Las personas que pretenden adquirir una propiedad deben ser asesorados por profesionales certificados a fin de evitar caer en un fraude o en gastos innecesarios, advirtió Patricia Virgen Alvarado, presidenta de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI) Cabo Bahía Sur.
“Los esfuerzos de la AMPI están enfocados a la profesionalización, poner los medios en la mesa para que todos los que están en el ramo cada vez estén más actualizados y con la experiencia que se requiere”.
Es por ello, agregó, que se hace la invitación al público en general de que busquen asesores profesionales.
“Precisamente ahí es donde luego se abre la puerta que puedan existir ese tipo de cosas cuando se contrata alguien que te dice: te cobro barato, o que te mueve por otras situaciones que no son en realidad orientadas a una cuestión profesional”.
La dirigente subrayó que entonces la función de la AMPI es precisamente agrupar e integrar a los profesionales del ramo para que tengan acceso a la capacitación.
“Traer eventos como el Summit que se realizará la próxima semana para acercar todo ese tipo de conocimiento y de relaciones con otras personas que puedan hacerlos cada vez más profesionales y actualizados en el tema”.
Es importante que tanto compradores y asesores inmobiliarios conozcan los riesgos de los fraudes inmobiliarios, ya que, desafortunadamente, este tipo de engaños es un riesgo para las partes involucradas.
Un fraude inmobiliario es cualquier engaño o actividad ilegal que se lleva a cabo en el mercado de bienes raíces con el fin de obtener ganancias injustas o ilegales.
Estas trampas pueden tener varias formas, pero, en general, se trata de manipular u ocultar información importante para engañar a las partes involucradas y lograr una transacción inmobiliaria fraudulenta.
Algunos ejemplos comunes de fraude inmobiliario incluyen la falsificación de documentos, el uso de información falsa para obtener una hipoteca o la venta de propiedades inexistentes.
También es posible que se presenten en el alquiler de propiedades, como el cobro de rentas excesivas o la aceptación de depósitos de seguridad sin la intención de devolverlos.
Dichos delitos pueden tener graves consecuencias financieras y legales para las partes involucradas. Por lo tanto, es esencial que los compradores y asesores inmobiliarios estén alerta y tomen medidas para protegerse contra este tipo de fraudes.
