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Martha Ramírez Ruiz |

Efrén Calderón de candidato independiente a alcalde impuesto

El primer alcalde con un cabildo con oposición que abrió las sesiones que se realizaban a puerta cerrada en la arbitrariedad de ese trienio

 

Con la muerte de Efrén Calderón Arias se cierra una época del quehacer político en Puerto Vallarta, un protagonista en uno de los episodios épicos de historia vallartenses 1976-1977, recordado como “No lo Queremos”, más de una década después, alguien que se rebeló contra el “dedazo” irónicamente logró ser alcalde: por la voluntad del futuro gobernador, Guillermo Cosío Vidaurri.

Calderón Arias en el testimonio del libro “No lo Queremos” dio su versión de los acontecimientos que lo colocarían en la cabeza de la planilla independiente al Ayuntamiento: “fue a través de una encuesta”, sosteniendo hasta la actualidad que un encuentro con el secretario de Gobernación, Jesús Reyes Heroles, le aseguró: “Váyase a su pueblo, ya todo está arreglado, se van a anular las elecciones y crear un concejo municipal.” Lo que nunca sucedió.

Avecindado desde 1957, dos décadas antes de este episodio en la historia de Vallarta, fue objeto de la recepción más entusiasta que se haya registrado al ser recibido por miles a su regreso de la Ciudad de México en enero de 1977 para “decir que ya habíamos ganado, que iban a quitar al ¡No lo queremos!, anular las elecciones y crear un concejo municipal”.

Efrén Calderón Arias, los actores protagónicos del movimiento contra la imposición de un candidato, e incluso pasó a la historia como el primero candidato independiente a la presidencia municipal, doce años después fue impuesto a la candidatura en un proceso en el cual hubo veintiún precandidatos del PRI, simplemente porque ésa fue la voluntad del abanderado a la gubernatura, Guillermo Cosío Vidaurri.

Tras una histórica campaña en que además de la planilla del PRI, encabezada por Calderón Arias, en su segunda campaña la primera contra el PRI yla segunda por el PRI.

Una contienda electoral en que también el PAN postuló candidatos.

Llegaría el domingo 4 de noviembre de 1988 en una jornada electoral en que el PRI sí bien obtuvo la mayoría está no fue absoluta como había sucedió hasta esa elección, ya que el PAN alcanzó tres espacios en el Ayuntamiento 1989-92.

Así se conformaría el primer Cabildo vallartense con tres regidores de oposición.

Fueron los panistas Humberto Jiménez Rosales, Ismael Macías Garibay y Olivia Pérez Gómez, los primeros regidores plurinominales en la historia de Puerto Vallarta, dando inicio una administración municipal marcada por el autoritarismo, con un alcalde seguro del respaldo de su compadre y consuegro, el gobernador Guillermo Cosío Vidaurri.

Un médico de profesión que radicaba en Puerto Vallarta desde 1958 ejerciendo en un consultorio particular y con el tiempo abriría junto con su colega Salim Casab la clínica Vallarta, de los primeros hospitales privados y sería hasta principios de los 70s que Calderón Arias se incorporara al equipo del Centro de Salud hasta ser director de la Octava Región Sanitaria en dos ocasiones. Hasta dedicarse de lleno al quehacer político como presidente municipal. En donde en uno de los puestos claves integraría a Salim Casab.

El trienio del autoritarismo

Con el apoyo del gobernador, Guillermo Cosío Vidarri, fue un trienio peculiar con un alcalde aficionado a las peleas de gallos y palenques, afición que no dejo ni en el periodo en que fue presidente municipal. De férreo carácter y un extraordinario sentido del humor que manifestaba con sonoras carcajadas hasta en el pleno edilicio. Con una personalidad contrastante al ser considerado por su rechoncha figura de alguna vez médico del pueblo era querido y respetado por muchos por su generosidad y el ejercicio de la medicina, pero también repudiado por detractores por mordacidad y burlesco con una actitud que rayaba en el autoritarismo.

Tenía el poder y así lo ejercía con decisiones unilaterales como la construcción de la carretera a las Palmas con cien por ciento recursos municipales, fuertemente cuestionado entonces porque esa obra absorbería el presupuesto municipal aun cuando era responsabilidad del gobierno municipal. Los entonces ediles de oposición fueron mayoriteados como era la constante, pero supervisaron la inversión y los trabajos que en esa carretera se realizaron para conectar a la zona rural que se beneficio y sigue haciéndolo con esa obra que se hizo a capricho de Efrén Calderón.

Con atropellos como aquel que fue la detención que con el paso de los años, uno dicen que fueron niños y otros una mujer embarazada al aplicarse los arrestos por tirar la basura en la calle de acuerdo al reglamento municipal que se aprobó en este trienio.

Pese a que en las sesiones dejaba que se descargaran con sus críticas, mientras el impasible miraba al techo y jugaba con una cadena que traía al cuello sin tomarles en serio ya que al momento de las votaciones les apabullaba con el mayoritero. Sin embargo se dieron encontronazos como una vez que en su oficina hasta le sacó la pistola al regidor panista, Ismael Macías Garibay.

Se abren las sesiones

Hasta esa administración las sesiones del cabildo se hacían a puerta cerrada, y por supuesto sin acceso a la prensa. No obstante la ley ya establecía que las sesiones ordinarias son públicas.

Maniobrando entre ediles de oposición y un grupo de reporteros que cubrían la fuente de la presidencia municipal -entre los que se encontraba quien esto escribe-, con ley en mano y una vez que los panistas quitaron el seguro de la puerta y la literalmente la abrieron para que ingresarán a la sesión los chicos de la prensa. Y de ahí pal real…

Así transcurrió el trienio de Efrén Calderón Arias, periodo que se extendería por unos meses por cambios que se hicieron a la ley. Y en vez de concluir en 1991 lo hizo meses después en el 1992.

A la muerte de Efrén Calderón Arias, a los casi 90 años de edad, el pasado viernes 6 de noviembre, aquel candidato independiente en 1977 que doce años después fue impuesto, pero que también algunos recuerdan como el único que ganó dos veces en las urnas, no postulado por el mismo partido ni por ser reelección.  Una vz como  candidato independiente aunque le hayan anulado los votos como abanderado de la Coalición Cívica Democrática y la segunda ocasión por el Revolucionario Institucional.

Efrén Calderón Arias, hizo historia.