CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
Unos días atrás, Mirtha Villalvazo fue objetivo de una serie de ataques cuyo origen se atribuye a la descarnada guerra intestina que se libra al interior de Morena en disputa por candidatura a la alcaldía de Bahía de Banderas. A la diputada federal la tacharon de “teporocha”, sin pruebas ni evidencias.
Casi al mismo tiempo y del lado de Puerto Vallarta, se desató una acometida contra Guadalupe Guerrero Carvajal, virtual candidata del Movimiento Ciudadano. El origen y la autoría, apunta también los activos grupos políticos de Morena. Intentan asociarla al ex alcalde Ramón Guerrero Martínez y de esa forma debilitarla.
Aquello de la paridad de género catapultó a las mujeres que en condiciones de una legal igualdad, le arrancan espacios, en este caso candidaturas, a los hombres. Pero apenas las mujeres son la última moda en la política, han sido alcanzadas por agresivas, despiadados e irreverentes campañas orquestados desde la oscuridad y al amparo de seudónimos.
Tres décadas atrás, ocurrían las campañas negras y usualmente tenían por sello autorías del tricolor. Recurrían a la guerra sucia en campañas para mantener el poder, gobiernos y privilegios y, por lo menos en esta zona conurbada, regularmente el destinatario eran los panistas. Hoy, se mantiene la agresividad y si acaso se renovaron los instrumentos al incorporar las nuevas tecnologías. Las redes sociales sustituyeron, los medios digitales, desplazaron al papel en talleres de imprenta, comerciales y periódicos.
Entonces, las desmedidas campañas negras dirigidas ahora contra las mujeres ni son nuevas no deben de causarnos asombro. Por naturaleza misma, por estar en disputa más de tres mil millones de pesos que en suma “manejan” los gobiernos de Puerto Vallarta y Bahía de Banderas, las campañas se distinguen por su brutal virulencia. Por eso no hay tregua no contemplación para el mal llamado sexo débil.
Cuando las ya no tan benditas federales redes sociales, como las definió Andrés Manuel López Obrador, se volvieron en contra de la Cuarta Transformación, el régimen decidió someterlas y controlar las libertades digitales de la que tanto se ayudaron. El instrumento al alcance de todos permite todavía esparcir todo tipo de información, ciertas y falsas, muchos rumores. Es aquí y en estos tiempos, que los alquimistas se han activado y hacen gala en sus más innovadoras estrategias para propagar rumores contra objetivos perfectamente identificados.
Mirtha Iliana Villalvazo Amaya tiene legítimas aspiraciones a gobernar el próspero municipio de la costa sur de Nayarit pero enfrenta una recia resistencia de un grupo que los meses reciente saltaron del PRI a Morena. El PRI fue casa también de la legisladora federal, como también de Héctor Santana, su último abanderado en los comicios del 2017. El fuego amigo moreno lo protagonizan precisamente los expriistas que desde nuevas trincheras hacen gala de sus más ortodoxos recursos para obtener la candidatura en una campaña interna convertirá en auténtico tendedero de vecindario.
Mirtha Villalvazo tiene una larga carrera en el poder judicial de Nayarit. Desde 2000 empezó a trabajar en un juzgado penal de Bucerías. Es una experta criminóloga. Entre 2011 y hasta el 2018, cuando hizo campaña y ganó la diputación federal, fue asistente del titular de la Secretaría de Seguridad Pública. Ignoramos cuáles son sus vicios o adicciones.
De la margen sur del río Ameca, Guadalupe Carvajal todos los días recibe su buena dosis de carga negativa desde el momento que fue elegida para abanderar la causas naranjas. La representante del gobernante Movimiento Ciudadano y los morenos son los interesados en debilitarla. A base de engaños y mentiras, intentan asociarla a Ramón “el mochilas” Guerrero. En la gestión de “El Mochilas”, Guerrero Carvajal colaboró en el DIF, lejos y siempre a distancia de Guerrero Martínez. Fue ya con Arturo Dávalos que se integró al equipo de la Secretaria Particular (2015-2018) y en la reelección fue electa regidora (2018-2021). El rumor de ser familiar, por lo de Guerrero, es una total mentira.
En el futuro político inmediato, Lupita Guerrero no tenía en su radar ser candidata a la alcaldía pero por esos azares del destino, por su género y condición de mujer, el MC la designó candidata única. Sin menosprecio de su talento y capacidad, experiencia y vocación en el servicio público, la paridad de género es sin duda el factor decisivo que la colocó en ese sitio.
El equipo del MC ha obtenido conclusiones parciales respecta los autores de la basura que se difunde y todas las sospechas apuntan a las filas del morenismo. Por lo demás no se requiere de muchos sesos para hurgar en las filas de Morena como probables autores del golpeteo político. La veintena de apuntados en Morena a la candidatura a primer edil saben se han propuesto minar a la candidata del MC y ni siquiera esperan la definición del abanderado. Al ser Lupita Guerrero el candidato a vencer, la convierte en el objetivo número uno de las campañas sucias.
En las redes públicas y privadas ocurre una sorda campaña y es entre mujeres morenas. Hablan de la participación de Fátima Enciso, colaboradora de la regidora Laurel Carrillo y agria crítica de los neomorenos, descritos por ella como oportunistas que procuran saciar sus intereses. Carla Esparza Quintero es la villana favorita. Las refinadas damas Laurel, Fátima y Carla Esparza no son desconocidas entre ellas.
Cuando la abogada Esparza Quintero, poco antes de las elecciones del 2018 en Casa Rous de Marina Vallarta, tomó protesta al frente del ya desaparecido Partido Encuentro Social, Fátima Enciso también aparecía como miembro más de la mesa directiva local. La periodista y asistente de la regidora Carrillo Ventura había colaborado con Heriberto Sánchez, quien le entregó la batuta del PES a Carla Esparza. A su vez, Laurel Carrillo hizo campaña para el PRI en el no tan lejano 2012. Cuando Carla Esparza se encontró con ellas en Morena, las otras le pelaron los dientes y luego apareció la campaña negra en privado. Con esos antecedentes, Laurel Carrillo liderea una campaña negra contra los “externos”, a dicho de ellas, oportunistas y advenedizos, que hacen campaña por candidaturas de Morena.
Curioso que el empate presencial de hombres y mujeres en la política ocasione feroces escaramuzas. Dan muestras de mucha bravura y en una alta competencia electoral dejan del lado el glamur que unas tanto las identifica. Las zacapelas de las mujeres parecen confirmar la política también despierta pasiones en ellas y cada una está dispuesta a defender lo que creen suyo. Son territoriales.
Revolcadero
El tema central de esta colaboración devino tras el dilema personal alrededor de la comidilla del día, la versión y rumor público del registro de Luis Ernesto Munguía González, uno más que sumaría la decena de aspirantes a la alcaldía. Versiones iba y venían pero no fue posible recopilar información suficiente para acreditar como cierto el rumor del salto de Munguía del MC al Morena. El momento de entregar el material, Munguía mantenía su hermetismo aunque algunas aisladas fuentes pretendía confirmar la autenticidad de la historia. Munguía estaba de viaje allá por el caribe mexicano y su plan de viaje decía que su retorno estaba programado para este jueves 11 de febrero. Prometió por lo menos hablar con piezas de su equipo y a ellos les confiaría si era cierto o falso la publicación del periodista Rodrigo Aguilera. Es decir, quedará a decisión de Munguía hacer público si se inscribió en el proceso de Morena. La convocatoria establece perfectamente que la Comisión Nacional de Elecciones se reserva la identidad de los registrados y solo se hará público los nombres de los cuatro finalistas a someterse a la encuesta final.****** Entonces, se ha podido saber nombres de los aspirantes registrados de Morena por decisión de los aludidos. Cuando el domingo se cerró el periodo de registros, dos noticias nos tomaron en fuera de lugar. La regidora Laurel Carrillo Ventura desistió de reelegirse y ahora apunta a la candidatura a la diputación local. Y Juan José “el peri” Cuevas García también le hizo al fuchi a la alcaldía y se apuntó para la diputación local. Igual que la Carrillo. De acuerdo a su publicación, a “el peri” le llevó 100 días de consultar a sus amigos del 5 Distrito para tomar la decisión de la viabilidad de su participación.****** Al cuartel de Otoniel Barragán Espinosa, otro de los aspirantes de Morena a la alcaldía, de la calle Matamoros y Libertad, les cayó la ley este miércoles. Reportaron el acoso de inspectores de Reglamentos en la oficina del centro de la ciudad solicitando la documentación para verificar si están en regla propaganda política, anuncios y mantas que cuelgan de la oficina. Se quejaron en contra de un tal “chino” por estar el acoso.