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Gerardo Sandoval Ortiz |

Por tajada del ‘pastel’ los morenos se desgarran las vestiduras (Parte 2)

El 24 de noviembre pasado se presentó en público ‘Creando Lazos de Bienestar’, la asociación civil CLB, estructura plataforma política que perfiló al superdelegado Carlos Lomelí Bolaños a una envidiable posición para saltar a la gubernatura.

Los hermanos Oscar y Rafael Soltero Razo se reunieron en un día otoñal cualquiera en la casa de Bolaños con un grupo de amigos, entre ellos Francisco “Paquillo” Sánchez Gaeta y le propusieron al anfitrión la idea de constituir la Asociación civil y a partir de una estructura paralela al partido Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, impulsar el proyecto del empresario farmacéutico.

Rafael Soltero Razo es el secretario particular de Lomelí y es identificado como el cerebro de un grupo de amigos allegados de CLB. Paquillo Sánchez se incorporó al trabajo político por su calidad de amigo personal de los hijos del fallecido notario público Oscar Soltero Villela de tal forma que hoy es parte de la elite estatal de dicha asociación. De jueves a domingo se concentra en la capital del estado para definir agenda y asistir al trabajo en cada municipio. Nada más el pasado sábado 6 se difundió información de una reunión en Zapopan y al fondo se ve la puerta bloqueado por asistentes que no hallaron lugar. En la foto principal está Paquillo Sánchez en diálogo con uno de los Soltero Razo.

Desde su fundación y primer proceso electoral en la entidad, la participación de Morena ha sido caótica y accidentada por su sello se distinción: las disputas canibalezcas entre sus tres o cuatro tribus. El candidato de Morena a la alcaldía de Guadalajara, Jesús Burgos López obtuvo el 1.21%, poco más de 8 mil votos. Aquí en Puerto Vallarta, Juan Ramón Mora Ornelas se agenció el 1.26% de los votos, 1 mil 146 votos. Son datos para ilustrar el alcance e influencia de Morena y sus candidatos en esa elección intermedia.

Las principales figuras se liaron en batalla tras batalla. En esos tiempos las tribus que reclamaron derecho de antigüedad lograron entre otros objetivos echar a Salvador Cosío Gaona al sentirlo como una amenaza a un futuro de jauja.

En el 2012 Andrés Manuel López Obrador compitió por el PRD pero en Jalisco apenas logró cosechar 776 mil votos, lejos del millón 463 del priista Enrique Peña Nieto, muy abajo también de la panista Josefina Vázquez Mota que computó un millón 107 mil 42 votos. En aquel año, Aristóteles Sandoval recuperó para el PRI la gubernatura con el 38.41 % de los votos, seguido por Enrique Alfaro por el Movimiento Ciudadano, con el 34.04%. Más abajo, el panista Fernando Guzmán Pérez Peláez en caída libre contabilizó 20.38%. Fernando Garza Martínez era el abanderado del PRD y en fórmula con AMLO, 3.38%.

En esos tiempos Morena estaba en manos del comisionado nacional y reconocido como dirigente estatal y hoy senador, Alejandro Peña Villa. El flamante gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla le entregó la batuta de un partido vistió por sus fundadores como un botín aglutinados en tribus de mercenarios. Alejandro Peña sedujo a López Obrador con reportes falsos e impuso los acarreos institucionales para impactar al ahora presidente de la república e imponer a sus amigos en puestos claves de la estructura directiva. El diputado Bruno Blancas es uno de ellos, privilegiado de ser “enlace distrital” y con sueldo del partido.

En ese escenario apareció Carlos Lomelí. Se distanció de Alfaro y reabrazó la causa Lópezobradorista que ya tenía a la vista su tercera postulación presidencial. Supo sacarle jugo a los mercenarios del partido e inyectó sangre nueva al musculo morenista.

La irrupción de CLB provocó ronchas que brotan desde distintos frentes y abren viejas heridas a la par del proceso interno de renovación de los cuadros directivos, nacional, estatal y local.

Desde que se noviembre se puso en marcha la maquinaria de Lomelí Bolaños, la Asociación Civil CBL, se privilegió un trabajo social y político alterno al partido. Se trabaja en dos carriles por la simple razón del tortuguismo y la grilla imperante entre los autoproclamados morenos de izquierda. Desde la última campaña se evidenciaron las debilidades del partido, su casi nula estructura y la ineptitud de sus dirigentes. En una visita de AMLO a la zona de los Altos se puso la cachucha y se conoció la camiseta con el logo del movimiento.

El lunes 16 y domingo 17 de marzo, Lomelí y el dirigente estatal, Hugo Rodríguez Díaz hicieron trabajo acá y lanzaron el reto al partido y a la estructura identificada con “Los Pacos”. El resultado fue irrefutable y se decidió otorgar la confianza a la estructura de la CLM para la recluta del equipo a reforzar programas sociales del gobierno federal. El partido apenas pudo reunir a dios o tres decenas pero en el Salón Cesar reunieron a varios cientos de vallartenses. El poder de convocatoria se probó cuando ya en mayo se ofreció un desayuno a mujeres en el mismo salón de Brisas del Pacífico, allá en lo más remoto de El Pitillal.

La ruta electoral de Morena se sentó en bases de un proyecto personal que por la naturaleza de sus fuerzas propias habrá de pisar callos y afectar intereses. Lomelí y su grupo seguramente se impondrá al senador y exdirigente, Alejandro Peña Villa en la carrera por la candidatura a gobernador. Pero tendrá un costo y Morena sufrirá la pérdida de talentos y cuadros, más o menos como lo observado en el anterior proceso, cuando del partido canceló asambleas para elegir abanderados y sepultó la falsa afirmación de ser Morena un partido democrático.

Estamos en condiciones de adelantar que el proceso en Jalisco está resuelto, que Hugo Rodríguez se reelegirá al frente de la dirigencia. En calidad de encargado de despacho, comisionado nacional o como le den el libramiento. Para elegir la dirigencia municipal, tampoco hay convocatoria, pero la corriente allegada del superdelegado tiene las canicas y tiene para competirle y avasallar al que se le ponga por delante.

En el distrito tiene un equipo de aliados y entre ellos se destaca los alcaldes de Cabo Corrientes, Prisciliano Ramírez Gordián, y el de Tomatlán, Jorge Luis Tello García. Aquí en  Puerto Vallarta se ha integrado el regidor Roberto González y la ex regidora, Claudia Verónica Gómez Quintero, Isidro Díaz y Dalia Gutiérrez, dos cuadros identificados con Cesar Abarca Gutiérrez.

El exalcalde de Talpa de Allende, Jorge Luis Terríquez Hernández y su esposa, Patricia Sánchez. Violeta Becerra Osornia, alcalde hasta el año pasado de ese municipio, también ha hecho acuerdos con operadores de Morena y particularmente con el equipo lidereado por Paquillo Sánchez. Todos han sido o fueron cuadros formados en el tricolor de Talpa en donde un tercer ex alcalde, Gildador Sánchez también apoya la causa de CLB.

Ya en un escrito anterior dimos detalles de la incorporación de Fabiola Arreola Alvarez, quien quejándose de mal trato e incumplimiento de compromisos y de palabras del ex alcalde de Atenguillo, Rosalío “Chalo” Villaseñor Alvarez se desmarca del MC y particularmente del “chalo” por no honrar su palabra, y aceptó trabajar para CLB.

A Lomelí se le ha construido una plataforma social y deberá demostrar en su momento que puede cargar a la virgen y tronar los cuetes. No escapará de acusaciones, se le recordará sus pendientes con la ley gabacha por supuestos vínculos con varones de las drogas, sus ventas a precios inflados de medicinas y hasta de agandallarse desde su posición para imponer su candidatura. Él será el vivo ejemplo de que Morena es igual a los otros partidos.

Esta por abrirse el proceso de designación del equipo del “superdelegado” Lomelí. Serán 189 funcionarios federales con nombramiento de “enlace administrativo” una suerte de “subdelegados”, figura subordinada a Lomelí. Nos adelantaron que Paquillo Sánchez tiene posibilidades de ocupar uno de esos espacios. Si un día de estos por venir, nos enteramos que se mudó a Guadalajara, será el aviso de tener su nombramiento.

REVOLCADERO

Los amigos de Creando Lazos de Bienestar creyeron estar tejiendo fino en Mascota y cuando sentían tener amarrada a la ingeniero, Patricia del Rosario Briseño Cabrera y anunciar su brinco a Morena, o mejor dicho, a trabajar para la CLB, que se entera el cacique del Revolucionario Institucional, Alvaro López Esparza, le da su jalón de orejas a la bella dama y éste la retacha al tricolor. Paty Briseño, como es mejor conocida la dama mascotense, fue regidora en el trienio 2012-2015 y luego fue directora de la Casa de la Cultura y jefa de turismo Municipal. En Puerto Vallarta hay quienes la asocian como un cuadro impulsada por el ex alcalde Gustavo González Villaseñor pero en realidad, Paty Briseño le reporta lealtad al viejo cacique del PRI, dueño de medio Macota.****** Por cierto, y hablando de fuego amigo y rebatingas de los morenos, duro revés le propinaron en el seno del Consejo Nacional de Morena celebrado este domingo 7.  Los notables del partido de “Don Santo Amlo” se reunieron y uno de sus principales acuerdos fue destituir al representante de ese partido en el INE, Carlos Suárez garza. 144 consejeros votaron por destituir al amigo de la jefa del partido, Yeidkol Polevnsky acusado de “conductas contrarias al partido”. Allá “arriba”, la Polevnsky trae su camorra contra Ricardo Monreal y su tribu y a la expectativa está la camarilla de Marcelo Ebrard. Entre los aspirantes a esa posición está el viejo conocido de los jaliscienses, el senador Alejandro Peña Villa, que por su mucha cercanía con Amlo. Naturalmente, la jefa de los morenos se disgustó, que es algo incorrecto, que hay gato encerrado, que esa decisión responde a otro tipo de intereses. ¿Y saben qué? Tiene razón la Polevnsky. Le metieron un tropezón porque la quieren ver caer y por lo menos de recetarle un golpe de los muchos que ella ha dado. ****** Nos reservamos fecha para desmenuzar es rara mezcla de personalidades que orbitan en esa cosa llamada Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, la CATEM. Es una central obrera creada, no para competirle a la CTM, sino para intentar destruirla. Es pues esa tal CATEM un instrumento político, de Morena pues, que aspira a emular lo hecho por la CTM desde su creación. Nomás por adelantar, nos basta exponer los nombres de los proclamados “tres mosqueteros”: El señor de la Democracia 2000, de manufactura priista, Rubén Vázquez, el heredero de la mítica “Organizaciones Carranza”, Alberto Carranza, y otro junior heredero sindical, Alfredo Barba Mariscal. Sí, el último es hijo del no menos famoso “Alfredo “el güero” Mariscal, amo y patrón de cuchillo y horca, cacique político y del PRI, en Tlaquepaque. Por lo menos a dos de ellos los hemos tenido en el café pero a los tres los conocemos. No pues sí, con ellos vamos a ver el renacer del sindicalismo puro y casto.