Aunque desde jueves se autorizó el desembarco de veinte mexicanos del crucero Koningsdam hasta el viernes pudieron bajar a tierra
Después de una travesía que parecía no tener fin, una veintena de connacionales que formaban parte de la tripulación del crucero Koningsdam, tras dos meses a la deriva por la pandemia del Covid-19, este viernes por fin pudieron pisar tierra al realizarse un puente humanitario desde Puerto Vallarta hasta sus ciudades de origen.
Aun cuando desde ayer por la tarde se habría autorizado el desembarque, fue hasta la mañana de este viernes cuando se llevaron a cabo las maniobras para que los veinte mexicanos pudieran pudiesen bajar a tierra.
La noticia la confirmó a mediodía el gobierno de Jalisco, a través de la Secretaria de Turismo estatal, destacando que ninguno de los tripulantes presentaban sintomatología del Covid-19 por lo que no representó ningún riesgo para Puerto Vallarta, el desembarco de los veinte tripulantes, 18 de nacionalidad mexicana y n sudafricano que está casado con una mexicana, y un rumano con residencia mexicana.
Se dijo que el operativo del “puente humanitario”, fue encabezado por la SSJ, en acuerdo con autoridades de la Secretaría de Marina Armada de México, el gobierno municipal de Puerto Vallarta, el Instituto Nacional de Migración, la Secretaría de Salud Federal (SS), la Secretaría de Turismo de Jalisco (Secturjal), la Unidad Estatal de Protección Civil de Jalisco, y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).
Luego que las autoridades otorgaron los permisos necesarios para que los cruceros Oosterdam y Seabourn Sojourn realizaran la maniobra en el área de fondeo, para trasladar 60 y 29 tripulantes, respectivamente, al crucero Koningsdam, con el propósito de que regresen a sus lugares de origen, dio a conocer más tarde la Administración Portuaria Integral (API)
El puente humanitario se realizó con la protección necesaria de las diferentes autoridades federales y estatales, que intervinieron para agilizar trámites y logística de desembarco, verificación del estado de salud con protocolos de sanidad internacional, así como las respectivas revisiones migratorias, aduanales y de seguridad.
Debido que una vez que se les permitió a los tripulantes bajar del crucero, tras someterse a la revisión de los protocilos de sanidad internacional. en un autobús custodiado por la Guardia Nacional se les llevase al aeropuerto internacional, donde abordarían un vuelo que les llevaría a sus ciudades de origen.