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Martha Ramírez Ruiz |

Puerto Vallarta, pone ejemplo mundial en ayuda para repatriar a desesperados tripulantes de cruceros: Musi Ganem

Mientras otros puertos en el país y el mundo no dejaron desembarcarlos, fue el único en atender los desesperados llamados, dijo el presidente de la Asociación Mexicana de Empresas para la Atención a Cruceros Turísticos

Puerto Vallarta además de ser un socio comercial que sobresale con las navieras internacionales, se convierte en un ejemplo mundial al solidarizarse con los desesperados tripulantes de cruceros turísticos que quedaron a la deriva por la pandemia del Covid-19 y que pese a estar sanos, en otros puertos del país y del mundo, hubo cerrazón para permitirles desembarcar y ser repatriados a sus países de origen, afirmó José Arturo Musi Ganem, presidente de la Asociación Mexicana de Empresas para la Atención a Cruceros Turísticos (Amepact).

En entrevista telefónica con Contralinea.net, el representante de las más importantes navieras internacionales en México, Musi Ganem, dijo que en otros puertos se encontraron con la cerrazón como en Los Cabos y Mazatlán, donde no dejaron que ni arribaran o permanecieran fondeados los cruceros. Cuando en Puerto Vallarta se dieron las facilidades tras un complicado proceso con dependencias federales, hubo el respaldo de los gobiernos estatal y municipal.

Después de meses de una odisea que padecieron las navieras con el cierre de puertos en todo el mundo, donde se estigmatizó a los cruceros como sí a bordo hubiera leprosos, dejando a la deriva a cientos de cruceros en altamar, meses de desesperación en donde se dieron hasta intentos de suicidio, relató Musi Ganem.

El presidente de la Asociación Mexicana de Empresas para la Atención a Cruceros Turísticos, refirió de las cartas y mensajes desgarradores de los tripulantes “que solo pedían volver a casa, estando sanos y con haber pasado en los barcos más tiempo de cuatro o más más cuarentenas, querían regresar con sus familias, eran llamados desesperados de auxilio”. Y de nada servía que las navieras les autorizaran dejar las embarcaciones porque no todos eran de la tripulación esencial, eran de áreas como casinos o spas u otras cerradas cuando ya no hubo pasajeros, explicó.

Hizo referencia a que pese a que existen tratados internacionales de la Organización Marítima Internacional (OMI) en donde se establecen los mecanismos de repatriación, hubo resistencia y cerrazón. Y la alternativa fue la implementación de los puentes humanitarios, pero aún así puertos como Mazatlán y Los Cabos, aun el mercado que representan para los cruceros internacionales, no se les permitió el desembarque.

El representante de las principales navieras internacionales, comentó que solo los puertos de Cozumel, Cancún y Puerto Vallarta autorizaron el desembarque de tripulación para poder hacer las repatriaciones.

Y de estos tres puertos, se distinguió Puerto Vallarta al ser además de ser uno de los mejores socios comerciales de las navieras, “se mostro como un puerto amigo, con una sensibilidad que le distingue, quizá porque tiene más de 40 años como destino de cruceros”, expresó quien hace cuatro décadas en esta ciudad, llegó a ser presidente de la Canaco Servitur.

“Puerto Vallarta puso un ejemplo al país y al mundo”, manifestó el presidente de la Amepact al resaltar que de la tripulación de Koningsdam, ya la mitad de la tripulación de más de 1 mil 300 ya repatriados para los que la naviera contrato por lo menos cinco vuelos chárteres.

Para finalizar, insistió que los tripulantes estaban todos sanos, como decían en sus llamados de auxilio, porque si bien en estos meses se dieron algunos casos de coronavirus a bordo, las navieras implementan los protocolos sanitarios internacionales y de los casos aislados que se dieron, todos se recuperaron y en altamar ya pasaron hasta más de cuatro cuarentenas, y ahora en estas repatriaciones, lo que preocupa a las navieras es que en trayecto a las ciudades de origen se puedan contagiar los tripulantes en camino a sus países.