CONTEXTOS
Cuando el domingo 26 de enero, el Congreso Nacional de Morena eligió a Alfonso Ramírez Cuellar nuevo presidente del partido, éste prometió “piso parejo” y a través del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación logró darle “piso” a Yeidkol Polevnsky arrebatándole el Comité Ejecutivo Nacional. El mandato del TEPJF incluye relegar a la ex presidente a la Secretaría General y condicionarlo a convocar en un plazo de cuatro meses a elecciones.
Es la conclusión del prolongado telenovelón que alcanzó su clímax cuando el domingo 12 de octubre del año pasado las asambleas distritales debieron suspenderse por la irrupción de hombres armados, en algunos casos balaceras y heridos. En el caso de Puerto Vallarta, cabecera del Distrito 05, solo se reportó hombres armados que ingresaron al interior del Club de Leones para dejar amenazas.
Es pues la pugna que en todos los niveles carcome al partido que fundó el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador.
Es la pugna en el partido político al que se la signará el mayor presupuesto oficial, poco más de 1 mil 500 millones de pesos.
La elite nacional y cada entidad y en todos los municipios, pelean por controlar el partido gobernante, lo cual implica tener mano al momento de designar candidaturas en la mutad de los estados que celebrarán elecciones en este 2020.
Ya casi nadie se acuerda que aquel domingo 12 de octubre la violencia se desbordó en casi todos los distritos de la entidad donde Morena instaló mesas receptoras. Pero lo mismo ocurrió en muchos de los 300 distritos del país que en dos jornadas efectuaron sus asambleas distritales. Al final, se dispuso cancelar el proceso que debería culminar en noviembre con la elección del nuevo presidente del partido.
Después de haber alcanzado la violencia hampona a los morenos, anunciaron hasta en tres fechas distintas la elección de su nuevo dirigente pero ni siquiera pudieron efectuar su Congreso Nacional. Por decisión propia, llevaron su proceso interno a los tribunales pero el grupo de Bertha Luján renunció a sus intenciones de apoderarse del partido y quitarle las riendas del partido a Polevnsky.
Morena se fracturó desde el momento que López Obrador abandonó la presidencia para lanzarse en pos de la candidatura presidencial. Las secretarías del comité nacional directivo se dividieron justo en dos grupos, los leales a Polevnsky, quien por estatutos pasó de ser secretaria general, a presidenta interina, y quienes apoyaron a Bertha Luján Uranga. Sin embargo, esta dama sacó ventaja al ser ella la presidenta del Consejo Nacional del partido y tiene aplastante mayoría. Después de abortada la elección distrital y nacional, fue este Consejo el que convocó en diversas ocasiones a celebrar un Congreso Nacional, siempre con la las intenciones de desconocer el interinato de Yeikcol Polevnsky.
La ex presidente nacional de la Canacintra ya no pudo sortear el acuerdo del Congreso Nacional del pasado 26 de enero. Eligieron al barzonista Alfonso Ramírez Cuéllar como nuevo presidente interino del partido. El mismo domingo, reaccionó desconociendo el acuerdo de los congresistas leales a su archienemiga. Tres días luego festejó cuando el INE le dio por buenos ciertos trámites del partido. Pero simplemente, solo se había adelantado a sus enemigos y el madruguete no prosperó.
Entrada la tarde de este miércoles 26 de febrero, la Sala Superior del TEPJF anunció el veredicto que cimbró a la presidenta interina. Ramírez Cuéllar es el presidente interino. Los magistrados electorales simplemente dieron por válido el Congreso Nacional del 26 de enero y en consecuencia, es legal la elección del barzonista, Ramírez Cuéllar.
Contrario a lo que pudiera pensarse, con el resolutivo del TEPJF no hay garantía de que los morenos se pacifiquen. Ellos llevan en sus genes la violencia y si no tienen enemigos son capaces de crearles en su seno. No se van a poner de acuerdo para integrar su Comité Nacional interino. Van a trasladar sus escaramuzas a los estados y cuando traten de renovar sus comités estatales brotará la violencia y revivirán sus guerras intestinales.
Dos damas son las que revalidan las guerrillas morenas y las dos son reconocidas por ser formidables virulencia. Y las dos tienen piezas afines en Jalisco lo cual nos permite advertir que en este estado vamos a presenciar camorras y más camorras. Y de Guadalajara se bajarán a los municipios y particularmente este edén tropical playero y serrano también será arena alterna.
De diciembre a la fecha, acá en Puerto Vallarta el médico Francisco Sánchez Peña ha venido realizando un activismo social y político y con solo eso motivó agrios cuestionamiento de un sector de militantes de Morena. En su temporada de posadas, reparto de regalos, por el Día de Reyes, roscas y tamalizas por el Día de la Candelaria, el médico no ha hablado de aspiraciones políticas de candidaturas mucho menos que cita a Morena. Si a los morenos les ha confesado sus pretensiones no lo sabemos. Si, de fuera, notamos cuáles son sus intenciones y está en su derecho.
Citamos el caso de Paco Sánchez Peña por ser quien más inquieta a los morenos y porque su sola presencia, por su activismo, pareciera erigirse en una amenaza a las aspiraciones individuales que pululan entre la militancia de dicha partido.
“Los Pacos” es una corriente con líneas directas a los también médicos, Carlos Lomelí y Hugo Rodríguez Díaz. El último es el actual dirigente estatal y Lomelí, no atraviesa por su mejor momento pero es sin duda el aspirante con mejor potencial para ser candidato y ganar la gubernatura. Es la línea que lleva a Yeidckol Polevnsky. Es la misma línea de la regidora Laurel Carrillo Ventura al igual que Mónico Cervantes Ruiz.
En la línea contraria está la diputada federal, Lorena Jiménez Andrade. Ella pasa por la línea del diputado local, Bruno Blancas Mercado, el senador suplente y ex dirigente estatal, Alejandro Peña Villa. Son quienes en Jalisco le responden a Gabriel García Hernández, el coordinador de superdelegados estatales y operador estrella de Bertha Luján Uranga.
El fin de semana dimos ofrecimos algunos diálogos nada amigables que todos los días se dirigen miembros del grupo “Consejo Consultivo PV” creado por David Jiménez y Mónico Cervantes Ruiz. Pacificistas no son. Hace dos semanas echaron del grupo a Petronilo González Sinecio y lo festejaron.
Mas allá de ser muchos o pocos, los seguidores de Laurel Carrillo muerden al regidor Cecilio López Fernández y José Luis Pelayo Barraza desde que estos abrieron una oficina en la colonia Independencia. “Los Petros”, o lo que queda de éste, no cesan en enseñar el diento a “los pacos”, que sin detenerse se dedican a trabajar en las colonias. Los peones de la diputada federal, Lorena Jiménez, son pocos, pero se creen de sangre azul y ojos verdes, únicos ganadores y en consecuencia, únicos con derecho de ser merecedores de la candidatura a la alcaldía.
Revolcadero
Por cierto, de buena fuente nos han dicho que la diputada federal, Lorena del Socorro Jiménez Andrade ya cayó en la cuenta que debe mirar hacia su municipio Mascota porque solo allá está en condiciones de ser la abanderada del Movimiento de Regeneración Nacional. Nosotros queremos pensar que ya “alguien” le dijo que vaya pensando y también preparándose en su natal Mascota porque en el 2021, en Puerto Vallarta no tendrá cabida. Claro, a menos que piense tener capacidad para ser delegada municipal de Ixtapa donde tiene residencia.****** Habíamos pasado por alto una noticia que en Guadalajara pasó casi imperceptible. Fue el asesinato de dos hermanos, Antonio y Farid Murúa. Son miembros de una respetable familia de Escuinapa, Sinaloa, cuyo patriarca fungió años atrás como Capitán de Puerto en Teacapan. Para quienes no lo saben, Teacapan es un pequeño puerto en la desembocadura de estero que sirve de límite estatal entre Sinaloa y Nayarit. “Toño” y su hermano Farid se fueron a estudiar a Guadalajara y allá se quedaron a vivir. Los mataron dentro de un vehículo a eso de las ocho de la mañana del domingo en la colonia Francisco Villa, colindante con el Cerro del 4, una zona de las más violentas de Guadalajara.***** Y ya que estamos en las noticias rojas, también los amigos del norte de Nayarit están de lutos por la muerte del “Sam”, un abogado con larga carrera en la Procuraduría de Justicia del Estado, hoy Fiscalía donde despacha Petronilo Díaz Ponce. Samuel Partida estaba por jubilarse luego de 30 años de servicio público. Es natural de San Vicente municipio de Rosamorada y en toda la región, de Tuxpan a Tecuala, tenía grandes amigos. Los amigos nos relataron que de Tecuala pasó a su oficina por unos documentos y luego se dirigía su casa en San Vicente, por la antigua carretera a Mexcaltitán. En el corto crucero a su pueblo lo emboscaron pistoleros en moto. “El Sam” había sido agente del ministerio Público, coordinador estatal de “los MP” y cuando Antonio Echevarría Domínguez tomó un obligado “receso”. Cuando Ney González fue gobernador se va reincorporó y cuando estaba por cumplir los 30 años de servicio la muerte lo sorprendió.