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Gerardo Sandoval Ortiz |

A un año de ‘Willa’, aún hay cicatrices abiertas

CONTEXTOS

El huracán Willa impactó la media tarde del martes 23 de octubre pero sería la madrugada del miércoles 24 que el norte de Nayarit se inundó de agua y lodo arrastrado por los desbordamientos de los ríos Las Cañas, Acaponeta, San Pedro y Santiago. Decenas de comunidades se inundaron y se estimó en 180 mil los damnificados en los municipios de Acaponeta, Tecuala, Rosamorada, Tuxpan y en menor grado, Ruiz y Santiago Ixcuintla.

Este martes 22 y miércoles 23 se cumplió un año de la catástrofe sufrida por los habitantes del norte de Nayarit y tristemente, miles de familias siguen en espera de recibir algún tipo de apoyo gubernamental.

A propósito de la fecha, entablamos contacto con familiares y amigos para confirmar el abandono del gobierno federal y estatal. Los municipios carecen de recursos y muy poco se les puede exigir. Enrique Peña Nieto iba de salida y ni siquiera se dignó a visitar la zona siniestrada. Andrés Manuel López Obrador se apareció tres veces, primero en calidad de presidente electo de México y luego dos veces investido de mandatario para solamente hacer alarde discursivo y prometer apoyar.

El apoyo fue selectivo e insuficiente y poco más de la mitad de los afectados, se quedaron sin recibir nada. Activistas de Morena manipularon todo e inclusive, ellos ordenaban a los censores a quienes sí y a quienes no entrevistar. Las quejas y el malestar obligaron levantar tres veces el censo de damnificados, la última vez en plena Semana Santa. Este martes 22 nos confirmaron que de nada sirvió ese último listado.

El domingo 29 del pasado septiembre nos hablaron para darnos una noticia. A la comunidad y ejido de Pajaritos al fin había llegado un programa de apoyo para reconstruir las viviendas. Pero no es recurso a fondo perdido, sino un financiamiento a modo de préstamo para construir dos cuartos, sala, comedor, cocina y baño a bajo costo. Consistía en construir dos cuartos adicionales y al entregar la llave el beneficiario debía pagar 30 mil pesos. Ese es el apoyo gubernamental en un caserío cuyos habitantes apenas se acercan al millar y totalmente inundado aquella mañana del miércoles 24 de octubre por aguas de dos frentes, del río Acaponeta y del río Las Cañas.

Más reciente, el sábado 12 de octubre, nos atrajo la atención un video en donde aparece el presidente municipal de Tecuala, Heriberto “el titiyo” López Rojas. Anuncia a sus gobernados que en un oficio recibido el día anterior la Secretaría de Comunicación y Transporte le informa que finalmente habrá dinero rehabilitar la carretera Tecuala-Acaponeta.

En el video, López Rojas reconoce las condiciones de deterioro en que se halla la carretera en donde ha habido constantes accidentes; pero “ya está el recurso” para la obra. “El Titiyo” también ofreció otro dato, que el gobierno del estado se hará cargo de reconstruir la carretera Milpas Viejas-San Felipe Aztatán con el entronque a la carretera federal 15. “El 15 de agosto presioné, fui a preguntar qué pasaba con las obras, que había muchos accidentes, que hay peligro”, dijo el munícipe.

Las carreteras citadas arriba llevan al municipio de Tecuala y la fuerza de las corrientes de agua salidas del río literalmente “lavaron” y carcomieron los encarpetados.

Han sido incontables los vehículos que cayeron en los socavones abiertos en las orillas de dicha carretera desde la comunidad los Sandovales hasta la cabecera municipal. El poblado Los Sandovales prácticamente desapareció entre el agua y el lodo que arrastró al desbordarse el río Acaponeta. El Agua Verde, también conocido como El Salto, fue otra comunidad que registró inundaciones entre dos y tres metros. En el punto de cruce de esa rúa local y la autopista Tepic-Mazatlán, varios tráileres fueron arrastrados y depositados en el monte.

En Los Sandovales, sus fincas no soportaron la fuerza de las violentas corrientes de agua que a su paso dejó montañas de lodo que sepultó viviendas, vehículos y tractores. Mobiliario de cocina, refris, abanicos, camas, documentos personales, herramientas de campo, juguetes de niños, con todo barrió la inundación. Les llevó a las familias semanas en reconstruir casas y regresar sus vidas a la normalidad.

Una semana después de asumir la presidencia de la república, el viernes 7 de diciembre, Andrés Manuel López Obrador fue al norte de Nayarit. En el lienzo charro “Oscar Cosío” (construido por un personaje ejecutado en Guadalajara por cuestiones ligadas a la delincuencia organizada) enfrentó el reclamo generalizado por la falta de ayuda. Fue cuando regañó al superdelegado federal Manuel Peraza Segovia con el “hay Manuel, hay Manuel”. El superdelegado es nacido en Tecuala, allegado a López Obrador, de quien inclusive se rumoró que sería su secretario particular.

En esa su primera de tres visitas en este año, el mandatario ordenó realizar un segundo censo. Varias brigadas de censores vestidos de chaleconcito color vino tinto se desplegaron el fin de año por las comunidades. Fue cuando vimos a Tereso Acuña caminar delante de los brigadistas y ordenarles en donde hacer alto para entrevistar a sus moradores. Preguntamos y nos dijeron que era “el representante” de Morena. Por ahí surgieron dos vecinos que hasta amenazaron con ir a reclamar pero se tranquilizaron cuando otros brigadistas pasaron a preguntar si ya estaban censados y al “no” como respuesta, dijeron iban a regresar. En enero regresaron y se cumplió con el segundo censo. Día a día, semana a semana, esperaron con paciencia los apoyos.

Para Semana Santa no habían recibido nada. Varios lugareños fueron la capital del estado para emplazar al gobernador Antonio Echevarría García por falta de ayuda. De ahí salió la orden de hacer un listado de damnificados que no habían recibido apoyos. Hasta el martes 23 nadie de los enlistados tuvo apoyo.

El 25 de enero, López Obrador regresó a Tecuala. Más allá de su retórica y el optimismo de su discurso, pleno de promesas de apoyo, poco o nada hay por rescatar. Nada de lo que dijo se cumplió. “El chífiro”, hijo de Félix “el lechero” Peraza y sobrino del superdelegado en Nayarit, sigue esperando allá en el campo pesquero “el chagüín” le manden ayuda.

Ahí por el mes de abril hicimos el último recorrido por la zona de Tuxpan. El puente destruido seguía sin reconstruirse y en las calles había huellas del lodazal. Ahí las aguas alcanzaron hasta más de dos metros.

Al otro lado del río de Las Cañas, varios poblados sufrieron el daño del huracán Willa. El alcalde de Escuinapa, Emmet Soto Grave estimó que la reconstrucción apenas va en un 50 por ciento de todos los daños en su municipio. Como en el norte de Nayarit, en el campo se observa huellas del huracán y la inundación.

Viviendas y bardas derrumbabas, rancherías sin alumbrado público y postes caídos, árboles secos, vehículos y maquinaria pesada abandonada, son recuerdos de Willa. Un año es poco tiempo para olvidar la peor catástrofe en esa región. Tampoco se olvidan de la promesa que una, dos, tres veces les repitió Amlo, al que quieren verlo de regreso.

Revolcadero

El cronista oficial de Tecuala, Ignacio Sánchez Betancourt publicó en las redes sociales un escrito que tituló “A un año de la peor catástrofe en Tecuala”. Del mismo rescatamos algunos párrafos: LAS SECUELAS Y EL RECUENTO DE LOS DAÑOS. El miércoles 25 de octubre, desde las primeras horas nos dimos cuenta que estábamos incomunicados y toneladas de lodo en casas, calles, pérdida del patrimonio familiar que se incrementa de por si a la ya economía colapsada de los ciudadanos desesperados.
La ganadería sufre cuantiosos daños y la pesca estuarina de la región donde se localiza la más importante producción de camarón de estero fue la más afectada con 10 mil toneladas de pérdidas. El hambre, la angustia, pena, dolor y sin recursos, sobre todo la indolencia de las autoridades estatales y federales que para ellos lo que nos pasó no fue grave.
Tecuala, cuenta con 39,718 habitantes y resultaron 14, 866 damnificados y 20,000 en todo el estado de Nayarit, con un saldo rojo de cuatro decesos. Les presento videos y fotografías inéditas de mi archivo a excepción de tres gráficas publicadas en las redes sociales (Localidad de Agua Verde cubierto por el agua, Foto tomada desde la presidencia municipal y foto del edificio con canoa). * El paisano Sergio Díaz le escribió: Triste recuerdo… nuestra casa tuvo que ser reconstruida… y desgraciadamente no recibimos ningún apoyo… pero dios provee y fortalece. ****** Vaya, vaya. El Movimiento de Regeneración Nacional ya tiene un prospecto que se mueve en todos los niveles, de la política y del mundo empresarial, particularmente los turisteros. Nos dicen que trae relaciones con gobernadores, legisladores, presidentes municipales y que a connotados empresarios vallartenses, les ha confesado sus intenciones de buscar la candidatura a la alcaldía de Morena. Que no hay forma de comparar la talla de este personaje con la regidora y ex candidata, Laurel Carrillo. Quedamos a deber a nuestros tres lectores la información sobre el particular. Andan moviditos los headhunters de Morena, que ya casi cierran el reclutamiento del médico Jaime Cuevas Tello, el alcalde de Bahía de Banderas. ******* Revelador el video visto por nosotros primero en un noticiero de televisión nacional que ya circula en las redes sociales. Son escenas de familias de José María Morelos y Pavón, mujeres de la iglesia Luz del Mundo, que reciben despensas “de parte del patrón”. “No es del DIF ni de otra empresa” les aclaran al momento de hacer el reparto de la bien surtida despensa. Pues sí, eso ocurre cuando el gobierno no se digna dar apoyos a los damnificados.