CONTEXTOS
El Grupo Jalisco, creado por el gobernador Enrique Alfaro, reapareció el pasado miércoles 28 de agosto en la sesión ordinaria de su Coordinadora Nacional del Movimiento Ciudadano, con evidentes pretensiones de hallar el cobijo buscando de la plana mayor del MC ante la posibilidad de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial Federal resuelva retirarle la gubernatura electa a Pablo Lemus Navarro.
Y no solamente asistió Pablo Lemus, también se presentó Verónica Delgadillo, la presidente municipal electa ya quien también los morenos intentan hacerle tablas un triunfo en las urnas que le reconocieron tanto el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana como el Tribunal Electoral del estado de Jalisco.
Hace unas dos semanas, uno entusiasta promotor de Ramón Guerrero Martínez, derrotado abanderado a la alcaldía, nos confiaba del temor que dentro del MC ya existía de que el TRIFE resuelva en contra de los triunfos naranjas. El temor no se funda en pruebas de fraude, sino ellos controles que ya el régimen de la 4T presumía tener en los tribunales electorales, control ampliado a Instituto Nacional Electoral.
Por estos días, un sector de la población vive ensoberbecido por el triunfo arrollador de Morena y la elite de dicho movimiento maniobra para tomar posiciones ventajosos pero también apoderarse de los órganos electorales y reforzar un régimen y adeptos suyos capturen todos los espacios que tengan que ver con la organización de los comicios.
Los últimos acontecimientos parecen recrearnos por adelantado futuros pasos a dar para imponer un sistema en tondo todo lo controle el estado, entendiendo esto como regresar un referí que responda al gobierno. Es decir, quitar a los ciudadanos todo lo relacionado a una elección. Para ilustrarlo con mayor claridad, regresarnos a una elección como la de 1988, de cuando “se cayó el sistema”, cuando el gobierno organizaba y sancionaba y declaraba quine era el ganador.
Las elecciones federales de 1988 los organizó la Comisión Federal Electoral y como secretario de gobernación, esa responsabilidad estaba en manos de Manuel Bartlett Díaz, el actual titular de Petróleos Mexicanos, quien del PRI abrazó el proyecto de Andrés Manuel López Obrador. De abrumadora mayoría priista, en la era de “la dictadura perfecta”, la Cámara de Diputados se erigía en colegio electoral y sin sobresaltos sancionaba los comicios y declaraba ganador. En este proceso electoral, el ganador fue Carlos Salinas de Gortari.
Quienes tachan de regresivas quizá tengan razón. El PRI encarnó la “dictadura perfecta” porque tratándose de elecciones ellos se hacían cargo de todo. Se entiende por todo, todo. Por ejemplo, en comunidades o municipios rurales, si era necesario obtener una identificación para transitar por el territorio nacional, toda autoridad ye sugerir ir a la oficina del poderoso PRI y regularmente el partido ocupaba una oficina del gobierno municipal. Ni siquiera era necesario declararte militante del tricolor; ese cartoncillo te identificada como mexicano y de ciertos modos asumías obligaciones de la militancia. En las ciudades de la frontera norte, un emprendedor interesado en abrir tu changarrito ibas a la oficina de la CNOP, la CTM u otro apéndice del partidazo, pagabas una cuota, y obtenías el permiso para instalar tu negocio en la calle.
Hasta antes de 1990, entre partido y gobierno no hubo muchas diferencias. Por decirlo sin tapujos, el PRI y gobierno eran lo mismo. Sería después de la elección de 1988 cuando la oposición y organizaciones sociales no gubernamentales le arrancaron al gobierno la organización de las elecciones. Fue en el gobierno de Salinas de Gortari cuando se reformó la Ley Electoral y se creó el Instituto Federal Electoral y su Consejo General, el órgano de dirección que en ese periodo seguía al mando del titular de la Segob. En 1993 se refirmó el Cofipe y se otorgaron poderes al IFE, entre ellos declarar la validez de las elecciones, expedir constancias a ganadores y establecer topes de gastos y el más importante, delegar a su Consejo General, a sus directivos, incluyendo al secretario general.
En inmediatas reformas, aparecieron los “consejeros ciudadanos” y con Ernesto Zedillo se formalizó la autonomía e independencia del IFE. Para 1996 el gobierno se había desvinculado de todo lo relaciona a las elecciones. En cada sección electoral del país, entre los ciudadanos debidamente capacitados se elegían funcionarios de casillas.
Está bien fundado el temor de intentar imponerse un régimen como el que por 70 años gobernó a México. Un país en done el gobierno capture a los organismos autónomos, donde el Poder Ejecutivo subyugue al Legislativo y someta al Poder Judicial, nos puede encaminar a un gobierno totalitario.
Hacen bien los del MC en reunificarse para juntos defender los triunfos electorales que desde el máximo Tribunal Electoral los morenos les quieren hacer tablas. Si ya le quitaron la senaduría al fundador del MC, Dante Delgado, en la misma mesa le pueden arrebatar la gubernatura a Lemus y alcaldía de Guadalajara a Verónica Delgadillo.
En los últimos días, Alessandra Rojo de la Vega ha venido denunciando que le esquilmaron el triunfo. Señala al titular del Tribunal Electoral capitalino (Armando Ambriz) de ser padrino de la hija de Ricardo Monreal, a quien derrotó en la principal alcaldía de la CDMX. La activista social acusa haber conflicto de interés del compadre de Monreal.
Los últimos nombramientos de “consejeros ciudadanos” le han restado independencia y autonomía al actual Consejo del IFE. El ejemplo más vivo es la consejera presidenta, Guadalupe Tadddei Zavala, que en las votaciones decisivas se inclina por favorecer a Morena y/o candidatos (as). Con la mayoría de los consejeros del INE de su lado la aplanadora legislativa de Morena y aliados no tendrá urgencia de reformar la ley electoral.
La urgencia de régimen se centra en apoderarse del Poder Judicial. Ya tiene a Lenia Barthes o otros tantos ministros de la Corte y posiblemente en dos o tres años estará en condiciones de promover otros ministros para hacer mayoría. Pero, la megalomanía de la 4t es inmensa. Quieren ministros leales en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a y todos los magistrados y jueces federales, y someter también a todos los tribunales estatales. Han decidido apoderarse del poder de la toga con la bandera del voto popular.
Los del MC Jalisco saben que hoy por hoy, la maquinaria morena se ha filtrado en el Trife y son capaces de hacer ganar en la mesa a suyos.
Revolcadero
El deceso de José Luis, un alumno de la Escuela Secundaria Técnica número 132, la del Mangal, puede convertirse en un dolor de cabeza a más de algún maestro y uno que otro doctor de un hospital privado o del Hospital Regional. Allá en la parte alta de El Pitillal escuchamos la tarde del domingo comentarios sobre la muerte de un estudiante del plantel de la secu 132. El rumor habló de bulling, también de falta de atención médica oportuna. El silencio de la autoridad que tomó conocimiento ha alimentado la rumorología que culpa a maestros del plantel por permitir supuestas agresiones de compañeros de José Luis. Algunos comentarios recogidos también hablan del Hospital Joya donde supuestamente un médico desestimó una dolencia física. Del jueves al domingo, la salud del adolescente desmejoró y sus familiares lo llevaron a Hospital Regional. Una trombombolia pulmonar sería la supuesta causa de su deceso.******* Hablar de trombombolia pulmonar significa establecer que estamos frente a una afección en una o más arterias de los pulmones han sido obstruidas por un coágulo sanguíneo. Los especialistas están de acuerdo que dichos coágulos de sangre regularmente provienen desde las piernas y con menor frecuencia de otras partes del cuerpo. Amigos y familiares de José Luis consideran que el dolor que desde el jueves requirió ser atendido pudo ser consecuencia de una agresión sus compañeros de la escuela.
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