En la homilía el sacerdote pidió que no haya más muertes provocadas por el hombre
Con un llamado para que “no haya más muertes provocadas por el hombre” de parte del sacerdote que oficio la misa de cuerpo presente de Francisco Sánchez Gaeta en un templo abarrotado por los ciento de personas que acudieron para despedir al regidor con licencia y candidato a sindico por el Verde.
La mañana de este lunes en la Parroquia de San Rafael en la colonia Lázaro Cárdenas se congregaron cientos para acompañar a la familia del joven político cuya muerte aún no ha sido esclarecida.
Resulto insuficiente el espacio para las decenas y decenas de personas, entre ellos una predominante presencia de la clase política, algunos en funciones como los compañeros ediles de Sánchez Gaeta, otros actores políticos como exfuncionarios públicos, exregidores y dos exalcaldes por lo menos, se vio al priista Francisco Javier Bravo Carbajal y el emecista, Arturo Dávalos Peña.
Flotaba en el ambiente la tristeza y pesar por las circunstancias que apuntan a un homicidio privando escepticismo sobre la causa que dio el forense sobre la muerte de regidor que se separó del cargo para contender por la sindicatura en la tercera posición en la planilla que postuló el Verde.
Un crimen que viene a encender el panorama en Puerto Vallarta como han declarado políticos como algunos de los presentes en los oficios religiosos donde en el sermón del sacerdote también hizo referencia al expresar “no podemos quitarle la vida a nadie – pidió- que no haya más muertes provocadas por el hombre”.
Asimismo, el clérigo dijo en esa homilía que así como “Dios es el único” que puedo quitar la vida y hacer justicia “porque ante un humano sea político más pesado que sea en un tribunal terrenal de todos modos; van a llegar a la justicia divina, no nos preocupemos nosotros por hacer justicia tiene que transitar hacia la justicia divina a su tiempo..”.
Así fue la misa de cuerpo presente de Francisco Sánchez Gaeta que concluyó entre aplausos de los presentes que acudieron a despedirlo, de igual manera que a la salida del templo el ataúd paso en medio de una valla de personas que aplaudían a su caso a la carrosa que le llevaría al cementerio de la 5 de Diciembre para darle sepultura.
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