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Alto impacto ambiental por el buceo recreativo en Los Arcos de Mismaloya

Urge a mas capacitación de buzos, investigadora del CUC recomienda concientización de buzos sobre del medio marino para que los impactos sean mínimos

 

 

Con el propósito de evaluar el impacto que genera la actividad subacuática en Los Arcos de Mismaloya, investigadores del CUCosta, participaron en el estudio de investigación, “Impactos del buceo recreativo en un área natural protegida de Puerto Vallarta, Jalisco”, revelando que es necesario modificar las prácticas de buceo en esa zona.

La Maestra en Ciencias Natalia Balzaretti, Natalia Balzaretti señaló que el estudio muestra el alto impacto en el fondo marino, con la presencia de buzos en Los Arcos de Mismaloya.

“Encontramos alrededor de 9 mil impactos, por 101 buzos observados en un día; cifra muy alta en comparación con otros trabajos científicos”.

Entre las conclusiones de este estudio, se identifica que este impacto obedece a la falta de capacitación del guía del buceo, por lo que no ofrece las indicaciones pertinentes al grupo de buceo, ya que es un ejemplo a seguir durante las inmersiones. “Lo indicado es que se realice un plan de manejo en la actividad subacuática”, comentó.

Asimismo, se realizó un sendero interpretativo virtual con 60 buzos, a fin de realizar las buenas prácticas al momento de bucear en el área.

Balzaretti destacó que dicho estudio lo realizó como parte de su Maestría entre 2017 y 2019, para conocer las buenas prácticas de los buzos en una zona icónica de Puerto Vallarta.

Los Arcos de Mismaloya han sufrido en los últimos años una presión mayor por los prestadores de servicios que ofrecen buceos, tras el ordenamiento que existe en Las Islas Marietas. De la importancia de evaluar lo que sucedía en este lugar.

“En un principio creíamos que no habría impacto por la actividad del buceo, ya que se conoce más por cuestiones turísticas, que por un impacto fuerte al medio ambiente. Y si es posible generar menor impacto en la zona, si se tienen mejores prácticas, de guías y buzos que visitan los sitios de buceo, para que haya mejores condiciones de conservación y belleza; y hacer un estudio de capacidad de carga, y conocer cuántos buzos pueden acudir por día”.

La investigadora del CUCosta, reconoció que el área donde se realizan los buceos se aprecia que los corales blandos están sufriendo un estrés, ya que al paso de los buzos, los tocan y rompen con las aletas o con las manos y agarran animales en el mar de manera intencional o no.

Cabe mencionar que este estudio de investigación no consideró el tema de la contaminación o cambio climático. Sin embargo, sí concluyó cómo cada actividad o acción que haga el ser humano, tiene consecuencias, y comenzar evaluarlas o medirlas, para entonces tener un control más óptimo de la zona”, agregó.