CONTEXTOS
Gerardo Sandoval Ortiz
El jueves 17 de marzo, el gobernador Enrique Alfaro convocó a la plana mayor local del Movimiento Ciudadano a reunirse en un comedero de Marina Vallarta y les recetó una respetuosa invitación para unirse y así todos enfrentar a los adversarios en el 2024.
Fueron cinco las piezas que acudieron al llamado de Alfaro Ramírez: Los ex alcaldes, Ramón Guerrero Martínez, Arturo Dávalos Peña, Guadalupe Guerrero Carvajal, Diego Franco Jiménez y Susana Rodríguez Mejía.
Esas son las piezas del MC, por lo menos las que Alfaro reconoce como quienes mueven dichos colores en el municipio. Representan a los dos grupos locales que en las dos últimas elecciones, 2018 y 2021, se batieron a “muerte” por la candidatura a la alcaldía, las diputaciones y también cada posición una de las regidurías.
Ahora que Luis Ernesto Munguía González se retiró del MC para vestirse de verde, Susana Rodríguez pudiera pensarse que representa a un grupo interno ligado al gobernador y distante la corriente que aún mantiene lealtades a “el mochilas”. Ellos dos son lo mismo, de muchos modos vinculados a Alfaro, a quien se le subordinan ambos. No olvidemos que Rodríguez Mejía despacha en la oficina del gobierno de la representación del gobierno de Jalisco en la Unirse. Y Munguía ya es harina de otro costal.
¿De que hablaron aquellos cinco naranjas con el gobernador? En realidad no hablaron mucho y todo osciló en un exhorto a unirse. Les llamó a dejar atrás las simulaciones y reconstruir sus relaciones personales que tanto daño.
Aquellos personajes se vieron frente a frente y se limitaron a escuchar al gobernador quien debió citarlos por su nombre y casi les exigió hablar. Ramón “el mochilas” habló y ofreció trabajar por un proyecto del partido y unidos sacar adelante cada una de las candidaturas. Dávalos titubeaba. Lupita Guerrero no quería tomar la palabra. Ego Franco escucha no con cierto escepticismo. Nos dicen que en algún momento, se hacían largas pausas y ese silencio se percibía tirante. Al final, todos hablaron y se comprometieron saldar las viejas afrentas.
Más reciente y ya este mes, vino el dirigente estatal del MC, Manuel Romo Parra y entre muchos asuntos de su agenda, invitó a los reporteros a escucharlo hablar de crítico recetario contra el gobierno que preside el profesor, Luis Alberto Michel Rodríguez. Pasados seis meses no ha toma las riendas del gobierno y por ello le recomendó ponerse a trabajar y sacar de la opacidad a una administración. Romo alborotó el avispero pero unos días después la normalidad regresó a nuestro edén. Romo recibió el calor de los tres regidores naranjas pero hasta ahí. No acompañaron la estrategia por ser muy distinta su agenda.
La elite del MC bien pudiera ponerse de acuerdo, unirse todos y hasta convencer a muchos de aquellos entregados ciudadanos que en las elecciones de 2012, 2015 y 2015 los hizo ganar con mucha holgura los comicios locales. Leí a uno de ellos, Benigno Lara, mejor conocido como “el winnie pooh”, un mensaje en sus redes sociales este última fin de Semana Santa. En esencia decía: Sonríe mi rey y recuerda que quisieron hacerte pedazos porque entero, entero les quedas muy grande (…) aun quiero seguir viéndolos comer, pero nunca, nunca más en mi mesa…”.
Naturalmente, lo del amigo “Winnie” tiene destinatario y es apenas un entre muchos agravios que suelen pretender cobrarse pasadas las últimas batallas. Entre los de arriba también reclaman viejas afrentar que se reclaman. Esos reclamos llegan hasta Guadalajara. Ese calenturón se incrementa cuando observan que personajes no comprometidos con el color despacha en muchas dependencias estatales y alegremente cobran sus quincenas. Se indignan al saber que allegados al gobernador Alfaro incluyen en su lista de recomendados a emplearse individuos ligados a partidos políticos al MC. El colmo ocurrió semanas atrás cuando los hombres del gobernador pretendieron abrirle plaza a un activista verde.
El MC perdió la nómina municipal en la elección de junio pasado y en octubre entregó todo a los morenos. Para compensar lo perdido, los naranjas recibieron la promesa de que reacomodarse después de diciembre y con suerte, en noviembre. Ya en abril casi nadie regresó a las dietas públicas y eso animó a algunos explorar nuevas aventuras fuera del MC.
El MC ha ido perdiendo talentos precisamente después de soltar la nómina pero el gobernador Alfaro ayuda muy poco o nada para amainar la crisis.
Cuando aquel cónclave del 17 de marzo, los dos piezas de Alfaro, “el mochilas” y Susana Rodríguez, frente a tres “monitas”, Dávalos, Lupita Guerrero y Diego Franco, los primeros parecían ser la minoría ante los tres de mayoría. Ese es el equilibrio representativa de la realidad interna de lo naranjas, los comentaría en su momento un amigo emecista. Este se vanagloriaba por ser parte del grupo mayor del MC.
Muchas de las lecturas dentro del MC se inclinan por reducir el momento entre los muchos y los pocos. Desdeñar a los mochilistas ha sido unos de los muchos daños que colocaron a ese partido a la realidad que viven. Las disputan ocurren entre los de arriba pero los de abajo lo ven todo y a todos reprueban.
En esporádicas charlas con los amigos naranjas, con nuestros pobres elementos alcanzamos a construir ideas propias que no nos permiten concluir escenarios optimistas para los de ese partido. A “el mochilas” le tienen desconfianza y en la proporción que Alfaro, siempre a través del “mochilas”, al abrirse plazas por ocupar en la nómina privilegia a todos menos a un recomendado del grupo de la supuesta mayoría naranja. Si añadimos nombres d activistas verdes propuestos por los dos de la minoría, “el mochilas” y Susana Rodríguez, pareciera que el gobernador se ha propuesto darse el balazo en su pie.
Revolcadero
Por cierto, aquel prometedor futbolista del que dicen nos representó en un mundial de una selección menor de futbol, Ignacio Curiel Madero desquita su salario de alto directivo municipal al frente de un pequeño módulo en la plaza, frente a la iglesia de San Miguel en El Pitillal. En ese micromódulo se hacían trámites propios del Registro Civil y hasta allá fue enviado Nacho Curiel después de su vergonzosa “baja” baja en el Comude. Eso sí, sus amigos nos afirman que para tenerlo contento le mantienen su salario. Pero ahora sus funciones nada tienen que ver con el deporte. No. Ahora Nacho es especialista en cuestiones turisteras. En el micromódulo donde antes se movían actas de nacimiento, ahora solo es turismo y más turismo. ¿Que hay despilfarro del dinero del pueblo? No. Por lo menos eso parece opinar “el profe de los dieces”, que vale la pena pagar sueldo del más alto directivo a un Nacho Curiel por hacer tareas en un micromódulo allá por el Pitillal.****** Por cierto, al que traen en salsa verde es a ese individuo que se hace llamar “contralor ciudadano independiente, que nada tiene de independiente ni de contralor y menos ciudadano, que se llama Jorge Carlos Ruiz Romero. Ya en varias ocasiones hemos hablado de este personaje, motejado como “lord demandas” en Guadalajara y que por hacer activismo para Morena, se ganó una plaza en la nómina del gobierno municipal de Puerto Vallarta. Hay muchos interesados en que se sepa que el “contralor ciudadano independiente” ni es asesor del profe Michel y menos cumple con un horario de trabajo. ¿Es aviador?, preguntamos. Que nadie se queme los sesos en responder obviedades. Este señor es del grupo de amigos del ex dirigente estatal de Morena, Hugo Rodríguez Díaz, del que también ya antes hemos dado detalles de su generosa quincena que por lo menos cobró hasta fin de año. Por lo visto, los Michel, también a Salvador Llamas, que no se haga, los gusta tener aviadores personales. Un día de estos aparecerán sus naves.****** Muchos son los que nos preguntan qué tanto escándalo se carga la alcaldesa de Bahía de Banderas, Mirtha Ileana Villalvazo Amaya. En realidad no tenemos respuesta. Pero si notamos al pasar por la vecina municipalidad que la dama gusta de exhibir los tanates con los que pretender gobernar en la tierra de los indios banderolas. La semana pasada trascendieron sus exabruptos y abre la Semana de Pascua con la noticia de que a su secretario del ayuntamiento lo separó la Contraloría Municipal. Es una rareza que el órgano interno de un gobierno municipal resuelva separar a la segunda pieza del mismo engranaje. Hasta parece que los hombres el poder en el próspero, Bahía de Banderas se están tragando entre ellos. En esa batalla, también participan los regidores. Ellos son quienes tienen en jaque a la guapa alcaldesa. Nos hablan de la disputa de los moches, monopolizados por el grupo allegado a la Mirtha. Nosotros preferimos presumir que Villalvazo Amaya ha sido incapaz de construir un grupo de trabajo y que de sus manos se la está yendo la gobernabilidad del municipio. Puede ser que sus operadores la engañen y hasta le fallen. Por algunas razones a los alcaldes les gusta rodearse de auténticos charlatanes, buenos para satisfacer los egos y vanidades de sus asesorados.