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Gerardo Sandoval Ortiz |

Victima del «estafador de Vallarta» bajo la zozobra y temor

CONTEXTOS

 

Gerardo Sandoval Ortiz

 

“Mi nombre es Sara Castro Cristóbal. Tía política de Fabián Peña y víctima de fraude del mismo. Hace un par de años engañó a mi esposo con un contrato de promesa de compraventa de una casa, por $40,000 y me la quitó. Ahora me armé de valor y estoy en proceso por recuperar mi casa ya que él no actúa solo es una red de abogados familiar en el que está su sobrina Elizabeth Peña quién confabulado con él fue a los juzgados en UMA y falsificaron mi firma para quitarme mi propiedad”.

Desde hace algunos meses, supimos que Sara Castro enfrentaba el cruel intento del despojo de su propiedad que, paradojas de la vida, se halla a unos metros a del edificio de la Fiscalía Regional de Justicia, donde se desahoga el Expediente 406/2021.

A Sarita Castro la conocimos hará cosa de unas dos décadas, como presidenta de la junta vecinal de la colonia El Crucero de Las Juntas; daba lata en la redacción de Tribuna de la Bahía, hasta donde recurría para lograr atraer la atención de la autoridad municipal y solucionar a problemas de los colonos, entre otros, las constantes inundaciones. Con esa representación, dejó constancia de su perseverancia y solidaridad por problemas del vecindario.

Sara Castro no vive sus mejores tiempos y en unas cuantas líneas finalmente se animó a exponerlo en público en una espontánea reacción a la información que el periodista Jorge Olmos público con el título: “El estafador de Vallarta, Fabián Peña, suma otra víctima a su carrera delictiva”.

Si bien, nos dejó azorados Sarita Castro por orear su caso, también es cierto que nos quedamos anonadados al leer otras historias que definían al aludido, un abogado egresado de la UNIVA, como un profesional de conducta que desborda la legalidad.

La información de Olmos abrió hilo a la presunción de tratarse de un contumaz infractor de leyes, “que incluso tiene denuncia en la Fiscalía por supuesta violencia familiar”. Cita el nombre de una víctima, del que por el momento eludidos detalles.

Sarita habló que el aludido, “Fabian Peña” es parte de un grupo familiar de abogados y se refirió, “Elizabeth Peña”, como sobrina de Fabián -de la que en otras ocasiones la citó como “hija”- como parte de otros mas que se han “confabulado”. En la trama aparece Karla Elizabeth Rodríguez Alva, sobrina política de Sara Castro.

Cuando por primera vez escuchamos el relato de la propiedad de la Privada Bahía Pelícanos, la tomamos como un abuso de un familiar a otro. Las evidencias y testimonios nos decía que una parte, los Peña, intentaba aprovechar la oportunidad de cometer el despojo a una dama que creían débil por haber sufrido la desaparición de su esposo.

El viernes 4 de marzo, repentinamente y sin dejar rastro, desapareció Javier, el esposo de Sarita. Por razones que constan en la carpeta judicial, ella refirió nombres que cree sospechosos.

A la par, en el Juzgado Tercero Civil, Sara avanza el juicio donde ella defiende la propiedad del pequeño coto privado de la avenida Parque Las Palmas.

Bien, resulta que la casa la Privada Bahía de Pelícanos, antes de desaparecer Javier se la prestó para vivir a su “sobrino” Cesar Peña y su esposa Karla Rodríguez. Cesar es sobrino del abogado Fabián Peña. Sarita desconocía la existencia de un supuesto contrato privado de promesa de venta y cesión de deuda firmado por su esposo, el cual consideró nulo por derecho por no firmarlo ella. Se acercó a un abogado y se presentó el juicio en el Juzgado Tercero.

Sin embargo, el lunes 20 de junio supo de una acción de desistimiento. Lee resultó tan extraño como sospechoso que el juzgado haya dado por válido un oficio que ella no firmó. Le quedó perfectamente claro que le habían falsificado. Fue el 13 de mayo cuando se le dio entrada al oficio del desistimiento contra Karla Elizabeth Rodríguez Alva y/o Javier Ayala San Vicente.

El oficio de marras, con el que tratan de convencer al juez que la denunciante se desiste de su acusación lo promovió Fabián Peña y Elizabeth Peña Rodríguez. Fabián Peña es el cuñado de Karla Rodríguez, quien se propuse hacer válido aquel contrato privado de promesa de venta y cesión a cambio de los 40 mil pesos, un préstamo que Sarita reconoce obtuvo su esposo antes de desaparecer.

Desde la desaparición de su esposo, sobre Sara Castro se desató una seria de amenazas de tal modo que hasta su salud se ha deteriorado. Cuando supo de la falsificación de su firma estaba dispuesta a hacer público como una forma de al menos intentar con tener la agresividad de los familiares de su desaparecido esposo, pero también decepcionada e impotencia por sentirse atrapada entre quienes intentan despojarla en complicidad de autoridades, en el juzgado y en la Fiscalía.

El martes 28 de junio, Sarita tenía cita con un psicólogo por parte de la Fiscalía, cuando por primera vez advirtió que era vigilada afuera de su casa. “Tengo miedo”, confió al autor, pidiendo no publicar su caso.

El miércoles 31 de agosto recibimos en audio un último mensaje de Sarita. “Sigo teniendo problemas con lo de mi casa, con la familia de mi esposo. Yo llevaba bien mi caso de la casa de Pelícanos donde me falsificaron mi firma donde yo me desistía y me enojé tanto que yo saqué a la sobrina de mi esposo. Entonces quedamos que nadie podía entrar hasta que se hiciera el proceso”, relató.

Resultó que el miércoles 23 de agosto fue a su casa de Bahía Pelícanos y halló que la puerta había sido violentada. Al interior había basura y sillas viejas. Reportó el allanamiento y llegó una patrulla. “Ay señora, es usted”, le dijo un policía, quien le preguntó si ya había denunciado. A la afirmación, el mismo policía se despidió con un “yo ya no puedo hacer nada, eso corresponde ya a la Fiscalía” y se fue.

Sin embargo, no transcurrieron muchos minutos cuando arribó otra una patrulla. Los policías iban acompañados de Elizabeth Peña. Se sintió obligada exhibir escrituras tratando de convencer ser la legítima propietaria cuando la abogada la interrumpió con una abrupta amenaza, “cállese señora porque si no la voy a meter a la cárcel”, optó por introducirse a su casa. “Como estaba muy prepotente, me metí y le llamé al 911”, narra en el audio. Cinco minutos después, un comandante de la base central ordenó a la patrulla que transportó a la abogada Elizabeth Peña abandonar la casa.

La fama pública de Fabián Peña Ayala, de Elizabeth, la hija o sobrina, de toda la familia, va de ser agresivos hasta corruptores. Por lo menos eso presumen. A sus víctimas intimidan diciéndose protegidos de un tal Pedro Maldonado, supuesto alto funcionario allá en Guadalajara.

Sara Castro se siente amenazada y tiene miedo. Teme por su integridad. A su clamor, policías municipales y funcionarios de la Fiscalía Regional, y hasta un secretario del juzgado civil, parecen responder aliándose con quienes son su amenaza.

 

Revolcadero

 

Este sábado 10, Juan Huerta Péres protestó como nuevo secretario general dirigente de la Federación de Trabajadores de Jalisco, la FTJ-CTM, tomando el lugar de Rafael Yerena Zambrano. Ya el amigo Juanito se codea con la crema y nata de la política estatal y nacional. La CTM Vallarta resumió el trascendental así: “La CTM buscará el aprovechamiento de la antigüedad laboral y las contribuciones hechas para lograr mejores prestaciones, advirtió Huerta Peres”. Es un cambio de estafeta perfectamente controlado, no accidentado ni violento como la entronización del propio Yerena hace casi tres décadas. Pero hay malas noticias para quienes ya daban por jubilado a Don Rafa. Resulta que nomás deje a Juanito al frente de la CTM Jalisco. Don Rafa no renuncia a ser el secretario sustituto de la CTM nacional. Tampoco dimite a ser representante de la CTM en el Consejo Nacional del Infonavit. Aquí, el sobrino Carlos Efraín Yerena le manejará a su nombre la Federación Regional y también el seccional del sindicato gastro-hotelero, desde Puerto Vallarta a la Riviera Nayarit. ******* Ya entendimos porque la fiesta en el barrio del amigo Coco Guzmán, acá por Ixtapa. Que a los 18 años de edad, el domingo debutó su cachorro con el equipo Atlas en la Liga MX. No cabe dudas que con “el Coco” se cumple aquello de que el sacrificio paga. Por años lo saludamos en el césped de la Preciosa, a veces echándole porras al Pike Ibarría, pero las más de las veces, instruyendo a su Jorgito.****** A la que traen dela colas en Bahía de Banderas es a su presidente, Mirtha Ileana Villalvazo Maya. Como que la dama se le pone a todo mundo de pechito pues la pillaron hasta en dos veces, en audio y en video, donde se le observa desesperada, impotente, enojada, enferma de cólera. En el video suelte exabruptos como el de pendejear a quien solo identifica como a quienes le critican la compra de una lujosa camioneta para el DIF. En la última semana, arrecieron críticas por gastos para fiestas patrias y su informe y pues también eso la tiene enfurecida. Bueno, tan mal la ponen las críticas que dijo que ya hasta piensa en n o cantar su Grito de Independencia. Pero bueno, solita se consoló con un vaticinio infalible. “Voy a salir ratera y voy a salir rica, sea cierto o no sea cierto”.  A Mirtha también la pillaron en audio. Se le oye enojada y reclamando a sus subordinados que no la apoyan no la defienden en las redes sociales. En tono duro exigió cerrar pinzas, despedir a quien nole demuestre lealtad, sobre todo correr a todo aquel que en su feis y todas las redes tenga la imagen del ex alcalde Jaime Cuevas Tello. “Se les olvida que soy la presidenta”, gritó.

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