Hace dos semanas terminó la Semana Santa, que tuvo un aumento considerable en la movilidad de las personas en comparación a las vacaciones de fin de año, obviamente con aglomeraciones importantes, pero al menos por ahora los registros de salud no hacen pensar en que se avecina una tercera ola de virus en Puerto Vallarta. Aunque aún hay que esperar los indicadores de esta semana.
El periodo vacacional concluyó la semana pasada, pero en realidad la concentración mayor se vivió en los días santos y de eso ya pasó algo de tiempo y persiste una tendencia de estabilidad sanitaria, pues hay que recordar que en el país se estaban preparando las autoridades ante un posible repunte atribuible al incremento de viajes de recreo, pues en enero se dio a los pocos días de las vacaciones.
Las playas mexicanas y Puerto Vallarta no fue la excepción, por el contrario, fue de los destinos con mayor ocupación, registraron importantes aumentos de ocupación hotelera, arribos en aeropuertos y flujo de personas.
En contraste al periodo vacacional decembrino, en Semana Santa las restricciones fueron más laxas y sólo estuvieron condicionados los destinos por el cumplimiento de las normas básicas sanitarias, y la mayoría de los estados permanecen en los colores naranja y amarillo del Semáforo Epidemiológico.
En Jalisco la movilidad se ha recuperado en lugares habitacionales, supermercados o farmacias, en centros comerciales, lugares de entretenimiento, centros corporativos los flujos todavía son algo menores, el transporte público casi es insuficiente.
Un factor que no se descarta es que un elevado porcentaje incluso en el periodo vacacional fue de turistas internacionales, y es que la política de puertas abiertas ofrece una ventaja a México en materia turística y le permitirá una recuperación más rápida que otras naciones.
El hecho de que el país no cuente con restricciones no significa que no haya seguridad, puesto que el personal está bien preparado en cuanto a protocolos sanitarios y materiales.