CONTEXTOS
“Los priistas tienen garantizado el regreso al poder de la mano de Munguía” nos dijo un amigo observador de la política local al cabo de dar seguimiento a la organización y promoción de la fiesta del cumpleaños del diputado local.
Una repasadita a las reacciones y comentarios provocadas por el denominado “bicipaseo y tamaliza”, el último “mitin electoral” de la seguidilla de eventos políticos, confirma que los grandes promotores del proyecto de Luis Ernesto Munguía González son los priistas.
Cuando la fiesta del cumpleaños del legislador, celebrada el sábado 18 de este enero, fueron los priistas quienes asomaron su rostro e inundaron las redes sociales para multiplicar las invitaciones a la explanada de Armando Villaseñor. La asistencia a duras penas se acercó a las cinco mil almas pero se dijeron satisfechos pese al reparto de decenas de miles de pases.
Ahora no queremos correr riesgos de enfadar a los pocos lectores de este espacio recetándoles otra vez el largo lista del priistas incorporados al proyecto de Munguía. Sirva de ejemplo recordar que a ese cumpleaños acudió el jerarca local, regional y estatal de la CTM, Rafael Yerena Zambrano. Con él estaban sus principales operadores políticos, como el ex regidor Jorge Luis García Delgado. Por separado, también fue Andrés González Palomera. Antiguos operadores de César Abarca Gutiérrez, se vieron activos en la organización.
Al momento no estamos autorizados a difundir una última encuesta cuyo objetivo fue medir las fuerzas políticos-electorales del municipio, índices de aceptación de partidos políticos y sus principales figuras. Frente a esa imposibilidad de ofrecer cifras precisas, podemos adelantar que el PRI no tiene ni la menor posibilidad de salir a la próxima campaña a competir ganar ni una regiduría. Con ese dato, se entiende a la perfección la razonable decisión de muchos priistas de volcarse al Movimiento Ciudadano. Y fue con Luis Munguía donde hallaron buen potrero, algunos una chambita, otros solo promesas de regresar a las mieles de la nómina pública.
La misma encuesta aludida, ordenada para consumo privado arrojó otro dato y tomar decisiones, arrojó un dato no menos interesante. No existe ningún aspirante de Morena a la alcaldía con potencial de competir y por sí mismo ganar la elección del 2021. Sin embargo, aquí es oportuno hacer un apunte. Morena como partido sale bien colocado, más abajo del Movimiento Ciudadano pero sin descartarlo como amenaza real. A Morena le iría mejor si compite si candadito porque de los que se mencionan, “los lorenos”, “los petros”, “los alquimistas de la química Laurel”, “los mónicos”, en vez de sumarle, a Morena le restan votos”.
Los morenos se asumen por adelantado como ya seguros ganadores de la alcaldía en el 2011. No lo están, ellos se creen sobrevalorados. Como cuando la etapa dorada de los panistas, esos engreídos morenos cierran las puertas y tachan de oportunistas a quien toque sus puertas.
Entre los priistas y morenos hay una diferencia y es el exagerado optimismo de salir a pedir el voto en la siguiente campaña y ganar con holgura. Los morenos se muestran altivos, petulantes, picados por el virus del ensoberbecimiento y no hay vacuna para el militante enfermo. Ven a los naranjas los ven ya derrotados pero le temen a “la mona mayor”, al presidente municipal, Arturo Dávalos Peña.
Entonces, considerado que sería un suicidio competir por el PRI, es natural la desbandada de priistas y su alianza con Luis Munguía. Pareciera que ni Rafael Yerena tiene ánimos de impulsar una candidatura priista. Buscó y no hay quien acepte la candidatura. La crisis es más grave que la vivida ente 1995 y 2003. Cuando el PRI perdió la alcaldía y el PAN se erigió como un partido imbatible, para las elecciones de 1997 y 2000, sin recursos y desde la oposición había garra, coraje y sobraban aspirantes a las candidaturas. Hoy, no hay candidatos, el partido se está vaciando y a este paso, mañana no habrá ni militantes.
Yerena tiene olfato político y llegó en el momento justo para metérsele en el corazón a Munguía. A éste, le urgía un buen puntal y se tragó el anzuelo de creer que con Yerena hará la a mancuerna y ganará, primero a Víctor Bernal Vargas en las vencidas y rondas naranja y luego ya después, a quien se les atraviesa en la elección constitucional.
Munguía es rehén ya de los priistas. Es lo más parecido a un Andrés Manuel López Obrador, quien solo pudo ganar la presidencia de la República cuando les abrió las puertas a los viejos priistas. Nadie podrá negar que López Obrador ganó gracias a las aportaciones de lomas rancio de los dinos del priismo. Tanto que, por ponerlo de ejemplo, el tabasqueño ha protegido, perdonado y purificado al vilipendiado Manuel Bartlett Díaz, el autor del “se cayó el sistema” de 1988, en aquella elección del supuesto robo a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Como la elite Morena, los aliados de Munguía y él mismo, se iniciaron en la política dentro de las filas del PRI. Con ese gen y las mismas mañas, se dieron la tarea del acarreo a la fiesta del cumpleaños el antepasado fin de semana y con el mismo entusiasmo se fueron a la cargada para el “bicipaseo y tamaliza”.
Quizá en la era Munguía, los revestidos priistas no aplican el corporativismo porque décadas identifico al tricolor. Mantienen las dádivas, traguitos y taquitos, dirá el clásico del célebre Layín de Huaristemba. Pero por temporada, ahora los munguíaboys ofrecen su tamalito.
Munguía está lejos de ser un “chucho el roto” patasalada, un político desprendido o generoso. Su quehacer se limita a tres años de regidor, tres años de diputado federal y año y medio de ser diputado local. De su etapa de regidor, se le recuerda más por auspiciar la privatización de una calle de la ciudad y por aprobar la desincorporación de bienes y lotes municipales para su venta ejecutada por Ramón Guerrero Martínez. Aun como diputado la responde a “el mochilas” y le es imposible independizarse de él.
Entonces, si como regidor y como diputado Munguía no ha podido cortarse su cordón umbilical de Guerrero Martínez, menos ahora que es cuando más necesitará de su apoyo. Y si llega a la alcaldía, no solamente le jalará los hilos “el mochilas”; al mismo titerillo, también le jalarán los hilos Yerena y el gobernador Enrique Alfaro. Y eso, con un presidente municipal débil y obediente a otros, nunca será bueno para la ciudad y sus ciudadanos.
Revolcadero
Por cierto, a Rosalío Villaseñor Alvares, sus seguidores lo hicieron perder sus estribos de un modo que en estas dos últimas semanas mostró su cara intolerante y bloqueó a muchos de sus seguidores, todos amigos virtuales a los que él en su momento les solicitó ser “amigos”. Se sintió y dijo ser agredido, insultado y ofendido nomás porque sus amigos virtuales le dijeron, algunos lo firmaron, que el cumpleaños de Luis Munguía y el bicipaseo era un mitin de campaña. Claro, también me llovieron opiniones de quienes acusaron de violar la ley al convocar reunirse en los patios de la UINIRSE, el edificio que alberga las oficinas del gobierno del estado. Total, que el ChaloVa se quitó su máscara y puso le dio vuelo a su greña. ******** Al cuarto para las diez, o mejor dicho, a la víspera de la asamblea de elección de la mesa directiva de la Asociación Local Ganadera de Puerto Vallarta se dio a conocer la planilla completa que encabeza nuestro amigo Lino Ortíz Muñoz. Ya habíamos adelantado que Zeferino Ramírez Colmenares ocupó la vacante delfinado Enrique Herrara, el famoso dueño de Birriería Villaseñor, quien de ganar la planilla del médico Lino, será presidente del Consejo de Vigilancia. De última hora también convencieron a Daniel Armando Ibarría López pero apenas le abrieron hueco para suplente de Nacho Gómez Martínez, como delegado ante la Unión Ganadera de Jalisco. Y también de los cerros de Los Llanitos-Jorullo, o más bien del Canopy River, sacaron al amigo Miguel Pulido Vázquez, y le abrieron espacio entre los candidatos a vocal de la tesorería de Reyes Hernández Peña. Si los “chéferosboys” y Lino Ortíz ganan, sin duda será con el voto de los ganaderos del cerro camino al Cuale.******Con la novedad que el gobernador Enrique Alfaro Ramírez vetó la aprobación del Congreso del Estado de desaparecer la obligatoriedad de pedir la carta de lo antecedentes penales para trámite como solicitar empleo. Que a los patrones no se les puede privar de su derecho a conocer el historial penal de los aspirantes a un trabajo de sus empresas. Acá pensamos que más bien el gobernador está pensando en la pérdida de los 40 millones de pesos si dejan de expedir dicho la carta de no antecedentes penales. Por lo pronto ya piensa como darle la vuelta a las reformas de ley y prepara sus propias reformas para crear el concepto de “constancia de historial penal”, uno figura de su creación para no perder esos milloncitos.