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Martha Ramírez Ruiz |

A 50 años del encuentro Nixon-Díaz Ordaz que colocó a Vallarta en los ojos del mundo

En este puerto se tomaron acuerdos binacionales y en marco a reunión se inauguraron importantes obras que conectaron al incipiente destino vía carretera, marítima y aérea

La década de los 70’s inicio con un acontecimiento que colocó a Puerto Vallarta como centro de atención mundial, cuando el jueves 20 de agosto de 1970 se realiza en encuentro de los presidentes Gustavo Díaz Ordaz y Richard Nixon, reunión en donde se tomarían acuerdos binacionales -entre México y los Estados Unidos-, pero que sobre todo en marco a esta visita se inaugurarían importantes obras que habrían de conectar al incipiente destino turístico por vía carretera, marítima y aérea con el resto del país y el mundo.

A medio siglo de aquellos acontecimientos cada vez más lejanos en la memoria colectiva memorables momentos que vinieron a trastocar la todavía apacible vida del pueblo, un pueblo que apenas dos años antes se había elevado a la categoría de Ciudad, por un decreto del gobernador, Francisco Medina Ascencio, aunque no reunía ni el número de habitantes , ni otras características para ser considerado ciudad, pero que así lo decretó el gobernador precisamente para poder ejecutar las obras que serían inauguradas oficialmente por el presidente Díaz Ordaz, el 21 de agosto.

Hechos históricos que hoy se pueden recrear por las crónicas en el libro “Puerto Vallarta en mis Recuerdos” de doña Catalina Montes de Oca, y en las obras de don Carlos Munguía Fregoso: “Recuerdos y Sucesos de Puerto Vallarta” y “Panorama Histórico de Puerto Vallarta y de la Bahía de Banderas”.

Previo a la visita de ambos mandatarios se enlazó a Puerto Vallarta con el Sistema Nacional de Micro Ondas para las telecomunicaciones que se requerirían, tanto por las avanzadas presidenciales como por los más de 300 periodistas, tanto nacionales como extranjeros, que habrían de cubrir tal evento.

En el relató que hizo Munguía Fregoso consigna datos también para el anecdotario como los efectos de la fumigación de esteros, pantanos y establos por parte de la brigada de la Campaña Nacional de Erradicación del Paludismo, lo que libro a los vallartenses de los mosquitos y otros insectos “creo que hasta los piojos desaparecieron del puerto por un buen tiempo”.

La quietud de la cotidiana vida de los entonces 35 mil habitantes del municipio, contrastaba con los dispositivos de seguridad por elementos del Ejército y de la Fuerza Aérea Mexicana, con estimaciones de 15 mil elementos militares, guardacostas y de artillería que habrían de garantizar la seguridad en torno al encuentro.

Fue el 20 de agosto de hace 50 años que a bordo del avión F-27 “Benito Juárez” a las 11 horas, el presidente Gustavo Díaz Ordaz y su comitiva arribaron a Vallarta, ahí fueron recibidos por autoridades civiles y militares, entre ellas por supuesto el gobernador Medina Ascencio, procediendo a hacer un recorrido por el recién terminado edificio del aeropuerto que aún no se inauguraba y llevaría hasta la fecha el nombre del entonces presidente de México.

Serían las 11: 45 cuando descenderían del avión “Air Force 1” el presidente Richard Nixon, con el protocolo de entonar los himnos de ambos países y dos salvas de 21 cañonazos, dando inicio una histórica visita, donde los amigables vallartenses se unieron a la recepción, donde no faltarían las notas del mariachi, a bordo de un Lincon descubierto viajaron los dos presidentes, bajo una lluvia de confeti a su paso, como narran en sus respectivos libros doña Catalina Montes de Oca y don Carlos Munguía Fregoso, donde consignan el ambiente festivo, las anécdotas y crónicas de hechos y sucesos en las calles y plazas públicas, así como los hoteles Delfín –Hoy San Marino-; Posada Vallarta –hoy NH Krystal- y Camino Real –hoy Dreams-.

De la reunión privada entre Díaz Ordaz y Nixon que se realizó en el entonces hotel Delfín, se designó a un muchachito que trabajaba como mesero para que sirviera el café y las galletas, a quien el presidente Díaz Ordaz le regalaría un bolígrafo con su nombre grabado, apenas un extra en aquel encuentro con los años este jovencito haría carrera en el sindicalismo y la política; su nombre Rafael Yerena Zambrano.

Los acuerdos binacionales

Esta entrevista se considero en su momento un triunfo en las relaciones binacionales de México con el vecino país del norte, a encontrar soluciones a problemas fronterizos con la devolución a México de la zona del Chamizal: y delimitar la frontera en el Paso de Ojinaga. Asimismo se determino asuntos como la salinidad del río Colorado, y temas migratorios que permitieron en esa época el ingreso legal de un millón de braceros mexicanos al año en los Estados Unidos.

Y desde aquella época se estableció la cooperación entre ambos países para controlar el narcotráfico al que se referían como “tráfico ilícito de estupefacientes”.

Acuerdos que se hicieron públicos en una rueda de prensa en el entonces hotel Posada Vallarta, con tres cientos de periodistas que con su información también colocarían a este destino turístico en planos internacionales, en diferentes circunstancias que siete años antes lo habrían hecho, no los de la fuente política, si no de espectáculos, cuando la filmación de La Noche de la Iguana, pero esa es otra historia.

El impacto en Puerto Vallarta

Quedo para la historia también la noche de ese jueves 20 de agosto de 1970 cuando a las 21:00 horas, el presidente Díaz Ordaz, incorporó a Puerto Vallarta al Sistema Eléctrico de Occidente con el interruptor que se colocó en una remozada Plaza de Armas.

Al día siguiente después de la despedida oficial al presidente Richard Nixon, el presidente Díaz Ordaz, junto con el gobernador Medina Ascencio, a distancia al norte del aeropuerto develarían una placa de bronce para inaugurar oficialmente la carretera Tepic-Puerto Vallarta.

Ocasión en que también se haría la inauguración oficial del aeropuerto internacional que lleva desde entonces su nombre “Gustavo Díaz Ordaz” y la dársena del Salado que previamente se había inaugurado el anterior día de la Marina.

Esas fueron las obras que hoy también un jueves 20 de agosto hace cuarenta años fueron inauguradas para dotar a este destino turístico de vías de comunicación terrestre, marítima y aérea que le permitirían el despegue como polo de desarrollo turístico.