Con pérdidas multimillonarias por la pandemia e incierta reanudación de travesías
Aunque la reanudación de las operaciones de cruceros internacionales, anunciadas y vueltas a postergar ya tantas veces, se mantiene en compás de espera y se estima la pérdida de 77.000 millones de dólares a nivel global, se prevé que la flota actual de cruceros integrada por 250 buques se incrementará con 20 nuevos barcos oceánicos en el 2021.
La mayoría de las líneas han anunciado el probable retorno para el 30 de abril, sin embargo lo más probable es que sea con cruceros cortos, lo cual excluiría en principio a la ruta de la Riviera Mexicana del Pacífico.
La Asociación Internacional de Cruceros (CLIA) designó como nuevo presidente para los próximos dos años a Pierfrancesco Vago, CEO de MSC cruceros, quien se convierte en el primer europeo en presidir esta Asociación y asume el cargo en un momento crítico y sin precedentes para la industria de los cruceros y el turismo en general.
Tendrá la difícil misión de lograr el reinicio de las operaciones de cruceros en todo el mundo y de mantener el compromiso con la sostenibilidad medioambiental. CLIA es la asociación comercial de la industria de cruceros más grande del mundo, cuenta con 15 oficinas y representación en América del Norte y del Sur, Europa, Asia y Oceanía.
La Asociación habla de la pérdida de 77 mil millones de dólares a nivel global en cuanto a actividad económica, de 518 mil empleos y de 23 mil millones de dólares en salarios.
A pesar de todo hay optimismo pues una encuesta global reveló que dos de cada tres pasajeros aficionados a los cruceros volverían a elegir este tipo de viajes en el presente año y el 58% de potenciales viajeros que nunca han vivido la experiencia de un crucero están dispuestos a realizarlo en los próximos años.
De hecho, se prevé que la flota actual de cruceros integrada por 250 buques se incrementará con 20 nuevos barcos oceánicos en el 2021. Los nuevos cruceros traerán incorporados protocolos de salud y seguridad mejorados de cara a la reanudación de las operaciones con el objetivo de proteger a los pasajeros, la tripulación y los destinos e incluyen pruebas de COVID-19, tanto para pasajeros como para la tripulación antes del embarque, uso de mascarillas, distanciamiento físico, gestión del aire y estrategias de ventilación, así como instalaciones médicas mejoradas.
