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Gerardo Sandoval Ortiz |

Las lecciones entre la elección o designación para nombramiento de los delegados municipales

 

CONTEXTOS

 

 

 

El pasado lunes último día de septiembre, al término de la “protesta” que como alcalde tomó frente a los suyos Luis Munguía en el Centro Internacional de Convenciones saludamos al amigo Florentino “Tino” Pérez García. Le notamos jubiloso, acompañado de su amigo de toda la vida, Jorge Mendoza Bernal.

“Tino” Pérez tenía sobrados razones para estar alegre cuando se nos acercó a saludarnos ese lunes minutos después de la multitudinaria toma de protesta de Munguía en el Centro de Convenciones. Pasarían unas pocas horas para notar su nombre en una ficha interna propuesto para hacerse cargo de la delegación municipal Las Juntas.

El equipo de Munguía González estaba impaciente y el mismo día que tomaron la estafeta de mando de la administración municipal, el martes 1 de octubre, pusieron en circulación la identidad de quienes ocuparían las cuatro delegaciones municipales. Solo había una duda y correspondía al titular de la Delegación municipal de El Pitillal. No obstante, soltaron el nombre correcto del perfilado para despachar en la demarcación administrativa más poblada. Las reservas eran para Arnulfo Esparza Muñoz quien sería confirmado directamente por Munguía hasta el martes.

Por razones poco entendidas, cada uno tres años que se expiden esos cuatro nombramientos se escuchan opiniones no exentas de pasiones, de aprobaciones y descalificaciones. Y también, como hace tres años, también se alzaron voces clamando aperturar un proceso electivo y con participación de sus habitantes elegir a su autoridad más próximo.

Abrir un proceso a la ciudadanía suele ser una navaja de doble filo. En 1992, Rodolfo González Macías rompió la costumbre de imponer a los delegados y lanzó una convocatoria abierta a los habitantes, pero restringida a concentrase en las plazas públicas y a mano alzada votar por su elegido. En Ixtapa ganó el Lino Ortiz y en Las Palmas, Javier Nolasco le ganó al músico Chico Flores. Don Manuel López Coronado, el famoso luchador “El Demonio Blanco”, se impuso en El Pitillal. Y ya entronizado confundió oficina y  calles del poblado oficina con los encordados que le dieron fama y acabó por renunciar luego de enfrascarse en riñas callejeras y perseguir techado bala a parroquiano.

Para 1995, Fernando González Corona llamó a elecciones abiertas. El resultado no fue de todo el agrado de la autoridad municipal sobre todo en El Pitillal donde ganó a través del voto, Chon Topete, arropado por la influyente iglesia de San Miguel y el cura Agustín Ibarría. El pueblo de Las Palmas exigió democracia, pero Rosa Carranza resolvió que nadie debía competirle y negoció deshacerse de sus contrincantes, “invitados” a dejarle el camino libre. Ya con el nombramiento en mano resistió a las manifestaciones de lugareños que no la aceptaban. En aquella lejana delegación, cuando en 1997 David Cuevas García avaló el arrollador triunfo de Don Alfredo Morales Meza, las ruidosas protestas llegaron también al palacio municipal. Solamente decían rechazar al delegado porque no sabía ni escribir y no estaban decididos a tener una autoridad que no cumplía el requisito madre.

Fiel a su estilo, para ganar tiempo “el pastor” David Cuevas tomó la decisión más salomónica que se le recuerda; para colgarse de la popularidad de Don Alfredo, le concedió un permiso a Don Alfredo para mandarlo a la escuela y tomar un curso intensivo de aprendizaje de leer y a escribir. ¿A poco aprendió a escribir?, le preguntamos un día con ganas de animar la charla.  “¿Como crees que voy aprender en unos días lo que no aprendí en 60 años…”, nos respondió con mentadas. Le consiguieron un documento patito y se subsanó el requisito faltante.

Mas reciente, 2003, fue electo en El Pitillal, Simitrio Gutiérrez Villaseñor. Su primo, Gustavo González Villaseñor había arrasado en los comicios a va Contreras Sandoval por el PAN y esa ola del nuevo PRI catapultó a “el chimi”. Fue tan accidentada y escandalosa su gestión que fue removido de cargo. Con su ejemplo, había quedado demostrado que el pueblo bueno y sabio suele equivocarse con preocupante reincidencia.

Después del gobierno de González Villaseñor, no hubo un presidente municipal dispuesto a correr riesgos de convocar a una elección ciudadana y prefirió hacer uso de su facultad y dispensar nombramientos. Luis Munguía no fue la excepción y es el alcalde que lo decidió con mayor prontitud.

Con anterioridad, el delegado municipal solía gozar del aprecio y confianza del alcalde, aunque recientemente, ese encargo se gana vía méritos de campaña. No hay dudas que el amigo Tino Pérez se ganó la delegación de Las Juntas a base de talacha electoral. Ya antes despachó en la misma oficina y cumplió a cabalidad el mismo criterio.

En Las Palmas, Martha Patricia Cabrera García es la ungida. Le viene de familia el gusanillo de probar fortuna en el servicio público. Es prima del ya fallecido médico veterinario, Juan Dueñas Cabrera, quien fue delegado en los tiempos que privaban las designaciones, por obra y gracia de amigo de gallos y jugadas, el médico Efrén Calderón Arias. En razón de conocer a la familia, podemos esperar haga realidad las expectativas que sus vecinos tienen en ella.

Sin embargo, es en Ixtapa donde están encendidas las alertas. No cabe duda que, como dice “el güero gallo”, vivimos en el pueblo del chisme. Apenas se hizo público el nombre de   Rosario Langarica Gutiérrez como el relevo de Doña Manuela Ramos y se armó la cámara húngara.

A Chayo Langarica, sus críticos le recuerdan el zafarrancho que protagonizó en marzo del año pasado, acusada de haber agredido a Martha Cuevas Sánchez, quien habría encabezado a una pandilla de bravas mujeres. Además de Chayo, la víctima involucró Iraís Mancilla, que fungía coordinadora del Sector 1, a la agente municipal de El Colorado, Aba Castañeda Ferrer y a Sandra, hermana de esta.

Aquella riña se originó porque Chayo Langarica y las hermana Castañeda Ferrer, reclamaron a Martha Cuevas, vecina de El Aguacate, lealtad a quien era regidor José “el chato” Rodríguez González. Este, había caído de la gracia de la familia Michel y en represalia, la ahora delegada de Ixtapa había sido cepillada de la nómina.

Chayo Langarica, a nombre del “regidor chato”, ofreció a un activista político ixtapense, una especie de sueldo bajo la condición de solo promover al regidor. La cifra mágica que soltó, al lado del autor, fue de 18 mil del águila al mes. En la siguiente quincena no apareció en nómina.

Ahora, tiene su lado bueno que Munguía se atreva a tomar decisiones y lo hizo desde el primer día, aun a costa de uno o dos tropezones. Ganar tiempo y avanza en sus planes de gobierno. Posponer nombramientos solo aletargará resultados.

 

Revolcadero

 

Mucho antes  de recibir la administración municipal, Luis Munguía supo de la gravedad sanitaria que significaba el acumulamiento de  montañas de basura en muchas esquinas de la ciudad. En el centro de la ciudad la imagen de ser Puerto Vallarta un destino turístico limpio e inmaculado iba en franco deterioro. Una de sus primeras cruzadas fue acabar de raíz con las fallas en la recolección y ahí concentró sus energías en esta primera semana. Fue un compromiso adquirido desde los tiempos de campaña y con bombos y platillos anunció que para este pasado sábado 5 emprenderían las primeras acciones de limpieza. Desde las siete y media de la mañana, una brigada de 200 voluntarios, la mayoría funcionarios municipales, se distribuyeron por todos los rincones de la colonia El Magisterio para la limpieza colectiva que tiene como fin mejorar la imagen de todo Puerto Vallarta.****** Por cierto, el fin de semana se instaló el Consejo Municipal de Protección Civil, presidido por el primer edil, Luis Munguía. Coincidió con una depresión frente a las costas de la entidad y que desde el domingo se anunció como una amenaza a tomar en cuenta para las embarcaciones. Para instalar con premura el Consejo se consideró que octubre es el mes de los huracanes y nunca será malo armas planes de prevención como es tener listo refugios temporales. A los primeros trabajos en materia preventiva se integraron representantes de las fuerzas armadas, instituciones de seguridad, organizaciones civiles y empresariales. La autoridad municipal, a través de sus brazos de Bomberos y Protección, con el apoyo del meteorólogo del CUCosta, Víctor Cornejo, marcan la pauta en este Consejo liderado por Munguía.******* Por cierto, en pleno domingo, Víctor Bernal Vargas informo en sus redes sociales que sus compañeros regidores del Partido Verde lo eligieron para coordinar la fracción verde en el Ayuntamiento. “Es un honor asumir esta responsabilidad y tengo el firme compromiso de trabajar con alma y corazón por Puerto Vallarta”, añadió el contador.******* Po cierto, este lunes 7 de octubre, el ejido Las Palmas celebró el aniversario 88 de la dotación de tierras a dicho núcleo ejidal que preside el flamante director de Fomento Agropecuario, Oscar Avalos Bernal. A muy temprana hora de la mañana se llevaron a cabo los consabidos honores y el secretario general, José Juan Velázquez, llevó la representación del presidente municipal, Luis Munguía. A la hora de la comida se tenía programado la asistencia del alcalde y una nutrida comitiva de gobierno,

 

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