CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
El manoseado tema del coronavirus, o Covid-19, ya en grado de emergencia nacional en algunas entidades y ciudades del país, confundió a los mexicanos que ya no saben a quién creerle, si a un Andrés Manuel López Obrador, que en su gira dominical pidió desde una fonda salir a la calle, o a Claudia Sheinbaum, que en la Ciudad de México llamó a quedarse en casa.
Sheinbaum y López Obrador son las dos máximas autoridades políticas del país y provienen del mismo partido, de Morena. Otros políticos, gobernadores panistas, adelantaron acciones, ordenaron cierre de algunos negocios, y sugirieron aislar parcialmente ciudades y regiones. Cuitláhuac García gobernador de Veracruz y Moreno, también tomó decisiones drásticas y en su entidad y dos municipios cerraron sus accesos “al mundo”.
El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro hizo punta, posición tomada como un petardo en el Palacio Nacional que pareció alentar un deliberado retraso en la estrategia federal. Al anuncio del gobierno federal de adelantar desde el miércoles 17 el periodo vacacional, él lo decretó desde el antepasado fin de semana.
A Alfaro, los hechos lo presionan, pues Jalisco es líder en contagios y este lunes 23 aquí se registró el tercer muerto en el país. Anunció también apoyos por mil millones de pesos para hacer más pasajera la crisis.
Nos había dicho el presidente de la república que la decisión de los pasos a dar para frenar el avance la darían los técnicos, los México y no los políticos. Pero cuando los médicos del gobierno federal recomendaron no abrazos y no saludos, mantener una distancia prudente no menor al metro y medio, inclusive procurar el aislamiento en casa, eso sí, nada obligatorio, él hacía eso y repartía besos y abrazos.
Por decirlo así, se formaron dos bloques de gobiernos y de políticos, unos que apuran medidas y otros por posponerlas. Se valen las dos razones, unos por anteponer razones de salud, los otros por imponer argumentos económicos. Estirar la cuerda, dar más tiempo a los negocios, mitigará la crisis que se avecina.
López Obrador es la primera autoridad del país y está comprometido a respetar las decisiones de sus especialistas. El responsable de rendir informe diario, el Subsecretario de Salud, Hugo López Gatell se enredó en su galimatías “mañanera” por defender a su superior. Dijo que López Obrador no podía ser contagiado dizque “por su fuerza moral”. De plano su jefe le dio el avión con algo así como “y por mis amuletos estoy blindado”. Dieron la impresión de no tomar en serio las advertencias que llegan de la vieja Europa de apurarnos a tomar previsiones.
En menos de un mes –considerando que el primer contagio se detectó el 27 de febrero- los casos en México llegaron a los 316 pacientes. De acuerdo a las cifras oficiales, hasta el cierre del conteo del domingo, hay 793 sospechosos y 1,667 casos negativos. Por tres días, la cifra de defunciones se estancó en dos. 64% son hombres y 36% mujeres. Solo 10 casos se hospitalizaron y el 90% se consideran enfermos en el rubro “ambulatorios”.
Sin duda es de admirarse la fe de López Obrador. Pero hasta sus adversarios políticos le han implorado permanecer en casa, posponer sus giras al interior de la república, disminuir su agenda de trabajo. Por su edad, está en el rango de personas vulnerables. Pero su médico López Gatell, una autoridad en epidemiologia, lo azuzó a salir todos los días a repartir besos y abrazos, que por eso de su autoridad moral está blindado.
Los técnicos, expertos, los médicos del mundo han advertido que esto no es de juegos, menos de ocurrencias, tampoco una cuestión de fe, de religión, de creencias.
Al día de hoy, varios países han cerrado sus fronteras. España, Rusia, Alemana, Checoslovaquia, algunos de Centro y Sudamérica. Estados Unidos registro el aislamiento total de algunas ciudades y estados. San Francisco ya va para una semana de aislamiento obligado en casa y también una ciudad suburbio de Nueva York. Este fin de semana los estados de Washington, Nueva York y California tomaron decisiones propios de la fase 2. Las restricciones son en todo el mundo.
El hotel Barceló, ex Joya de Mismaloya, se cierra este martes por al menos los siguientes 15 días. Una firma con hoteles en Nuevo Vallarta y en Guayabitos anuncia planes de cerrar por dos meses. Casi todos son hoteles reducirán parcialmente sus operaciones o cerraran algunas áreas. Supuestos empleados de un desarrollo de Nuevo Vallarta reportaron despidos de miles de trabajadores. En temporada baja los hoteles solían proponer “permisos solidarios” o “vacaciones adelantadas” y a ello apelaron por el Covid-19. El virus chino les arrebató a sus huéspedes. Es tal la emergencia global que Fernando González Corona apareció por primera vez en un video para anunciar que sus empresas no despedirán a empleados.
Pero apareció otro fenómeno, el de las teorías de la conspiración, “el compló”, diría López Obrador. Es un invitado permanente en todo juego político, en esta amenaza global real no es la excepción.
Tales teorías se presentan con suficientes y sólidos argumentos, algunos fáciles de verificar pero razones que por su naturaleza imposibles de certificar. Leímos con detenimiento un texto que nos envió un amigo profesionista vallartense.
Se documenta el supuesto afán de Estados Unidos por frenar a la economía de China. Que ellos desataron la guerra de baja intensidad justo en la ciudad donde existe un laboratorio de investigación bacteriológica del coronavirus, el sars, mers, ébola. Que esa fue la coartada perfecta para vía infectarlos, quebrar a los chinos. Luego, el objetivo sería Italia, la región de Lombardía, cuyo gobernante, es un político hostil a las políticas gabachas. Consumado el colapso mundial, ellos tendrán la vacuna para erigirse en salvadores del mundo. (Esta punto se contrapone a otra versión, que supone serán los chinos los salvadores, por tener lista su vacuna pero la ocultaron por fines iguales). Al final, los enemigos del imperio norteamericano, Irán, Corea del Norte, Venezuela, acabarían sometidos. Nada dice tal teoría de España, Alemania, Japón, Francia, que serían una especie de víctimas colaterales.
Vamos a suponer, pero sin conceder, que tal teoría es cierta. Si fueron o no los gringos quienes lanzaron la “bomba” que expandió el Coronavirus lo apremiante es tomar posiciones de defensa, combatir hasta extinguir esa maldita cepa. Ya después se identifique y castigue al responsable, a los gabachos. La emergencia es para poner un alto al virus y salvarnos del contagio. Porque hasta donde se sabe, los científicos, los médicos no han negado la presencia de esa maldita peste.
Entre la amenaza real y la apariencia de estar condenados a la pinza de los poderes de la política, cada quien con sus respectivos porristas y las teorías de la conspiración, leímos con atención un escrito llegado de España, obra del amigo Manuel Quintans. Escribió a sus amigos el entrañable amigo, periodista unos años en este puerto: “Estoy pensando en todos mis buenos y queridos amigos mexicanos con la historia esta del virus y quiero decirles que se tomen muy en serio lo del confinamiento, que es la única medida eficaz contra la pandemia y en la única que hay consenso de todos los sectores políticos y científicos. No repitan nuestras pendejadas y no vayan a encerrarse cuando ya estén todos infectados. Enciérrense ya, eviten aglomeraciones, extremen la higiene personal, desinfecten todo lo que puedan y, sobre todo, no salgan de casa más que para lo imprescindible y límpiense bien cada vez que entren y salgan. En Italia y España nos lo tomamos de coña y así estamos ahora (…) Es mejor prevenir que lamentar. No sean pendejos y denle a la cosa la importancia que tiene”.
Es la recomendación de “Manolo el gallego”. Debe estar sufriendo. Eso refleja la dureza de sus recomendaciones. Que por libertad nadie se queja y quien lo desee, puede atender a López Obrador. “No dejen de salir…. Yo les voy a decir cuando salgan”. Ojalá no sea tarde. Y si, lo inevitable es la crisis económica. Lo bueno que el pueblo sabio está preparado, tiene experiencia en eso de sortear crisis. Aquí la crisis es eterna.
Por último añadir. La salud no, no es eterna. Usted reflexione en el valor de cada qué, decida qué cuida, la salud o el dinero.
Revolcadero
Quién sabe si es paranoia o psicosis pero en este semiencierro de fin de semana, un sábado y también el domingo se nos ocurrió hacer un conteo de aviones que surcaron los cielos ahí por Ixtapa, con rumbo a las pistas de aterrizaje del aeropuerto internacional. El sábado 21, entre las 12:06 horas, registrados 14 vuelos. El domingo, entre las 12.25 y las 13:10 observamos 11 aeronaves grandes y una avioneta. Esta apareció en el cielo del lado de Nayarit. Todos los aviones eran de gran tamaño. El sábado circularon imágenes que mostraron la terminal aérea atiborrada en pasillos y mostradores. Eran pasajeros ansiosos por abandonar Puerto Vallarta. Lo del conteo, fue por llamarnos la atención tanto vuelo en un corto periodo de minutos. Con seguridad, no traían pasaje. Venían por pasajeros varados aquí.****** En medio de la contingencia global, reapareció en la mañanera el titular de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo. No pudo esperar anunciar la “baja marginal” de sus registros en la inseguridad. Insistió en su “punto de inflexión”. Ojalá y ya no informe nada porque hay otros reportes, como uno de Guanajuato en donde hubo siete mujeres asesinadas el fin de semana. Otros dirán, los chairos, que los matones, ratones y demás basura, también le temen al coronavirus y hay tregua voluntaria. **** Por cierto, este 23 de marzo, se cumplieron 26 años del asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta. El magnicidio ocurrido en la colonia Lomas Taurinas cambió la historia del país y fortaleció las teorías conspiracionales, de que en México la mafia existe y todo lo puede.