Desde antes de que se empiece a aplicar, México ya aplica tarifas caras y afectará su competitividad, de acuerdo al presidente de AMEPACT
Aunque el impuesto a cruceristas de manera inicial se redujo a 5 dólares a partir de julio próximo, no se debe ver como un triunfo, porque si bien se plantea una muestra de “buena voluntad” del gobierno federal, la realidad es que será un punto muy negativo porque ya desde antes México se encuentra en el nivel de tarifas caras comparativamente con sus competidores.
Así lo manifestó Arturo Musi Ganem, presidente de la Asociación de Empresas para la Atención a Cruceros Turísticos (AMEPACT), con respecto a este acuerdo que se dio desde el pasado 2 de abril y que algunos organismos como la Concanaco lo están difundiendo como noticia muy reciente.
Para llegar al acuerdo con el gobierno mexicano, participaron Michele Paige, cabeza de la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe, que agrupa a 14 líneas de cruceros, y representantes de otras, en mesas de trabajo.
Según la Secretaría de Turismo, tanto esta iniciativa como la prórroga de seis meses otorgada previamente para la entrada en vigor del cobro del DNR, “es una muestra de la buena voluntad y el esfuerzo” de la Federación para contribuir con la industria de cruceros, y pidió a las navieras la colaboración en la retención y pago del derecho al gobierno mexicano, además de imponer condicionantes: el incremento del suministro de proveeduría de productos mexicanos que se utilizan a bordo de los barcos y la ampliación de la promoción del destino México a través de sus canales de comunicación.
Asimismo, comprometer un porcentaje mínimo de adquisición de productos bajo el programa Hecho en México, a partir de 2025; posicionar la artesanía, textiles y arte mexicanos durante las travesías y en los espacios portuarios de las navieras, contar con métricas de crecimiento en la participación de empresas mexicanas dentro de la cadena de suministro, aumentar la generación de empleos a través de la industria, establecer mesas de trabajo con representantes del gobierno y de las principales líneas de cruceros para fortalecer la relación institucional público-privada.
“En caso de no contar con el apoyo (…) se mantendrá el cobro de 21 dólares contemplado para entrar en vigor el 1 de julio del 2025”, advirtió la Sectur.
Al respecto, Musi Ganem apuntó que el cobro inicial de 5 dólares es producto de las mesas de trabajo en las que se logró concientizar al gobierno, pues se comprobó la afectación que el cobro de 42 dólares pudiera tener. Es un paso positivo porque “demuestra que el gobierno mexicano ha oído a la industria, (pero) en la AMEPACT creemos todavía que es muy alto, que realmente las tarifas en México son, si no las más altas, ya estábamos a un nivel de tarifas caras comparativamente con nuestros competidores”.
Resaltó que el sector cruceros seguirá trabajando para demostrar los beneficios que ha traído por más de 40 años el trabajar como socios comerciales y se puede asegurar que ha sido de los más fieles al gobierno, pues cada año ha incrementado sus arribos. “Somos uno de los países que más cruceros reciben del mundo y la industria siempre ha sido muy apegada al gobierno mexicano, lo ha demostrado en épocas de huracán o de algún problema serio que ha habido en algún puerto, los primeros que salen al auxilio, son los cruceros”.
Para Musi Ganem, en lugar de cobrar más impuestos, el gobierno federal debería esforzarse por trabajar más de cerca y en diferentes proyectos con las líneas navieras y de esa forma el beneficio sería para todos los involucrados.