CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
La alianza local de Morena con el Partido del Trabajo y el partido local Somos, complica construir acuerdos firmes y al mismo tiempo reafirma las aspiraciones del diputado local, Bruno Blancas Mercado, quien de diciembre a la primera semana de enero ha podido lograr algunas “sumas” pero también acumular “restas”.
A la víspera de la Navidad era sabido por muchos militantes de Morena que Bruno Blancas había fortalecido sus aspiraciones y haber ya habilitado un búnker de precampaña en la avenida Francisco Villa. Pero apenas este último lunes 4 se concretó la coalición electoral con el PT y el partido Somos, las negociaciones por la candidatura a la alcaldía se complicaron.
En la mesa de negociaciones, se subían y bajaban algunos nombres y para asombro de algunos negociadores, siempre se mantuvo Bruno Blancas. Después del 24, solo por citarlo, se colocó el nombre del médico Francisco Sánchez Peña. En algún momento, adquirió fuerza Laurel Carrillo Ventura y también se discutió en torno de Humberto Famanía Ortega. Para el martes, Paco Sánchez y Laurel Carrillo perdieron fuerza. Al mismo tiempo se discutió el proyecto del ex rector de CUC, Javier Orozco Alvarado.
Bien, precisemos un aspecto importante. De entre las dos decenas de aspirantes, los notables de Morena consideran estrictamente a quienes son bien apadrinados por figurones del centro. Olvidemos eso de la democracia interna, las encuestas. Los jalones son entre ellos, pura vaca sagrada del morenismo nacional. Cada quien trae su padrino y los suben y bajan dependiendo de las negociaciones y según los acuerdos circunstanciales.
Casi nadie le ha puesto atención a una dignación importante. Apenas Mario Delgado Carrillo se apoderó de las riendas de Morena, designó al senador José Alejandro Peña Villa como uno de los cinco miembros de la Comisión Nacional de Elecciones. Ahí está la fuerza de Bruno, en su gran padrino el senador Alejandro Villa. El dirigente nacional, Mario Delgado y la secretaria general, Citlalli Hernández Mora, el senador Villa Peña, la secretaria de Diversidad Sexual del CEN, Esther Gómez Ramírez y el poblado Carlos Alberto Evangelista Aniceto son los cinco integrantes de dicha Comisión.
El amasiato político de Bruno con el senador Alejandro Villa es el único mérito que lo llevó a la diputación local y lo tiene en la antesala de la candidatura. En su corta militancia y trayectoria política, Blancas Mercado tiene repleto sus closet de cadáveres políticos. Milagrosamente algunos de algunos de estos reviven en esta temporada de zopilotes prietos.
En el bloque de aliados de Bruno Blancas se identifican al regidor Cecilio López Fernández y su asistente, Jesús Alonso Toscano Bernal y los servidores públicos, Sara Mosqueda, José Carlos Serrano Atzin, éste último vinculado a la diputada federal, Lorena del Socorro Jiménez Andrade. A Cristian Granados Lazcano se la tacha de ser su operador político entre los “jóvenes”. Ahora que bajan los bonos de Carlos Lomelí Bolaños, han regresaron a su redil, morenos de la talla de los hermanos Pablo Ruperto y Nicolás Gómez Andrade, la esposa de “Nico”, Rocky Nick Santana Morales y algunos “servidores de la nación” como Lázaro Arres y Flor Olimpia.
La legisladora federal Jiménez Andrade también anda en franco romance político con Bruno, así como las candidatas a sucederla, la profesora Ángeles Hernández y Silvia Radilla Lagunas, ésta última pareja de Rocky Santana. No hubo descuido haber sido Blancas quien la colocó en posición de candidata.
El abogado y anotado entre los aspirantes, Enrique Márquez acabó por retirarse y unirse al grupo que abraza proyectos antagónicos, entre estos a Juan Ramón Mora Ornelas. La regidora en San Sebastián del Oeste, Ethela Ponce y el regidor en Mascota, Marco Antonio “Toño” Rubio López (el del doble sueldo, como regidor y empleado de la Judicatura) son otros que le dieron la espalda a Bruno “Brutus”.
Blancas Mercado tiene una larga antología de pecadillos pero sobre todo, se sirvió con la cuchara grande y lo mismo colocó a sus recomendados en la nómina del estado que en las brigadas de Servidores de la Nación. Los morenos lo señalan de haber vendido la estructura del partido en el pasado proceso electoral, siempre con la permisiva vista del senador Alejandro Villa. En los comicios del 2018, el ahora senador fungía como delegado estatal de Morena. Ya como diputado local renovó su antigua alianza con el regidor Cecilio López y abrió espacios a amigos y familiares en la nómina del gobierno estatal.
Como “servidores de la nación”, sus recomendados se convirtieron en sus incondicionales y los convirtió en instrumentos para saciar sus fines políticos. Les ordenó aprovecharse de la base de datos y, a cambio de recibir los apoyos federales, para convirtió a los beneficiario en potenciales simpatizantes de Morena pero particularmente promotores de su persona y proyecto político.
Cuando Carlos Lomelí Bolaños abandono el cargo de “superdelegado” y Villa Peña en el Senado, Bruno Blancas se acomodó al Armando Zazueta y éste no tuvo empacho en brindarle el apoyo. También tiene el apoyo de la expresidenta del Consejo Nacional de Morena, Bertha Luján Uranga y del jefe de los “supercoodinadores”, Gabriel García Hernández.
Para controlar a los adultos mayores y obtener obligados muestras de apoyos, creo grupos de “WhasApp”.
El ex delegado regional de Programas Sociales, José Saúl Córdova Díaz, aquel que en viaje a una reunión en Guadalajara se accidentó con otros “servidores” y perdió una pierna, le fue de mucha valía.
Para ser más claro, Bruno Blancas obtiene bajo promesas de futuros empleos y candidaturas menores. En las elecciones de 2018, Sara Mosqueda fue una de sus más fieles seguidores. En calidad de “enlace distrital” de Morena, le prometió convertirla en candidata a la alcaldía, acabó por reorientarla a una diputación y al final la dejó chiflando en la loma. Con lágrimas en los ojos por el enojo y traición rompió pero hoy, bajo la promesa de llevarla a su gobierno, se somete dócil al diputado.
Por todos lados y entre muchos militantes escuchamos descalificativos de su indigno comportamiento y el poco respeto asimismo y a los demás. En Tomatlán manipuló y engañó a tres grupos con la misma promesa de convertirlos en candidatos a una diputación. Les hablaba en privado y pedía guardar el secreto dizque para “no alterar” a los otros grupos.
Como enlace distrital, desde 2018 tenía la obligación de fundar al menos un comité de base en cada sección electoral. En sus esporádicas recogía las listas de los comités para ya no volver a regresar ni siquiera a verificar la autenticidad de las mismas. Muchos de esos comités “se vendieron” en la jornada electoral. Algunos aspirantes decepcionados, como Héctor Gallegos, abandonaron el partido y se llevaron listados de militantes y aspirantes. El máximo responsable del partido no tenía respaldo de esas listas y se esfumó la estructura, promotores y defensores del voto.
Hay quienes presumen de supuestas anomalías en el negocio de venta de productos médicos y enfermería de propiedad atribuible a Blancas pero a nombre de su hijo. Hablan de facturas apócrifas para evadir impuestos. La corrupción es la principal bandera de la cuarta transformación pero el diputado camina a contracorriente. No son pocas las voces en la militancia de base que lo critican por deshonesto y ser parte de la corrupción.
Lo acusan de incurrir en violencia política de género en contra de la maestra Ángeles Hernández, a quien la hizo hacer precampaña en los pasados comicios junto contra aspirantes, pero nunca la inscribió.
Revolcadero
Por cierto, nuestros amigos morenos nos afirman haber sido Bruno Blancas Mercado quien habló y logró convencer al “junior” de abandonar al Movimiento Ciudadano y acercarse a Morena, hasta en calidad de “candidato”. Por un breve tiempo, el muchacho le hacía ronda al diputado pero pronto cayó en la cuenta que le había engañado y que en realidad, Bruno solo buscada la candidatura para él. Es un caso muy parecido al de José Luis Pelayo Barraza. Quien a tiempo fue advertido de que en realidad, Bruno solo usaba de títere para sus fines personas. Nos dicen que también intentó hacer una de sus jugadas con el profesor y regidor Luis Alberto Michel Rodríguez pero esta lo amenazó con reportarlo en lo más alto del partido. ******* Por cierto, a otra que le jugó el dedo en la boca y otra vez la tiene comiendo de sus promesas es la abogada Carla Esparza, aquella dama “fifí” que se dio a conocer en la política local en el extinto PES. Bruno la jaló a Morena y la ha llenado de promesas, nada firme ni claro. La usa de instrumento para construir puentes con Alberto Uribe Camacho, el ex alcalde de Tlajomulco que del MC salto a Morena. A Uribe lo acusan de ser parte de una triada que forman miembros del MC y de Morena y que al tratar de imponer a Bruno Blancas en la candidatura, dan forma a la sospecha de allanar el camino al MC y retener Puerto Vallarta. Son meras teorías de la conspiración política que nos platican los amigos de Morena. Porque pues no, no hay calidad moral para considerar a Alberto Uribe un allstar de la política estatal. Y menos con esa fama de encabezar la lista de violencia de género que le endilga la morenista Brenda Carrera García. La militante de Morena se apostó frente a ll edificio del INE y exigió demostrar voluntad de combatir la violencia de género en la política. Para ello, gritó que a Uribe Camacho se le enliste como un agresor a las mujeres y actuar sin simulaciones.******* Que ya todo está listo para que este próximo viernes 15, el ingeniero Arturo Dávalos Peña solicite una licencia para separarse de la presidencia municipal interino y dedicarse de tiempo completo a su candidatura a la diputación local. David de la Rosa Flores cumplirá al fin se sueño de ser regidor pues por ser el suplente de Dávalos, ocupará la vacante. En tanto, el síndico, Jorge Antonio Quintero Alvarado, será el alcalde interino. Sin embargo, el suplente del “Giorgio”, Jorge Antonio Méndez, deberá esperar su turno pues al saltar el síndico a primer edil, no obliga vacante en el pleno del Ayuntamiento.****** Un pilón. La comidilla política de este jueves 7 fue el fallo de la Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en eso de la demanda de las feministas de exigir paridad de género en las candidaturas. Sin embargo, pues no despejaron dudas, todo quedó como un primer acuerdo, el cuestionado por las mujeres, y quedará a decisión de los partidos designar mujeres candidatas en los municipios que ellos consideren, por lo menos en los diez más importantes de Jalisco. Sin embargo, para el caso de Puerto Vallarta la última palabra no está dicha y habrá de esperarse hasta el 20 de febrero. Es decir, Diego Franco Jiménez y Guadalupe Guerrero Carvajal estarán ya por salir a las calles a hacer su precampaña las siguientes cuatro semanas.