lo hiciéramos lo mismo: entregarles los fondos a los estados”.
Para dar por cerrado s exposición presumió haber logrado compras de medicamentos en el extranjero añadió “porque como tenían el negocio de la venta de los medicamentos unos cuantos, un negocio jugosísimo, tenían tanto poder que no se podían comprar medicamentos en el extranjero, la ley no lo permitía; tuvimos que cambiar la ley para poder comprar los medicamentos en cualquier parte del mundo. Era un monopolio, tenían el control de la compra de los medicamentos en beneficio de 10 empresas, que ni siquiera eran laboratorios, eran empresas”.
Lo anterior es poco creíble. No hay forma posible que unos cuantos empresarios se le opongan y todavía salgan ganando al Estado. En realidad, el gobierno fracasó en su objetivo central, quitarle el negocio de las medicinas a los proveedores y hacer compras directas de medicinas a precios más bajos. De acuerdo a diversas investigaciones periodísticas, en efecto, se compró medicinas en el extranjero, pero a precios más altos a los contratados con empresas mexicanas. Inclusive, se recontrataron compras en el mercado local.
A largo de todo el sexenio, era cotidiano escuchar desde el Palacio Nacional que los prianistas, que los conservadores, que la derecha, privatizó, que al menos intentó privatizar la salud. Probablemente tienen razón, pero al final de este primer sexenio de la 4T, son más los mexicanos obligados a que pagar por una consulta médica con el médico de la “farmacia similar” del barrio, la consulta con un especialista, y comprar la pastillita en cualquier farmacia y así aliviar los dolores de la familia.
Lo acepten AMLO y su 4t, el seguro popular, dejó en el desamparo a millones de mexicanos y los condenó a pagar consultas y medicinas. Este fue un modo de privatizar la salud y hasta “Don Simi” fue uno de los grandes beneficiarios de sus obras. Ha. Si, hubo logros y algunos se publicitan en la “mañanera”.
Revolcadero
Una línea arriba, la frase, “Ha. Si, hubo logros y algunos se publicitan en la “mañanera”, se planteó a manera de preámbulo a un insidioso y breve comentario de la aportación de un remedo de periodista cuya incontinencia verbal debería avergonzar a los profesionales de la comunicación. Este individuo, figura propia de la picarezca política mexicana y una suerte de patiño del presidente de Don Santo Amlo, tomó el micrófono solo para decir: “Bueno, presidente agradecerle a usted, presidente, porque se ha formado una nueva hermandad, una nueva hermandad de youtuberos, ente Charco Político, Campechaneando, Nopal Times, Sin Censura, Chapucero y su servidor Lord Molécula. Tenemos una audiencia de ocho millones de personas. Presidente, también solicitarle: como me dijo que no era posible una manita de dominó allá en Palenque, si pudiera ser una manita aquí en Palacio Nacional.******* Y para jubiló y regocijo de Lord Molécula Don Santo Amlo le dio puntual respuesta: “Bueno, vamos a analizarlo. Vamos a ver cómo le hacemos. Independientemente si jugamos dominó aquí o en Palenque, decirte que te estimamos mucho; para hacerlo en primera persona, te estimo mucho y mereces todo mi respeto. Y eres mi amigo y eres una gente que te dedicas a tu profesión, que lo haces con gusto, se ve. Y para todo en la vida se requieren ganas y se ve que tu tuenes ganas. Y larga vida te deseo”. A las conmovedoras palabras, le respondió un solemne “Gracias, por sus palabras señor presidente”. Y enseguida planteó su primera pregunta, de que de cual de tantos “factores”, (heredar un México más justo, igualitario…) cosas, hechos, logros, acción, lo haría pasar a la historia, su ambición legítima, que él como presidente se propuso logra ese propósito. La respuesta fue seca: eso lo decidirá el pueblo. Solo habló de sentirse orgullo de su combate a la pobreza y estar satisfechos de los resultados.****** También, en las postrimerías de su gestión interina, el presidente municipal de Puerto Vallarta, Francisco José Martínez Gil está pasando las de Caín. Ya no puede controlar su grado de irritación ante el cuestionamiento de la periodista Carolina Gómez Aguiñaga, según se puede observar en un breve video que circula profusamente en las redes sociales. Amigos y conocidos de antaño le han recordado al Pepe Martínez el qué y el cómo era cuando en sus años mozos.
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