En la Parroquia de la Aurora, frecuentemente piden porque aparezcan sobre todo personas jóvenes
Dentro de las cuatro acciones que se contemplan en la jornada de oración por la Paz convocada por la Conferencia del Episcopado Mexicano a realizar durante el mes de julio, se encuentran las oraciones por las personas desaparecidas en la escalada de violencia e inseguridad. En Puerto Vallarta familiares de desaparecidos se acercan a los templos católicos para oficiar misas con la intensión de encontrarlos.
Sin embargo, se dan casos en que los familiares de personas reportadas como desaparecidos, debido al tiempo transcurrido desde que se les vio por última ocasión, cuando mandan a decir la misa, ya no saben si rezar por que regresen o por el eterno descanso de un difunto por la incertidumbre de no saber de ellos aunque ya estén muertos.
Al respecto, el sacerdote, Juan Luis Casillas Martínez, precisó que en las últimas dos semanas desde que inicio la jornada de oración por la paz al menos en la Parroquia de la Divina Providencia no se han acercado personas para orar por el regreso de familiares desaparecidos.
“No te puedo decir que es una cosa común de cada semana”, dijo, pero sí se acercan al templo personas desesperadas para saber de sus familiares, algunos son por violencia familiar “que finalmente también es violencia” como hace dos meses de una madre desesperada que no sabía de su hija -que se la había llevado el padre- “la presencia de la comunidad y la oración a ella la tranquilizó mucho; gracias a Dios ya apareció y con bien”.
“Sí son frecuentes las intenciones de personas, jóvenes sobre todo desaparecidos y que la manera de expresa de la gente es que fueron gente de la maña los que se los llevó, si son intensiones, no está a la orden del día, pero sí acuden para orar por personas desaparecidas”, expreso el clérigo.
“También hay quienes vienen a pedir y que no saben ni como pedir, sí por las necesidades -del desaparecido- o por su eterno descanso porque ya es bastante tiempo y no saben nada de la persona desaparecida”, manifestó Casillas Martínez.
En la convocatoria de la Iglesia Católica, por la violencia desde el 1o de julio comenzaron con la jornada de oración por la paz, dedicada esa primer acción a los religiosos y religiosas víctimas de de la inseguridad. asimismo durante el resto del mes, se celebrarán misas “que representen a todas las personas que han desaparecido o sufrido una muerte violenta en México”.
Además, el 31 de julio se pedirá por “la conversión” de todos los victimarios, de quienes dedican su vida a hacer el mal “toda vez que también son nuestros hermanos y necesitan de nuestra oración”