CONTEXTOS
Para realizar ciertos trámites administrativos y consabidos pagos tributarios al estado, días atrás recorrimos pasillos, dos oficinas y dos cajas recaudatorias del edificio administrativo del gobierno del estado, “la Unirse”.
Nos llamó la atención la aglomeración de usuarios enfilados frente a ventanillas de dos dependencias, Secretaría de Finanzas y de Transporte, o Movilidad, que por sus revoltijos, el ciudadano suele llamarle “de tránsito”. Esta última es donde se reportan los agentes de vialidad que con celo recorren la carretera estatal 544 de las Juntas a Las Palmas y a veces, si se animan más allá de esa demarcación delegacional.
Pero las ventanillas de recaudación estatal, aunque no reflejan un atasco de persona, si es un atorón humano causado el tortuguismo del personal.
Desde el primer minuto que pusimos un pie dentro del espacioso ambulatorio central del moderno edifico, nos llamó la atención recibir dos comentarios. Uno provino de un cotidiano usuario. Dijo que desde hace ya varios meses, negó ser de años, buena parte del personal estatal estaba sumido en la apatía y desdén en las atenciones a los ciudadanos. Pero no solo eran empleados de abajo los que mostraban enfado y desgano al momento de estar frente a un ciudadano. Funcionarios de nivel medio, de confianza, se desentienden de sus responsabilidades y algunos ni asisten a la oficina. El personal de la nómina antigua, los sindicalizados, probablemente son los que más cumplen. Tal ves están comprometidos con tu trabajo pues algunos se acercan al derecho de obtener su pensión.
Solo por obtener un comentario, preguntamos por Juan Calderón Ramírez, el flamante “administrador” de la Unirse, como tal, representante de la oficina local del gobernador Enrique Alfaro. Cambio la oficina de la planta baja, y como su hubiera subido a la luna, tiene en el semiabandonado el espacio en la planta superior.
“Juanito” Calderón, es uno de los hijos del médico Efrén Calderón Arias, que como priista fue presidente municipal entre 1989 y 1992. Fue nombrado administrador en la UNIRSE gracias a un apurado compromiso político de su hijo Juan Ignacio Calderón Ibarría que cuando el PVEM le retiró el apoyo y la candidatura a la diputación local se unión a Ramón Guerrero Martínez y regresó al redil naranja, su alma mater.
De aquella cabriola política ocurrida a fines de febrero y principios de marzo el beneficiario fue Juan Calderón Ramírez. Se trató de un compromiso pactado al más alto nivel del gobierno del estado. Pero el hijo del ex alcalde Efrén Calderón no se tomó en serio el compromiso de servir a sus conciudadanos. Pocas veces se le ve en el edificio y los mas le dan por fama de no pasar de ser un “aviador”, tolerado desde el palacio de del gobierno estatal. Claro, tiene el visto bueno de su recomendador, “el mochilas”.
En noviembre pasado pasamos a las oficinas de Movilidad. Nos pareció que los estándares en tiempos de atención podían aprobarse. El trámite requería pagar en una caja de las Finanzas del Estado y no desmejoró la atención. Sin embargo, de noviembre a la actualidad, hay que tener paciencia para el más simple de los trámites, obtener una licencia de conducir. Nos dicen que ahí despacha un jefe, uno tal Villa, al que casi nadie conoce, que pocas veces asiste a calentar su sillón y que cuando hace acto de presencia, se muestra tosco, malhumorado y desaplicado.
Pero esta vez última ocasión, había un atorón humano y con ausencia de usuarios en filas. Un trámite que no hace muchos años nos llevó si acaso media hora, esta vez nos ocupó poco más de tres horas. Y no pasamos de una a otra dependencia. Todo en ventanillas de recaudación.
Hubo un amigo gestor, o “coyote”, como se les conoce, que con sus nostalgias, invocó a Enrique García Encarnación, el antiguo jefe de la Secretaría de Finanzas, rebautizada en los tiempos naranjas como la secretaría de Planeación, Administración y Finanzas. Enrique García tenía su carácter, pero en su transparente oficina de muros de cristal en la planta alta, solío estar disponible y al alcance de quien le solicitara una audiencia. Los funcionarios de hoy, parecen ser ya de otro planeta.
Recordemos que Ramón Guerrero Martínez se ganó la candidatura a la alcaldía como el segundo en importancia de la Secretaría del Sistema de Asistencia Social. El titular era Alberto Esquer Gutiérrez. Este también aspiró a suceder a Alfaro Ramírez, pero sin tamaños para ser gobernador, se contentó con ser candidato del Movimiento Ciudadano a Senador de la República. Y como “el mochilas”, vergonzosamente Esquer y la fórmula naranja, cayeron hasta la tercera posición, atrás de Morena y de la alianza PAN-PRI-PRD. El ex gobernador Francisco Ramírez Acuña será el tercer senador por Jalisco, por la vía plurinominal.
En los días de campaña supimos de ofrecimientos de empleados estatales y compromisos políticos para ciertos personajes que se unieron a los candidatos del MC. Asi como el empleado al padre del junior Juanito Calderón Ibarría, hubo ofertas de notarías públicas y corredurías.
Un buen amigo, de Ixtapa, con mucho entusiasmo se sumó a la campaña de Ramón Guerrero. Semanas atrás, nos presumió que sería “subdelegado” en una oficina de la UNIRSE. Ni siquiera supo de que oficina o de que secretaría. Pero que finalmente le harían justicia, que ese era el compromiso por apoyar a “el mochilas”.
No nos asombra que en la era naranja, se antepongan los intereses políticos a la capacidad y preparación para ser meritorio de responsabilidades en el servicio público. Es curioso que quienes ostentan respetables instituciones reciben por premio el desprecio del ciudadano. Por lo menos, esta el caso de “el mochilas”, incapaz de ganar la alcaldía, cuando en su momento dispuso de nómina y estructura del gobierno estatal.
Improvisar nombramientos de servidores públicas puede explicar en parte las derrotas sufridas por candidato del MC. Ojalá no se equivoquen en los nombramientos que se dispensen en la administración de Pablo Lemus. Urge mejora los servicios del gobierno del estado a los vallartenses.
Revolcadero
Desde hace poco más de una década escuchamos hablar del famoso “puente Federación”, la nueva ruta que desfogará el tortuoso tráfico vial que a cualquier hora ser registra en la única vía que une a Puerto Vallarta con Bahía de Banderas. El menor incidente vial es capaz de paralizar los puentes de unión en el río Ameca, lo que suele ocurrir casi todos los días. Debió ser entre 2010 y2012, con Salvador González Reséndiz de alcalde cuando se dieron los avances más significativos del ambicioso proyecto de hacer realidad un proyecto que haría más ágil la circulación doméstica. Desde los dos puntos, se avanzó en una avenida que se aproximó al río. Del lado Jalisco, entre los fraccionamientos Verde Vallarta y Banús tomó forma la avenida. Pero se quedó a dos o tres parcelas y los trabajos pararon. Semanas atrás, el gobernador electo, Pablo Lemus Navarro y alcalde electo Luis Ernesto Munguía González anunciaron con bombos y platillos que se echarían en hombros el proyecto. Pero como que en la oficina del alcalde interino Francisco José Martínez Gil, “el Pepe”, le dicen sus amigos, también se tomó en serio el viejo proyecto y que le ayudará el diputado federal Bruno Blancas. Este en calidad de gestor, o de “coyote”, se ha involucrado para considerar el puente en el presupuesto del gobierno federal para el año 20025.****** Del tema se difundió un boletín de prensa del que podemos rescatar algún párrafo que ilústralo el caso del “Puente Federación”. “Las gestiones parala construcción del puente Federación que unirá a Puerto Vallarta y Bahía de Banderas sobre el río Ameca, avanzan de forma positiva gracias a la gestión conjunta que realizan el gobierno municipal vallartenses que encabeza el alcalde interino Francisco José Martínez Gil y el diputado federal por el Distrito 05, Bruno Blancas”. Que el alcalde Pepe Martínez confirmó que las gestiones que han prosperado han favorecido tener amarrados 3 mil millones de pesos. Si es así, es un dineral y seguro se hará realidad un proyecto que nació en la primera década del luego siglo pero que data de tiempos inmemorables. Ojalá y también le den continuidad a las mejoras de las avenidas secundarias y no convertir la zona de Ixtapa en un embotellamiento vial que solo vendrá a complicar el tráfico al norte de la ciudad. Ahí tienen pendiente ampliar a cuatro carriles la avenida México, en el tramo de Ixtapa a Mojoneras.
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