De acuerdo a las estadísticas de ocupación hotelera, Puerto Vallarta ha tenido un buen inicio de año y hay elementos para esperar que en general en el 2025 tenga resultados alentadores, incluso considerando los impactos que pueda tener en el ámbito turístico el efecto Trump.
Así lo consideró el empresario hotelero Gabriel Igartúa Sánchez, quien observa un futuro inmediato promisorio para el destino. “Yo creo que no debemos ignorar el efecto Trump, pero hay que recordar que México y sobre todo nuestras playas y nuestro estado, siempre han sido sujetos de las advertencias de viaje del Departamento de Estado de Estados Unidos, y aun así tenemos una buena afluencia de nuestros principales mercados”.
Ante ello, consideró que lo más importante en estos momentos es la promoción, la presencia del destino en los diferentes mercados, “desde luego, trabajar con las autoridades para que esa percepción de seguridad se siga manteniendo y lo cual ha generado resultados positivos para nuestro destino y corresponsabilizar con la misma autoridad municipal de lo que tienen que hacer como sector social y lo que tenemos que hacer por nuestro lado como sector privado, para mantener este lugar y tratar de neutralizar lo más posible el efecto para el norteamericano que desconoce geográficamente nuestro país, con el que sí tiene un efecto negativo. Lo que más importa en estos momentos es mantener la presencia en nuestros principales mercados mediante la promoción”.
En febrero pasado, el director general del Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP), Raúl Revuelta Musalem, declaró que con el regreso a la normalidad en el ámbito turístico tras la pandemia de Covid-19, este año se prevé que disminuyan los vuelos a los destinos de playa a nivel internacional, que fueron los que tuvieron una recuperación más acelerada pero con la reincorporación de otros destinos se realiza una recomposición de las rutas y eso podría tener efecto en nuestro país.
Sobre ello, el expresidente de la Asociación de Hoteles y Moteles vallartense manifestó: “Hay que ver qué efecto tiene esto en la ocupación hotelera, que además tiene una fuerte competencia por las plataformas digitales de hospedaje, pero yo creo que mientras mantengamos la presencia y la promoción, los esfuerzos en conjunto y la calidad de los servicios, estaremos en una posición bastante ventajosa, conservar una posición competitiva que nos permita seguir teniendo los números tan positivos que hemos tenido hasta ahora”.
Sobre el tema, el director del Centro de Investigación y Competitividad de Turismo (Cicotur) de la Universidad Anáhuac, Francisco Madrid Flores, comentó que por la estrecha vinculación de las cadenas productivas existentes entre Estados Unidos y México, así como por el hecho de que la mayor parte de los turistas internacionales que visitan nuestro país provienen de ese mercado, es natural que el sector turístico mexicano pase por un momento de preocupación.
También coincide en que “hay factores que alientan los ánimos entre los que se cuentan la calidad de los productos y destinos (mexicanos), así como el buen servicio ofrecido por nuestra fuerza laboral, la confiabilidad de la experiencia (que explica el que cerca de 60% de nuestros visitantes son repetitivos), el propio esfuerzo del sector empresarial y, de manera significativa, la ventaja competitiva que ofrece una mejora sustancial del tipo de cambio. Estos argumentos parecen poderosos para atenuar, al menos en el corto plazo, impactos por el efecto Trump para el turismo mexicano”.