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Gerardo Sandoval Ortiz |

La extraña desaparición de “Chavita” que salpica a Jaime Cuevas

CONTEXTOS

Salvador Macías Valdés ha sabido vivir momentos intensos, personales y políticos, privados y públicos, pero nada se le iguala a su pesadilla iniciada la noche del viernes 29 de junio del año pasado. Lo llevaron preso por atentar supuestamente contra a una dama y en circunstancias hasta hoy no aclaradas escapó de la cárcel y permaneció “desaparecido” un año.

La extraña desaparición de “Chavita”, como conocen al exregidor de Bahía de Banderas, confrontó a los badebadenses y abrió pauta a un largo debate cuyos reclamos y posiciones se ajustan al derecho de las partes de poseer la verdad de la historia.

El parte de los hechos parecía inclinarse a dar razón a Salvador Macías en una primera etapa. Familiares y amigos defensores festinaron los encarcelamientos del titular de la Dirección de Seguridad Pública, Ricardo Guerra Sánchez, dos celadores y el jefe de turno de dicha corporación.

A partir de la reaparición del desaparecido, a mediados de junio, el curso de las investigaciones registró un inesperado giro y parece ser definitivo. El pasado miércoles 9 de este mes de octubre, aprehendieron a Macías Valdez en Tepic y pasó a ocupar una celda, el mismo lugar en donde por casi un año estuvo Guerra Sánchez, quien previamente fue excarcelado.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de Nayarit le finca cinco delitos al exregidor desaparecido y ya aparecido: Cohecho, por ofrecer 30 mil pesos a celadores para permitirle escapar; evasión de presos, por fugarse de la cárcel con apoyo de los celadores; extorsión, por tratar de obligar al presidente municipal, Jaime Cuevas Tello a que les entregara 5 millones de pesos a través de familiares y “20 de loso grandes” por medio de mensajes telefónicos a cambio de inmiscuirlo en la supuesta desaparición; simulación de secuestro, por fingir estar privado de su libertad; y falsedad en declaraciones, por dar información falsa a un Juez de Control, un Juez de Distrito, a la CNDH a los medios de comunicación y a la sociedad en general.

La historia de Chavita Macías tiene orígenes políticos y llevada al campo judicial por la necedad de las dos partes obsesionadas en pretender un final político. La última decisión está en manos de la autoridad judicial pero actores políticos acosan a aquel poder para imponer razones y argumentos políticos en el gran fallo.

Dos prominentes políticos de Bahía de Banderas son de la familia agraviada por Macías Valdés y serían ellos quienes llamaron a la policía esa noche del 29 de junio del 2018 para arrestarlo. Los defensores de Chavita alegaron largo tiempo que serían ellos quienes maniobraron para entregarlo a “la maña”, en cuyas manos pasaría su largo cautiverio. Cada parte tiene su verdad de lo ocurrido esa noche. Los celadores dijeron haberse dormido y aprovechó el detenido para su escape  pero después, declararon haberlo permitido a cambio de 30 mil pesos.

La defensa de los Macías la llevaron personajes vinculados al Movimiento de Regeneración Nacional. Por un año el caso fue tema de debate público precisamente por ser interés público y a través de un incisivo y constante ataque debilitar la imagen del alcalde Jaime Cuevas Tello.

Quien conoce cómo se manejan los asuntos judiciales y la forma de conducirse la elite política, no toman riesgos si se trata apostar en favor de la verdad pregonada por una u otra parte. A Jaime Cuevas no se le puede confiar. No es cierto que sea un vecino preocupado por su municipio, ni ocupado en rajársela por proteger a los habitantes de Bahía de Banderas. Cuando el primer fin de semana de julio pasado un grupo de pistoleros levantó y desapareció a un grupo de vecinos de Valle de Banderas, lo supo y jamás movió sus manitas. No le importó el dolor ni el luto de las familias. El exdiputado local, Héctor Santana lo sabe.

Jaime Cuevas Tello, más allá de haberlo involucrado los Macías, se ocupó del asunto al advertir del riesgo a su figura pública. En Tepic, la clase política sabe que pretende ser candidato a gobernador por el Partido Acción Nacional. Se las ha creído sobre todo a raíz de aparecer entre los panistas como el mejor aceptado por los electores en una encuesta levantada por un diario de la capital del país.

El munícipe de Bahía de Banderas no ha sido transparente con sus gobernados y de alguna forma su indolencia ha sido combustible para prolongar la trama que no se le ve fin.

Jaime Cuevas ocultó que el 10 de diciembre del año pasado sostuvo encuentros con familiares del desaparecido. No se sabe si lo invitaron y por iniciativa de los padres don Álvaro Macías acudió a la casa de éste. En un extraño video informativo difundido la noche del jueves 10 de este mes de octubre por la Fiscalía del vecino estado se afirma que ese día le informaron al alcalde que el hijo estaba secuestrado y pedían cinco millones de pesos. La Fiscalía no lo dice pero se desprende que ahí ocurrió la supuesta extorsión de exigirle 5 millones de pesos.

A través del video de marras, la Fiscalía informó que el 7 de junio de este 2019, Jaime Cuevas “recibió mensajes de texto desde un número desconocido en donde le pedían entregar 20 mdp. De negarse, lo señalarían como el que dio indicación de desaparecer a Chavita. Recibió también un video en donde supuestamente tenían secuestrado a Salvador Macías en un lugar selvático y dos personas daban lectura a un mensaje reclamándole no haber cumplido un convenio”.

Se añade: el 15 de junio de 2019, poco antes de las 09:00 horas, Cuevas Tello recibió un nuevo mensaje en donde le decían que liberarían a Chavita y que “si no se reportaba (entregaba dinero) se darían a conocer el video que le habían enviado y otros más”. Los autores del video se tomaron la atención de avisarle que” en unas horas después aparecería Salvador Macías Valdés en el estado de Guanajuato”.

La familia y defensores de Macías Valdés no desisten en su afán de culpar al alcalde de orquestar el encarcelamiento, entrega a “la maña” y la desaparición del exregidor. Pero están en desventaja. Del lado de Cuevas Tello está el aparato del estado. Por lo menos esa sensación se impone visto el rumbo que ha tomado el caso.

Nadie conoce las constancias, oficios ni peritajes pero ha sido demoledor el resultado bajo el cual se soportan los delitos que se le fincaron a Chavita y por los que fue reencarcelado la mañana del miércoles en la capital del estado cora.

Al aparecer en Guanajuato, se le practicaron exámenes médicos, revisaron sus lesiones peritos médicos, criminalistas y estaba en buen estado de salud. La valoración psicológica arrojó un rasgo importante, que si bien presentaba una afectación emocional, “ésta no se derivó de los hechos que decía haber sufrido”.

Por esas inconsistencias advertidas en sus declaraciones y los resultados de los exámenes se solicitó un estudio multidisciplinario de campo, psicología y medicina a efecto de verificar la coherencia de lo narrado al Juez de Control y el Ministerio Público, y con los signos emocionales y físicos que presentaba, se obtuvo: “No presenta patologías que aparecen en pacientes privados de su libertad”; su estado emocional “no coincide con el perfil psicológico de personas que han sido víctimas de secuestro”; no se encontraron rasgos que empaten con un trastorno de estrés postraumático.

De acuerdo a las privaciones narradas debería tener afectación física emocional, y contrastado lo dicho con los estudios, los estudios multidisciplinaria indicaron: se concluye que es inverosímil su declaración”.

En favor de Jaime Cuevas la Fiscalía soltó en el video un último dato: la Zona Militar de Guanajuato afirma que no existe registro de que se le haya brindado auxilio al señor Salvador Macías Valdés.

¿Es real la historia de Jaime Cuevas y las conclusiones de la Fiscalía de Nayarit? Quién sabe. Ellos son gobierno, juez y parte, y en estas condiciones, la lucha no es pareja.

Revolcadero

Por cierto, el médico Jaime Cuevas Tello ya se parece a Ramón Guerrero Martínez, aquel presidente municipal que gobernó en Puerto Vallarta entre 2012 y 2015. Y no nos referimos a que en la era mochilista desapareció también un regidor, éste en funciones, sino a que también está en vías de vender parte del patrimonio municipal para abonar parte de sus deudas. El secretario del Ayuntamiento de Bahía de Banderas, Anastacio Zaragoza Trujillo ya envió el debido oficio para solicitar al Congreso del Estado el permiso para la “desincorporación y desafectación” de una serie de bienes muebles y hacerse con su venta de algunos milloncitos. Más o menos eso hizo Ramón Guerrero unos días antes de separarse de la alcaldía para ir a buscar una diputación local. Por lo pronto se ha visto astuto Cuevas Tello y ha hecho lo imposible para que nadie sepa cuáles son los predios o edificios que se propone mercadear. Cuando sepan los vecinos de tal o cual colonia, delegación o ranchería, es cuando la puerca tuerza el rabo. **** Este domingo 13 los morenos tendrán su asamblea distrital. Las intenciones de suspender el proceso parece que quedará en eso, en quejas y en ganas de recurrir a las encuestas para medir fuerzas y renovar la dirigencia nacional de Morena. Lo curioso es que la propia presidente nacional, Yeidkol Polevsnky es la que más insiste en anular las asambleas distritales porque el padrón de militantes es un cochinero. No le fueron suficientes los años que ha jalado las riendas del partido para poner orden en la membresía y ahora se queja.****** Apenas se instaló la Comisión Municipal de Salud Mental y Prevención de Riesgos, y ya sus miembros tiene claro cuál será su primer gran objetivo: detener el imparable registro de suicidios. Se trata de sumar todos los esfuerzos para prevenir este y otros riesgo psicosociales creando estrategias y disminuir los casos en el municipio. La cifra ya supera los treinta casos y particularmente se multiplicaron en las últimas semanas