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José Fernando Ortega |

Pierde fuerza el turismo de los “Spring Breakers” en destinos mexicanos como Puerto Vallarta

De acuerdo al Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible (Starc) de la Universidad Anáhuac

 

En un análisis sobre la evolución del turismo en México, Francisco Madrid, director del Centro de Investigación Avanzada en Turismo Sostenible (Starc) de la Universidad Anáhuac, revela una tendencia sobre el futuro del turismo en las playas de nuestro país: el segmento de los «Spring breakers» pierde relevancia en forma paulatina.

Según las palabras de Madrid, el segmento ha sufrido una reducción drástica en su afluencia, disminuyendo un 70% en las últimas dos décadas. En sus momentos de auge, este atractivo turístico traía consigo más de 120 mil estudiantes a las costas mexicanas. Sin embargo, en la actualidad, esa cifra se ha desplomado a tan solo 35 mil visitantes en playas del Caribe, en tanto que en Puerto Vallarta apenas suman unos miles. Este cambio no debe ser visto únicamente como una pérdida, sino como una oportunidad para diversificar la oferta y atraer nuevos tipos de turistas.

El dato más relevante que aporta Madrid es que el turismo familiar avanza ocupando el espacio que antes era dominado por los jóvenes en busca de fiestas desenfrenadas. «Es normal que con el tiempo las tendencias de estos mercados se modifiquen», comentó, subrayando que el nuevo foco de atención no solo radica en el ocio nocturno, sino que se centra en crear experiencias significativas para familias que buscan vacacionar en entornos seguros y enriquecedores.

Esta transformación se ve reflejada en la evolución de los servicios turísticos. La industria ha comenzado a adaptarse a las necesidades de estos nuevos viajeros, ofreciendo actividades que van desde el turismo deportivo hasta tratamientos médicos, ampliando así la gama de opciones para aquellos que eligen México como su destino vacacional.

Este cambio no solo responde a las tendencias del mercado, sino que también busca un desarrollo más sostenible y responsable del turismo.

La atención a estos nuevos nichos de mercado permite a México diversificar su propuesta turística. Al enfocarse en visitantes que buscan tranquilidad, deportes y experiencias culturales, se fomenta un turismo más sostenible que beneficia a las comunidades locales y refuerza la imagen del país en el exterior.

Sin embargo, este proceso de adaptación no está exento de desafíos. A medida que el turismo de «Spring break» se desvanece, la industria debe encontrar formas de promover estos nuevos segmentos sin perder visibilidad ante los clientes potenciales. Es esencial educar tanto a los operadores turísticos como a los viajeros sobre las nuevas ofertas, asegurándose de que comprendan que México sigue siendo un destino vibrante y diverso.

Por otro lado, el cambio también trae consigo oportunidades. Al atraer a familias y otros tipos de turistas, se puede extender la temporada alta, generando ingresos durante todo el año en lugar de concentrarse solo en unos pocos meses. Además, este enfoque podría contribuir a la estabilización de los mercados locales, al reducir la dependencia de un solo segmento de turistas.

Francisco Madrid concluyó que «afortunadamente» el segmento de los «Spring breakers» aún no se ha perdido por completo, lo que sugiere que hay margen para mantener una oferta variada que incluya a este grupo. No obstante, es innegable que las prioridades han cambiado, y la adaptación a estas nuevas realidades será clave para el futuro del turismo mexicano.

El panorama del turismo en México está en una transición que, aunque desafiante, ofrece un vasto potencial para crecer más allá de la imagen tradicional de fiesta y descontrol. Mientras el país abre sus puertas a un público más amplio y diverso, la industria turística tiene ante sí la oportunidad de reinventarse, fortalecer el turismo sostenible.