Tamaño de texto


José Fernando Ortega |

En ascenso curva de Covid-19 en Puerto Vallarta: «no es momento de bajar la guardia», advierte Pérez Oliva

Los vallartenses bajaron la guardia en las ultimas semanas con lo que se dieron más contagios, asegura el director de la VIII Región Sanitaria

El acentuado incremento en casos de Covid-19 que se ha registrado en Puerto Vallarta las últimas semanas es resultado de que la gente ya reducido las medidas de prevención, es decir, pese a todas las advertencias, “ha bajado la guardia”.

De acuerdo a Armando Pérez Oliva, director de la Octava Región Sanitaria de la Secretaría de Salud Jalisco, muy pocas personas siguen usando cubrebocas cuando salen de casa, sea para el trabajo o realizar otras actividades.

“Esta situación no es privativa de Puerto Vallarta, sino que se ha generalizado en todo el estado de Jalisco, inclusive en municipios donde había muy pocos casos y en aquellos donde no se había presentado ninguno”.

En consecuencia, se aceleró el ritmo de casos positivos y sin embargo lo más importante sigue siendo no saturar los espacios en los hospitales para atender a los pacientes con la enfermedad, así como el equipo imprescindible para casos avanzados, como los ventiladores, la ventilación asistida.

Y es que eso en un momento dato podría poner en jaque a la Secretaría de Salud o a todos los demás sistemas de salud como son el Seguro Social, el ISSSTE u hospitales privados, así como el Hospital Regional, hospitales de primer contacto como los de Tomatlán y Mascota.

“Es lamentable lo que se puede observar en las calles y es que ahora que se ha reiniciado la actividad en ciertos sectores, la gente siente que ya no está presente la enfermedad, sin embargo el virus está circulando y el problema real radica en que cabe la posibilidad de que muchas personas contagiadas sean asintomáticas”.

Esto es, al no percatarse de que están contagiadas se convierten en factor de contagio no sólo para sus familiares cercanos, también de le gente con quien tiene contacto en sus actividades diarias, sin descartar a personas de los grupos vulnerables, que sería lo más lamentable.

“Aunque una persona contagiada de Covid-19 no tenga apoyo ventilatorio, pudiera dejarle secuelas, entre otras a nivel cardiovascular, renal o de otro tipo que si bien no pierde la vida, vivirá con ciertas limitaciones ya que le afectará su capacidad pulmonar”.

El médico insistió en que el objetivo principal es cuidar del contagio a las personas que aunque sea en un porcentaje mínimo generen signos y síntomas graves, o que se vayan a hospital a apoyo ventilatorio, padezcan ese tipo de situaciones, ya sea el perder la vida o tener secuelas.

“No es el momento de bajar la guardia, al contrario, hay que seguir con mucho cuidado ya que al no ver gente desmayándose en las calles como ocurrió en otros países, pierden la credibilidad en el virus, pero esta percepción cambia cuando la enfermedad ataca a un familiar, que es cuando se dan cuenta que es cierto”, concluyó.