Después de una impresionante peregrinación en la eucaristía el obispo pidió por la paz del mundo y la patria dañada por la violencia
En la misa concelebrada que se realizó en el malecón por el cierre del Año Jubilar por el Centenario de la Parroquia de Guadalupe, el obispo Luis Artemio Flores Calzada pidió a la grey católica orar por la paz del mundo y la patria dañada por la violencia, además de la conversión de aquellos que engendran violencia para que “vuelvan al buen camino”.
Durante la eucaristía que se celebró después de una impresionante peregrinación de los fieles y religiosos de la región que iban en su mayoría vestidos de blanco y algunos con globos blancos que soltarían como señal de paz al llegar al malecón para concluir la caminata que habían iniciado enfrente de la Unidad Deportiva “Agustín Flores Contreras”.
En la ceremonia religiosa sobre el monumental altar que se monto sobre el malecón con una multitud de feligreses, el prelado encabezó la oración de la paz para pedir a Dios “consuela el dolor de quienes sufren. Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan. Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte. Dales el don de la conversión”.
Una conmovedora eucaristía en donde el obispo igualmente pidió por la paz del mundo y “la patria dañada por la violencia”, como reza la oración de la paz “sepamos ser promotores de justicia y de paz, para que en Ti, nuestro pueblo tenga vida digna”.
En la ceremonia litúrgica se hicieron plegarias diversas desde los pobres, las victimas de violencia e incluso por los gobernantes del país y nuestra ciudad «qué el Espíritu Santo los guíe por el camino de la justicia y la reconciliación».
En misa concelebrada con la emotividad la clausura del Año Jubilar por los cien años de la Parroquia de Guadalupe, celebraciones que este miércoles finalizan con diversidades de eventos y actividades realizadas en marco a ese centenario.
Para este miércoles no solo con la peregrinación y la eucaristía, ya que aun seguirían festejando con una verbena y un espectáculo de pirotecnia que disfrutarían los cientos y cientos que se congregaron para cerrar el Año Jubilar en Puerto Vallarta.
