En la comunidad de Marina Vallarta, se ha cultivado una notable conciencia por la protección del medio ambiente, destacando particularmente los esfuerzos por conservar especies silvestres como el cocodrilo y la tortuga marina. Esta preocupación por la fauna local no solo es un reflejo del compromiso de sus residentes, sino también de las acciones coordinadas con diversas autoridades que buscan garantizar la seguridad y bienestar de ambas partes: humanos y animales.
En esta semana, se han reportado dos incidentes de cocodrilos jóvenes en áreas residenciales, lo que ha puesto de manifiesto la importancia de las medidas preventivas y la rápida respuesta de las autoridades. El primer caso se registró en la calle Boca Negra, que bordea el campo de golf y termina en la playa, donde se encontró un ejemplar de poco más de un metro de longitud. Este avistamiento generó la intervención inmediata de las autoridades responsables de la vida silvestre.
El segundo cocodrilo fue localizado en el área del condominio Shangri-La, siendo este un ejemplar aún más pequeño. La captura de estos animales es fundamental no solo para su seguridad, sino también para la protección de los residentes, quienes pueden sentirse vulnerables ante la presencia de estos reptiles en zonas urbanas. Las acciones rápidas y efectivas permiten minimizar riesgos tanto para las personas como para los cocodrilos.
Antonio García López, gerente general de la Asociación de Residentes de Marina Vallarta, ha destacado la importancia de la comunicación y coordinación existente con los hoteles, condominios y las autoridades locales. Esta dinámica se complementa con la participación activa de los residentes, quienes apoyan el proceso de reporte inmediato de avistamientos de fauna silvestre, permitiendo así una atención más ágil y efectiva a cada situación.
Cuando un cocodrilo es avistado y se recibe un reporte, la Asociación se conecta con la comandancia de la Policía Municipal del fraccionamiento. Este equipo, a su vez, solicita la intervención de la Patrulla Verde, especializada en el manejo de casos relacionados con la flora y fauna local. Una vez que los elementos de la Patrulla Verde capturan al cocodrilo, informan a personal del área de Sostenibilidad Ambiental, que se encarga de verificar las condiciones del animal, así como su marcaje y liberación en su hábitat.
Este proceso de control y monitoreo es vital para saber la cantidad de cocodrilos presentes en la zona y los lugares donde han sido encontrados. “Se ha desarrollado un buen mecanismo de control para los avistamientos de fauna silvestre. Cuando hay presencia de cocodrilos en la playa, nos reportan de inmediato los hoteles o condominios, ya que se trata de un tema de riesgo, donde también deben estar al pendiente Protección Civil y las autoridades municipales”, concluyó García López. Esta colaboración no solo refleja el compromiso de la comunidad de Marina Vallarta con la conservación, sino que también establece un modelo a seguir para otras localidades que enfrentan desafíos similares.