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Martha Ramírez Ruiz |

Desfilan los charros sin atraer a multitudes, tras dos años suspendido el desfile

Con la participación de dos escaramuzas y ocho asociaciones de charros reviven el tradicional desfile que realiza desde 1947 cada septiembre 

Después de dos años suspendido, este miércoles cientos de charros desfilaron  por las principales calles de Puerto Vallarta, mostrando su destreza a lomos de sus cabellos. Aunque a su paso no congregaron multitudes bajo el intenso sol que ya pegaba desde la mañana.

Al revivirse, una de las tradiciones con mayor arraigo en este puerto, en la conmemoración del Día del Charro que se celebraba dentro de los festejos patrios, desde 1947 cuando se funda la primer asociación de charros en Puerto Vallarta, cada septiembre lo realizan, sin embargo por la pandemia no se había efectuado desde 2019.

Así este miércoles para celebrar el 88 aniversario del Día Nacional del Charro, de acuerdo a decreto presidencial de 1924, pasadas las diez de la mañana, el contingente salió de la calle Ignacio Luis Vallarta, en su esquina con Venustiano Carranza, con la escolta conformada por Marco Antonio Mora, Ramón Ibarría Nolasco, Rafael Rodríguez Pérez, Manuel Padilla, Joel Ramírez Arellano, Javier Venegas Aguirre, acompañada de Reyna Magdiel Mora Villalvazo.

Continuaron en el desfile las escaramuzas Las Costeñitas, A.C. y Rancho San Marqueña, A.C., seguidas de las asociaciones de charros Rancho La Providencia, A.C., Hacienda Serena, A.C. y Par de Ases, A.C.

Desfilaron las asociaciones de Charros Ejido La Palapa, A.C., Rancho La Palapa, A.C., Vallarta, A.C., Pitillal, A.C. y Ramón Ibarria, A.C., quienes concluyeron su recorrido en la calle Honduras, una vez que pasaron ante las autoridades municipales qué se encontraban en el costado poniente de la presidencia municipal.

A su paso, si bien atrajeron a unos centenares de personas, entre turistas y locales, este desfile que representa también un atractivo turístico, lo disfrutaron algunos cientos de personas, sin que se congregaran multitudes, además de al no ser un día feriado al paso de los caballos con los charros y escaramuzas, con la participación también de niños y jovencitos que hacían gala de sus destrezas.

Posteriormente, los charros participarían una misa en la Capilla Hacienda Serena, para posteriormente continuar con una comida, caladero y pialadero.