Una línea naviera que opera con regularidad cruceros en la ruta de la Riviera Mexicana del Pacífico, de la cual forma parte Puerto Vallarta, Royal Caribbean, está en vías de lanzar su nuevo crucero el cual será el más grande del mundo.
Este nuevo buque gigante surcará los mares en 2024, el Icon of the Seas, que tendrá 365 metros de eslora (largo) y un peso de 250 mil 800 toneladas. Con ello superará al Wonder of the Seas, de la misma empresa, que es el más grande actualmente, con 361 metros de eslora y 236 mil 857 toneladas de peso. Tendrá nada menos que 19 pisos, una capacidad para 5 mil 600 pasajeros y 3 mil tripulantes.
Es decir, la pandemia lejos de provocar una contracción de este segmento turístico, parece haberlo impulsado en la carrera por construir los barcos más grandes y con mayor diversidad de atractivos.
Desde luego, este crucero no estará en la Riviera Mexicana, será destinado de inicio al Caribe, incluyendo Cozumel, pues de hecho con tales dimensiones no podría atracar en terminales marítimas como la de Puerto Vallarta, donde el director general de la ASIPONA Vallarta, Almirante en retiro Víctor Francisco Uribe Arévalo, ha reconocido que es necesario ampliar la capacidad de los muelles para poder recibir a cruceros de mayor tonelaje y de hecho es uno de los proyectos que tiene la Administración del Sistema Portuario Nacional local.
Inmediatamente después de revelar el primer vistazo al Icon of the Seas, Royal Caribbean International vio su día de reservaciones más grande en sus 53 años de historia cuando se abrieron las preventas para el primer barco Icon Class de esa línea de cruceros.
El Icon apareció por primera vez en los titulares en días pasados cuando Royal Caribbean presentó el nuevo barco como la mejor combinación en la industria vacacional. Tendrá el mayor parque acuático en el mar con capacidad para seis toboganes, la primera piscina infinita suspendida en el mar, entre muchísimos atractivos más, y además será el primer barco de la línea de cruceros con tecnología de pila de combustible propulsado por gas natural licuado (GNL). Junto con otras medidas, como la conexión a la red eléctrica en tierra y los sistemas de recuperación de calor residual, el nuevo barco será “el más sostenible de la compañía de cruceros hasta la fecha”.
