Tras ser cerradas por la emergencia sanitaria por el coronavirus hasta el atarceder aún no se colocaban cintas o barreras restringir el acceso
José Fernando Ortega
A poco tiempo de iniciar una nueva etapa en nuestro país por el tema del coronavirus, esto es, el estado de emergencia, se presenta una interesante situación en Puerto Vallarta.
Por un lado, las decisiones que han tomado las autoridades respecto a restringir el acceso a las playas y otros espacios hasta ahora sólo han quedado en intenciones porque la realidad es que hay gente que aún pretendía ir a disfrutarlas, aunque son pocos los que lo hacen, ya que la mayoría prefiere obedecer el llamado de la autoridad.
Sin embargo, en un breve recorrido por Playa de Oro, en la zona hotelera norte, observamos algunas personas descansando o divirtiéndose en una excelente tarde, a la espera de la caída del sol. En realidad muy pocas, unos cuantos turistas que todavía siguen hospedados en algún hotel de la zona, y otros residentes que llegan con sus sillas plegables.
Al evitar las aglomeraciones se reduce el riesgo de contagio de este virus, es por eso que incluso, se ha invitado a la población a no visitar las playas. Sin embargo, hasta ayer oor la tarde las autoridades no habían colocado cintas en los accesos o algún obstáculo para impedir el paso a la gente, las personas pueden pasar libremente como se observa en una imagen.
Se pretende que la actividad turística nacional e internacional en las playas de México quede suspendida durante la temporada de confinamiento y por lo pronto en poco tiempo casi se ha logrado en Puerto Vallarta. Está muy lejos de haber congregaciones de más de 50 personas.
En horas más tempranas, elementos de Seguridad, Protección Civil y Guardavidas recorrieron espacios públicos conminando a las personas a resguardarse en sus casas, sin embargo a toda hora siguieron llegando a las playas en bajo número.