Conforme pasa el tiempo en lugar de mejorar, Unibus Vallarta cada vez falla más y no hay indicios de mejora. Un claro ejemplo es la ruta Guadalupe Victoria, que si bien nunca ha sido de las más concurridas, antes de que se creara la ruta-empresa tenía un servicio con frecuencia regular de entre 20 minutos y media hora.
Hoy en día, los usuarios de esa ruta están desesperados porque puede pasar una hora entre uno y otro autobús. Desde luego hay a quienes no les queda otra que ajustarse a las deficiencias de Unibus, otros en cambio ya prefieren caminar cuando la distancia a su destino no excede las 15 cuadras.
Esta ruta que es operada exclusivamente por Unibus contrasta con la de Aurora Portales, la cual además de contar con una regular cantidad de unidades de la empresa, también es explotada por los permisionarios “rebeldes”, aquellos que ante el incumplimiento de la empresa con sus pagos mensuales, ya de por sí raquíticos, sin autorización del gobierno estatal de nuevo pusieron a funcionar sus viejos camiones.
En esa ruta, como en otras, no hay quejas porque se suman ambos esfuerzos, pero por sí sola Unibus le sigue quedando a deber a los vallartenses.
A más de dos años de la puesta en marcha de la ruta-empresa, el municipio sigue sin contar con un transporte público digno, reclamo de los turistas y de los ciudadanos que habitan el puerto.
Cabe recordar que los permisionarios disidentes utilizan camiones viejos en diferentes rutas del transporte público de Puerto Vallarta desde antes de la pandemia, en un comportamiento que la autoridad estatal califica de ilegal, pero que de acuerdo a aquéllos, surge por el incumplimiento de compromisos de la ruta-empresa. Los permisionarios recurrieron a un amparo otorgado por un juez federal.