En este arranque de la Cuaresma del 2021, la marea roja que se presenta en la región está afectando la producción de las cooperativas pesqueras comerciales, de tal manera que los últimos días la captura ha sido bastante baja en un momento en que la demanda crece.
Antonio Güereña Garibaldo, representante de cooperativas pesqueras en la región, explicó que la marea roja de alguna manea viene a afectar bastante la pesca porque ocasiona el desplazamiento de las especies, dependiendo de la concentración que se presente en cada zona.
“Hay un área de oportunidad del río Ameca hacia el sur porque la batimetría es diferente hacia el norte, es decir, el mar es más profundo y entonces la afectación puede ser menor, pero no deja de afectar cuando hay altas concentraciones (de los organismos que componen la marea roja), que impiden que haya cardúmenes de sardina y además los peces se desplazan hacia donde no vean peligro o encuentren comida”.
Detalló que con la marea roja los peces pueden tener problemas por la oxigenación del agua, de hecho si son atrapados en aguas someras (no profundas) incluso puede haber mortalidad.
“Creo que es lo que está pasando en el estero (El Salado), lo achacaban a aguas negras, pero no. Casualmente dentro de la dársena hay alta concentración de marea roja pero en las venas o partes someras los peces pueden morir por falta de oxigenación. Más adentro en el mar no ha tomado tintes muy drásticos, no hemos visto peces moribundos”.
Subrayó que este fenómeno provoca en la pesca que disminuya la captura, por ello esperan que pase pronto para que lleguen los cardúmenes de sardina.
“Afortunadamente esta marea roja no es tóxica, como sí se ha presentado en otros lados. Sin embargo, sí afecta, pues tenemos que desplazarnos a mayores distancias para capturar. Hoy tuvimos mala captura, algunas embarcaciones apenas sacaron unos 20 kilos y eso apenas da para cubrir los gastos”.
Toño Güereña recuerda que otros años la marea roja se había presentado hasta marzo o mayo y considera que pudo haber ocurrido esta vez desde enero por el “bajón” de temperatura que se dio desde noviembre en el agua de mar.
Apuntó que algunas cooperativas que venden directo al consumidor pueden mantener los precios aunque no haya suficiente captura, a diferencia de quienes tienen que comprar en otros lugares para cubrir su demanda y entonces se ven en la necesidad de aumentarlos.
Como suele ocurrir al iniciar la Cuaresma, la demanda se ha incrementado, de hecho, en estos días de baja captura se ha vendido toda la oferta. “A ver qué nos deparan otros días”.