Bajo los protocolos de sanidad internacional se permitió a connacionales que eran parte de la tripulación que bajaran a tierra para poder ir a sus lugares de origen
Un día después del arribo triple de cruceros que se autorizó por la STC por razones humanitarias, aunque se había informado que no habrían desembarques. Finalmente se permitió que bajaran a tierra 20 mexicanos que eran parte de la tripulación del crucero Koningsdam de la empresa Holland America Line, el desembarco se realizó con los protocolos de sanidad internacional implementados por la pandemia del Covid-19.
La veintena de connacionales que este jueves pudieron bajar a tierra, se dio tras los llamados de auxilio por redes sociales, del médico Marco Antonio Espinoza, quien formaba parte de los más de mil tripulantes de este crucero desde antes que llegase a Puerto Vallarta.
A mediodía de este jueves, se informó en el portal del Excélsior que la Unidad de Unidad de Capitanías de Puertos y Asuntos Marítimos (UNICAPAM), de la Secretaría de Marina-Armada de México (Semar) tomó conocimiento esta tarde del caso de los 20 mexicanos que viajan como tripulación en el crucero de Holland América Line.
Voceros de la dependencia explicaron que la Capitanía del Puerto inició las gestiones con la empresa, en la medida de sus capacidades y responsabilidades, para gestionar el desembarco del grupo de mexicanos.
Indicaron que cada barco debe definir su tripulación mínima no esencial para su operación, y que el grupo de mexicanos no entran en esta consideración por lo que solo es cuestión de horas para que se pueda permitir que bajen del crucero, una vez que lo autorice la empresa.
De acuerdo al noticiero de radio Enlace Vallarta, el alcalde vallartense, Arturo Dávalos Peña, respaldo a los mexicanos que querían abandonar el barco al intervenir con las autoridades correspondientes con las que mantuvo comunicación para que se diera la autorización del desembarque. Lo que sucedió alrededor de las 15 horas cuando se permitió que bajasen a tierra los 20 mexicanos.
.Los arribos de cruceros en estos días que se les permite por razones humanitarias, son para que puedan abastecerse de combustibles, alimentos, para mantenimiento o para trazar la ruta a seguir en los próximos días.
Marco Antonio Espinosa, y otro grupo de mexicanos, lleva ya 63 días en una travesía obligada que inició el 13 de marzo en Aucklam, Nueva Zelanda, en el crucero Noordam, de la misma naviera, en donde los sorprendieron las restricciones internacionales ante la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19.
Tras una ruta hacia América, los tripulantes fueron cambiados al crucero Koningsdam el 15 de abril, en aguas de Ensenada, Baja California, para seguir su ruta a Puerto Vallarta a donde anclaron el miércoles y este jueves ya se permitió que los connacionales bajasen a tierra, de donde irían a sus ciudades de origen.