El presidente del Centro Empresarial de Puerto Vallarta da a conocer que el tema de inseguridad es la principal causa de esa reducción
Tras analizar los resultados más recientes de los indicadores de Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) sobre el ánimo empresarial para invertir en México, el presidente del Centro Empresarial en Puerto Vallarta, Francisco Gabriel Vizcaíno Rendon, refirió que ese interés se redujo 13.9 puntos porcentuales con respecto a la medición de los primeros meses del año anterior, bajando al nivel en el que se encontraba durante la pandemia.
“Los tiempos actuales nos están dando grandes desafíos, la inversión se presenta como la llave que abre las puertas del crecimiento y a la prosperidad”, manifestó el presidente del organismo empresarial.
Con base a los indicadores de #DataCoparmex2.0, Vizcaino Rendón, expuso que actualmente, el sector empresarial enfrenta la necesidad de mantener un ánimo sólido hacia las inversiones, no sólo como como el acto de fe hacia el futuro, sino como la estrategia calculada para asegurar una posición en el mercado global.
Asimismo, explicó que haciendo un análisis del panorama actual, respaldado por la encuesta realizada a 3 mil 529 socios de COPARMEX a nivel nacional, #DataCoparmex2.0, revela una dualidad en las percepciones y prioridades del empresariado mexicano.
Desgloso esos datos que indican que las grandes empresas muestran mayor entusiasmo para invertir con un 51.5% tanto que las pequeñas empresas muestran un 38.3% y las medianas un 37.3%.
Resultados de ese estudio de la Coparmex que “muestra importantes diferencias entre los tipos de empresas, basados en sus recursos y capacidades, a lo que nos plantea la siguiente pregunta: ¿Qué motiva o desalienta al empresariado mexicano en este momento?”.
“Gracias a la recopilación de #DataCoparmex comprendemos que los principales obstáculos que percibe empresario para el crecimiento del negocio son contundentes: como la inseguridad (46%), la incertidumbre económica (46%) y política (48%) lideran las preocupaciones, lo que está reflejando un entorno donde la volatilidad y la falta de estabilidad están frenando las acciones de inversión. Entre otros factores como los impuestos (12%), la tramitología (12%), el costo de los insumos (18%) y la falta de recursos y créditos (20%), forman capas de complejidad por las que los empresarios deben andar” detalló el dirigente empresarial.
“En este escenario, las preferencias del empresariado están claras”, puntualizó.
“El sector desea ver crecer sus negocios en áreas clave, que destacan desde la expansión internacional hasta la infraestructura para poder así aumentar su producción y servicios, pasando por la publicidad (implementando procesos digitales y de innovación) y la contratación de más colaboradores. Este ánimo de crecimiento, aunque se muestre un poco moderado ante los desafíos ya mencionados, nos indica un interés por explorar nuevas oportunidades y expandir horizontes”.
Desde la perspectiva del presidente de la Coparmex en Puerto Vallarta “será crucial comprender que el ánimo para invertir no sólo es cuestión de optimismo, sino de confianza en que se den las condiciones para que permitan un retorno positivo”.
Se reproducen a continúan otros aspectos del análisis que hizo Vizcaino Rendón sobre los indicadores de Data Coparmex:
. Las grandes empresas, con su capacidad de absorción de riesgos, muestran mayor ímpetu para invertir. A lo que las MiPyMEs, que representan la columna vertebral de la economía nacional, enfrentan mayores desafíos con un ambiente menos predecible, lo que está llevando a ser más cautelosas.
Aún así, es precisamente en estos tiempos de incertidumbre cuando la inversión estratégica pudiera marcar la diferencia. Aquellas empresas que logren superar cada obstáculo estará mejor posicionada para liderar en un entorno post crisis. Implicando así, no sólo invertir en activos tangibles, sino también en áreas como la digitalización, la innovación y la expansión hacia nuevos mercados.
El futuro pertenecerá aquellos, que incluso en los momentos más desafiantes, mantienen su visión y el coraje para invertir. El empresariado mexicano deberá haber más allá de los retos inmediatos y apostar por un crecimiento sostenido. Entender que las dificultades son reales, pero también lo son las oportunidades.
El liderazgo empresarial tiene la responsabilidad de entender el ánimo para invertir y no sólo por el bienestar de nuestras empresas, sino por el futuro económico de México.