Las medidas que está exigiendo la autoridad sanitaria de Estados Unidos a las líneas navieras serán más difíciles de cumplir en la Riviera Mexicana que en los recorridos cortos al Caribe, porque es más difícil controlar la movilidad, advirtió el presidente de la Asociación Mexicana de Cruceros Arturo Mussi Ganem.
Nos acercamos ya a un año de que la pandemia de Covid-19 provocó la paralización de las navieras de todo el mundo, pero hay expectativas de reiniciar algunas rutas durante los meses de marzo o abril.
Lo más probable es que se empiece con algunos itinerarios cortos como los del Caribe, en donde es más fácil controlar la movilidad debido a que los viajes son a islas y hasta por tres días, y se pueden aplicar burbujas sanitarias, mientras que en el Pacífico y el resto del mundo los viajes incluyen varios destinos y son de hasta 14 días. En la Riviera Mexicana, donde se enclava Puerto Vallarta, suelen durar siete días.
Consideró que otro factor que incidirá será la llegada de vacunas, con la opción de que las navieras incluyan el biológico en el costo del boleto, o en su caso se exija la cartilla de vacunación. “Esta va a ser la solución, aunque aún va a tardar un tiempo”.
Mussi Ganem pronostica que será hasta el 2023 cuando el sector repunte, una vez que la gente habrá de salir del confinamiento y de la pandemia con muchas ganas de vacacionar después de tanto encierro y se recupere de la crisis económica, aunque los turistas que viajan en cruceros son de buen nivel adquisitivo y este segmento quizá resulte menos dañado.
Sin embargo, la realidad es que las ganas de vacacionar en crucero ya se están reflejando en algunas navieras que tienen muchas reservaciones, aunque aún no pueden operar debido a que deben de cumplir con una serie de protocolos que implican tiempo, organización y recursos.
Y es que la autoridad sanitaria de Estados Unidos ha dado autorización a las navieras para navegar, pero condicionada a la aplicación de una serie de protocolos tanto en el interior del barco como fuera de él y además que sean comprobables.
Estos protocolos ya han sido terminados y están capacitando a la tripulación para su operación, y que posteriormente vendrán los viajes para aplicar los programas y demostrar la eficiencia de los protocolos.
Mussi Ganem considera que la aplicación de los protocolos en los destinos de arribo será muy complicada, particularmente en los puertos mexicanos, a diferencia de otros como los del Caribe en donde son islas donde se pueden poner en marcha cercos o burbujas sanitarias.