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Javier Frias |

Acoso a ballenas ponen en riesgo su arribo a la Bahía de Banderas

Año con año arriban a aguas del Pacífico Mexicano entre 400 y mil 200 cetáceos, pero el número de embarcaciones y la proximidad de esta cada vez es mayor

A pesar que en los últimos años ha ido incrementando el número de ballenas en aguas del Pacífico Mexicano, el incremento de embarcaciones acercándose a ellas en la Bahía de Banderas pone el riesgo el arribo a esta zona de este, el mamífero más grande del mundo, según consideró el biólogo marino Jorge Esteban Morales, subdirector del Grupo de Investigación de Mamíferos Marinos (Grimma).

Se ha visto un incremento en la población de ballenas en esta región, pero en contraparte, la flota turística va en aumento, dijo Jorge Esteban.

El biólogo marino agregó que se debe tener el compromiso de cuidar a estos mamíferos y que no llegue un punto en el que la flota turística sea mayor “o más bien llegué a afectar a las poblaciones de ballenas que arriban”.

Y es que de manera oficial, la temporada de avistamiento de ballenas en la bahía comienza el 8 de diciembre, periodo en el que arroban entre 400 y mil 200 cetáceos, sin embargo a la par, cada año unas 30 embarcaciones solicitan permiso para poder acercarse a los mamíferos con fines turísticos, pero la proximidad entre embarcaciones y los cetáceos cada vez es menor, lo que representa un acoso.

“Cuando una ballena se siente muy acosada por diferentes embarcaciones, la ballena tiende a irse. Su comportamiento es evitar algo que le está ocasionando alguna perturbación y se mueve”.

Pese a ello, la Bahía de Banderas es un lugar ideal para las ballenas, destaca el biólogo marino, toda vez que este es un sito en el que a las ballenas les provee de aguas someras (no profundas), “ideales para llevar a cabo la crianza, es decir, vienen las hembras aquí tienen a sus ballenatos. Son aguas súper tranquilas en donde las ballenas se sienten muy cómodas”, puntualizó.

De acuerdo a la NOM-131 de la Semarnat-2010, para esta actividad turística, las embarcaciones menores que si cuenten con la autorización, la distancia con la ballena debe ser de 60 metros y 80 para medianas y mayores, las cuales deben desplazarse a baja velocidad para evitar causar afectaciones a los cetáceos.