CONTEXTOS
Minutos después de las once de la noche de, éste último miércoles 28 de febrero, recibí una llamada telefónica. Me daban como primicia que minutos antes, la plana mayor del Partido del Trabajo había acordado designar a la regidora Carla Esparza como su candidata a la alcaldía. A partir de ello, en cascada se dieron una serie de piruetas políticas y reacomodos de aspirantes decepcionados, de salto y salto, buscaron y hallaron acomodo en otros partidos, que de un partido saltan a otro, fenómeno de las piruetas que pudiera prolongarse en todo el fin de semana.
La jugada de la segunda regidora de Morena abortó por razones que en una entrega posterior podemos ahondar y el PT retomó las aspiraciones de Saúl Alonso Camacho Ramos y se disponía a registrarlo como su abanderado.
La selección y designación de candidatos a alcalde,s ya regidores y diputados amenaza con salirse de control lo cual obligó a Morena agotar tiempos para impedir el éxodo de sus cuadros particularmente en Morena.
Poco antes del mediodía de este viernes, a través de una llamada telefónica desde las oficinas del Instituto Electoral de Participación Electoral, allá en Guadalajara, para ofrecernos detalles del registro de la planilla del Movimiento Ciudadano. Sin embargo, el dato de mayor relevancia consistió era la presencia de Juan Ignacio Calderón Ibarría, hasta hace unos días flamante “candidato” a la diputación local por la mega alianza que conforma Morena, PT, Hagamos, Futuro y el PVEM, el partido que presidió. El “junior” decidió abrazar de nuevo las causas del MC, el partido que en su momento le ofreció todos los espacios, “administrar” inclusive los programas sociales en la región. A todo ello renunció por creerle a Luis Ernesto Munguía González, promesa de por medio de hacerlo candidato a todo.
Profundicemos en el caso de este muchacho, hijo del amigo Juan Calderón Ramírez, nieto del exalcalde Efrén Calderón Arias. En el MC hizo sus pininos en la política y justo de la mano de Ramón Guerrero Martínez, quien inclusive lo llevó a la suplencia de una diputación. En 2018 fue “el mochilas” quien influyó para nombrarlo coordinador de Programas Sociales en la Costa Sierra Occidental. Pagó su noviciado y seducido por sus ambiciones, lanzó una prematura “campaña” creyendo tener tamaños para ser candidato a alcalde y ya para octubre de 2020, fue separado de su cargo. Fue cuando Munguía le murmuró al oído el canto de las sirenas.
Calderón Ibarría fue uno de varios cuadros que del MC emigraron al PVEM y que hasta mediados del año pasado aportaron su esfuerzo para mantener en la línea de alta competencia al partido. El muchacho engordó su canasta de huevos y por semanas y meses los despilfarró en las colonias de las familias más necesitadas. Munguía le juró hacerlo candidato. Logró su registro pero al amanecer de un día, fue borrado de la lista de registros en el IEPC. El PVEM lo había sustituido por un miembro de un influyente clan de la elite del partido. Así de simple.
Consideremos que “el junior” Juanito Calderón, por ser posición de dirigente local del PVEM, se creyó ser miembro de la burbujita que tiene de rehén a Munguía y presume de titiritearlo. Munguía se asume como dirigente estatal del mismo partido. Son los partidos políticos quienes van e inscriben a los candidatos y para el distrito 5, al PVEM le correspondía cedió tramitar el registro. Es decir, Munguía no puede alegar que hubo madruguete, que él no supo de la sustitución.
Y ha sido con el apoyo de sus seguidores que Calderón Ibarría se reconcilió con Ramón Guerrero y hará campaña para el MC, su antiguo partido, y se ha tomado a personal la grosera traición que le jugó Luis Munguía.
En el caso Carla Esparza, y su decisión al entablar negociaciones e aceptar la candidatura con el Partido del Trabajo pareció moverse sobre la raya de un dilema que orbita entre someterse y ser obediente a la familia Michel o asumir una posición digna y decorosa. Al final, sus lunes parecieron alinearse y desistió ir a una abierta insurgencia e insubordinación ocurre quizá la vía para mantenerse activa en la política local, acorralada desde todos los frentes del gobierno municipal. Se sabe mucho y se ha hablado de sus profundas desavenencias con el profe Michel y su grupo político y con emociones a flor de piel apresuró pasos sobre pisos pantanosos, riesgos políticos que la tienen en un estado de reflexión para dilucidar sus pasos inmediatos.
Desde cualquier perspectiva sus naves estaban gastadas en la administración michelista y ha sido orillada a buscar otros horizontes y halló su espacio en el PT. Hemos dicho que tenía dos sopas, o someterse y tomar una decisión y lo más digno es dar un paso al costado aun cuando el costo será una incesante campaña personal en su contra. Seguramente tendrá armas, mucho arsenal para responder al peloteo.
Esta semana citamos un grupo de ixtapenses que saltaron a Morena, provenientes del PVEM y del Movimiento Ciudadano. Primero, atendemos la aclaración de Gabriela Duarte Becerra que de último minuto se quedó con los verdes, hasta donde llegó del MC, tomada de la mano de Gemma Azucena Pérez Álvarez, de quien no sabemos si negó la versión. Además, los ex delegados municipales, Víctor Manuel “el cachis” Aréchiga y Víctor Martínez Oronia quienes se apuraron a hacerlo público.
Fueron dos sólidos pilares perdidos esta semana por Luis Munguía. Además de Calderón Ibarría se les fue la regidora, ahora con licencia, Carla Elena Castro López, que aceptó ofrecimiento de ir en la planilla de Morena, con doña Chuyita López Delgado a la cabeza.
A Juanito Calderón se le ofreció una de la 3 o 5 del PVEM. Otra oferta fue ocupar la primera posición Circunscripción 1 pero lo rechazó. Al final, ya registrado candidato para competir por el 5 distrito ocurrió la cepillada y Munguía se ganó un formidable adversario y un efectivo financiador para gastos de campaña. Las relaciones personales de Munguía con la regidora Carla Castro están por los suelos desde hace más de un año. Sin embargo, nadie podrá refutar que por largo tiempo ahí hubo un canal de financiamiento a gastos del virtual abanderade verde y el partido. Las relaciones se deterioraron y fueron tensas hasta con el tercer regidor, el Paquillo Sánchez.
El periodo de registros para munícipes se cierra hasta el domingo y de aquí al domingo, los partidos y sus candidatos pueden sufrir más pérdida de sus activos.
Revolcadero
Ramón Guerrero Martínez ya es el oficial candidato a la alcaldía del Movimiento Ciudadano. Se registró este viernes por la mañana. A través de su equipo de prensa, en donde destaca Silvia Álvarez Bustos, es el primero en darnos a conocer los nombres de cada uno de los integrantes de su planilla, propietarios y suplentes. El candidato suplente de “el mochilas” es el ex regidor Juan Solís García. Micaela Vázquez Díaz. El tercer regidor es líder taxista, Felipe Aréchiga Gómez con Jaime Aguilar en la suplencia. Del 4 al 10, los candidatos son: Iroselama Dalila Castañeda, Luis Manuel Ochoa Tello, María estela Guerra Aguilar, Juan Calderón Ibarría, María de la Luz Dávalos Soto, Jasel Arroyo Dueñas y Sulma Castellón Rodríguez. ******* De la planilla de “el mochilas”, bien podemos hacer comentarios adicionales. Al ocupar la posición 7 y de la planilla mochilista se confirma que Juan Ignacio Calderón Ibarría abandonó a Luis Munguía y su irritación contra los verdes es de gigantesca proporción. La maestra Esthela Guerra, sexta regidora, que en su trayectoria ha sido la directora de la secundaria técnica 81 y actualmente de la ETI 3. Jasel Arroyo Dueñas es un conocido agroproductor de Las Palmas que brinda numerosos empleos a mano de obra local y de otros estados del país. El agricultor de sandía y calabaza leva de suplente a un tal Juan Pablo Vázquez Balleza que si o es su homónimo, es el mimo que da vida al payaso “Papos”, quien en otros campañas entretenía a simpatizantes en mítines de Luis Munguía. Marilú Dávalos es una dama ixtapenses de una larga trayectoria pública en el área de Participación Ciudadana en los gobiernos emecistas. La segunda regidora, Micaela Vázquez, Luis Tello y Sulma Castellón, ocupan posiciones del grupo político del ingeniero Arturo Dávalos Peña lo que bien puede significar que los naranjas irán a la campaña unidos desde el primer día.********** Por cierto, aunque no se registra aún, entre los muchos apalabrados que recibieron de Luis Munguía una ofertas de regiduría, nos aseguran que tres o dos personajes ya tienen su lugar. Uno es el empresario Arnulfo Ortega Contreras, promovido semanas atrás para ser candidato de la coalición PRI-PAN-PRD y para su decepción, fue vergonzosamente ninguneado y rechazo. Un desesperado Munguía se lo jaló para ocupar vacantes y le aseguró espacio en su planilla. OEl otro es el amigo Cristian “el titi” Bravo Carbajal, que para mayores datos es hermano menor del exalcalde Francisco Javier Bravo Carbajal. A fines del mes des septiembre, “El Titi” posaba orgulloso de ser parte de una de esas células que pululan en Morena. El tercero, sería Víctor Bernal Vargas, quien hace tres años se enfilaba para ser candidato del MC pero en circunstancias, por cierto, nunca aclaradas del todo, lo bajaron. Lo que sabemos es que todavía no se cierra el acuerdo de Víctor Bernal con Munguía. Como que los del PVEM y Munguía no son de confiar y nadie se siente confiado de ocupar el espacio prometido. Hay varios ejemplos, el de Edelmira Orizaga es uno, que en menos que canta un gallo pueden ser borrados de la planilla. Naturalmente el regidor con licencia, Francsisco “el Paquillo” Sánchez Gaeta también tiene asegurado, la posición 3 de la planilla. Pero, si Munguía sigue en picada, considerando la alta competencia por venirse, hasta el Paquillo riesgo tiene de no alcanzar la regiduría pluri.*****
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